Una leyenda es una narración de eventos imaginarios o maravillosos que transmite una enseñanza sobre el mundo real, en un sentido metafórico o figurado.
Existen leyendas urbanas que componen el folclore contemporáneo amparadas en supersticiones, creencias populares y moralejas, que se transmiten informalmente a través de las generaciones.
Se las presenta siempre como sucesos reales y secretos que suceden debajo de la cotidianidad urbana, si bien suelen elaborarse en versiones distintas e incluso contradictorias.
Muchas leyendas urbanas se esparcen hasta convertirse en teorías de la conspiración, como la célebre Área 51, leyenda que asegura que los norteamericanos mantienen en secreto evidencias extraterrestres.
- Ver además: Leyendas
Ejemplos de leyendas urbanas
- La congelación de Walt Disney. Esta leyenda urbana asegura que el célebre dibujante y productor de cine, iniciador del emporio de las caricaturas que hoy conocemos, estaría sometido a procesos de criogenia que preservan su cuerpo en animación suspendida, esperando el día en que la ciencia pueda devolverlo a la vida. La evidencia real, en cambio, registra la incineración del cadáver de Disney, cuyos biógrafos atribuyen un marcado interés por la criogenia –así como por otros avances tecnológicos diversos– durante sus últimos años de existencia.
- El origen de la cesárea. La popular técnica de extracción de bebés del vientre materno a través de una incisión en el vientre se atribuye, de acuerdo a la leyenda urbana, a que Julio César, emperador romano, habría nacido de esa manera. La verdad es que la técnica se implementó por vez primera en el siglo XV, mucho después de la caída del Imperio Romano. Otras explicaciones la atribuyen a la Lex Caesarea promulgada en 715 a .C. por el segundo rey romano Numa Pompilio, mandato que obligaba a salvar a los niños del vientre materno a través de un corte de espada, que a menudo costaba a la madre la existencia.
- El tráfico de órganos. La leyenda urbana asegura la existencia de grupos dedicados a engañar o secuestrar a los paseantes, fiesteros excesivos o niños descuidados y extraerles sus órganos para luego comerciarlos. Una operación muy poco probable, dadas las extremas condiciones técnicas y de pulcritud necesarias para conservar vivo un órgano el tiempo suficiente para su trasplante.
- El chupacabras. De origen portorriqueño a mediados de los 90, el mito del chupacabras acusa la aparición de un animal a veces homínido, a veces cuadrúpedo, a ratos reptiliano o más semejante a un hurón, que subsistiría parasitando a los rebaños de ganado vacuno en diversas regiones americanas, succionando los fluidos vitales y dejando como rastro al animal totalmente desangrado. Ha habido numerosísimos casos de supuesto avistamiento, pero ninguna prueba concluyente de la existencia del monstruo.
- El contagio del sida. Una leyenda urbana de contenido sumamente moralizante refiere al contagio intencional del sida, ya sea a través de la seducción en bares o discotecas de hombres y mujeres altamente atractivos, cuya ocupación sería esparcir el virus indiscriminadamente por el mundo, dejando a la víctima (escrito con labial en el espejo) el mensaje de «bienvenido al mundo del sida”. Una variante de esta leyenda alerta de maníacos con agujas infectadas de sida que cometen atracos, que contagian en fiestas o que ocultan sus jeringuillas en las butacas del cine.
- La leptospirosis. Esta infección bacteriana poco frecuente (transmitida por contaminación de aguas por orina animal u otros tipos de zoonosis), se puso muy de moda por el supuesto contagio de personas a partir de beber de una lata de gaseosa sin lavarla primero. Desde entonces, esta práctica se ha hecho habitual, si bien dadas las condiciones de transmisión del bacilo y de empaquetado en plástico de las latas, dicha contaminación es muy improbable.
- Polybius. Se supone que este videojuego, creado en 1981 y desaparecido pocos años después, tenía la propiedad de enloquecer y trastornar psicológicamente a quienes lo jugaban, lo que habría obligado a la empresa a retirarlo del mercado y destruir sus ejemplares. No existe prueba de la existencia real del juego, ni mucho menos de casos semejantes. También solía decirse, durante los años 90, que jugar videojuegos en exceso conducía a la epilepsia.
- El área 51. Ubicada en Nevada, el área 51 es una base militar del gobierno de los EEUU, donde muchos afirman que existe evidencia de vida extraterrestre. Incluso supuestos videos de una autopsia a un hombrecillo verde se difundieron como prueba de la leyenda. También se dice que allí se resguardan naves extraterrestres, se hace contacto e intercambio con ellos u otro tipo de experiencias sobrenaturales.
- Ooparts. Los ooparts son supuestas apariciones de objetos tecnológicos contemporáneos en fotografías de época, que evidencian el descuido de algún viajero en el tiempo. Existen diversos casos semejantes, como el de un supuesto smartphone aparecido en la foto de un combate de Mike Tyson en 1995.
- El experimento ruso del sueño. Un conocido creepypasta (leyenda urbana de Internet) afirma que durante la II Guerra Mundial, los científicos soviéticos cometieron despiadados experimentos con sus soldados, impidiéndoles el sueño durante días o semanas y reduciéndolos así a la locura absoluta, o incluso a ganar poderes sobrehumanos. Los relatos varían, pero suelen conducir a secuencias de horror y grotesco autodesmembramiento de los sujetos experimentales.
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