Todos los seres vivos necesitan de una alimentación, es decir la llegada de carbón y de otras sustancias esenciales para sus mutualismos. Según la forma en la que se adquieren estas sustancias los organismos se diferencian entre los autótrofos y los heterótrofos.
Los autótrofos son los capaces de extraer el carbono del bruto de la atmósfera y convertirlo en energía. Por ejemplo: cactus, pasto, flores. Los heterótrofos son los que no pueden producir su propia comida y entonces deben obtenerlo mediante el consumo de otros materiales, que en algunos casos son los mismos que los autótrofos producen. Por ejemplo: tigres, hongos, seres humanos.
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Organismos autótrofos
Los organismos autótrofos son aquellos capaces de desarrollar materia orgánica partiendo de una materia inorgánica. Son capaces, ellos, de sintetizar las sustancias que necesitan para su adecuado funcionamiento metabólico a través de sustancias que no son orgánicas.
Los organismos autótrofos constituyen un eslabón fundamental en la cadena alimentaria, pues su metabolismo permite el desarrollo propio y de otros seres vivos: si no fuera por ellos, no se habría concebido la vida tal como es conocida en la realidad.
Vale la pena tratar de pensar cómo es que efectivamente se produce la alimentación de los organismos autótrofos. Existe una subdivisión entre los que son quimioautótrofos y los fotoautótrofos:
- Quimioautótrofos. Pueden crecer en medios estrictamente minerales de la oscuridad, pues el carbono lo obtienen a partir de reacciones químicas con el dióxido de carbono. Este modo de vida sólo existe en los procariontes.
- Fotoautótrofos. Son mucho más frecuentes, y obtienen el alimento a partir de la energía solar. El proceso es conocido como fotosíntesis, que es el proceso de elaboración de los alimentos por partes de las plantas. Las plantas que tienen clorofila son reconocidas por tener color verde en sus hojas, y eso es lo que atrapa la luz del sol, logrando transformar la savia bruta en elaborada, precisamente lo que constituye el alimento de la planta. En contraposición, el proceso de fotosíntesis hace que la planta libere oxígeno. El ciclo de Calvin es aquel que explica fehacientemente lo que ocurre durante la fotosíntesis.
- Más en: Organismos autótrofos
Ejemplos de organismos autótrofos
- Cactus
- Yerbas
- Matorrales
- Pasto
- Arbustos
- Árboles
- Plantas
- Flores
- Nopales
- Maguey
Organismos heterótrofos
Los organismos heterótrofos, por su parte, son los que deben alimentarse con las sustancias orgánicas sintetizadas por otros organismos, bien sean autótrofos o heterótrofos.
Las sustancias nutritivas que se incorporan en el caso de los heterótrofos son sustancias ricas en materia orgánica (lípidos, proteína o carbohidratos). Todos los animales pertenecen a la categoría de los heterótrofos, pero también las bacterias son parte de ese grupo.
Algunos organismos habitualmente confundidos como plantas en realidad son heterótrofos, como sucede con los hongos: estos no tienen clorofila, y por lo tanto no pueden desarrollar su propio alimento a partir de la energía de la luz.
El proceso que determina la alimentación celular en el caso de los heterótrofos incluye la captura, ingestión, digestión, el paso de membrana y la posterior expulsión de las moléculas que no son útiles (excreción).
Ejemplos de organismos heterótrofos
- Tigres
- Elefantes
- Hongos
- Roedores
- Búfalos
- Marmotas
- Seres humanos
- Pollo
- Algunas bacterias
- Protozoarios
Debe decirse, por último, que existen algunos organismos que no encajan a la perfección en la división entre los heterótrofos y los autótrofos: algunas bacterias y otros microorganismos, por su parte, pueden obtener carbono de la actividad autótrofa o depender de otro material orgánico para ello. A estos se los considera mixótrofos, pues combinan la actividad de ambos grupos.
- Sigue en: Organismos heterótrofos
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