Con el nombre de redondeo (o truncamiento) se conoce a la acción de disminuir la cantidad de decimales que un número no entero presenta, reduciendo tantos decimales como el usuario decida a partir de un método estrictamente definido. Por ejemplo: 3.9, expresado sin ningún decimal, 4; 0.5, expresado sin ningún decimal, 1; 32.49, expresado con un decimal, 32.5.
En ocasiones, se procede a eliminar del todo los decimales, transformando en entero un número que no lo es. Es importante aclarar que eliminar los decimales ‘0’ que aparecen al final no corresponde al proceso de redondeo, pues la convención afirma que allí se eliminan automáticamente, e incluirlos solo se hace por acción intencional.
En el ámbito de las matemáticas se utiliza habitualmente en el marco del cálculo y el análisis matemático formal, el que implica cuentas, ecuaciones y procesos analíticos de diversos tipos.
Sin embargo, las aplicaciones de estos procesos son diversas y apuntan a múltiples ámbitos, entre los que se encuentran cuestiones mucho más ligadas a la cotidianidad. En estos casos, al no ser tan importante la extrema exactitud de los resultados sino la utilidad para la que son incorporados aparecen elementos no tan intrínsecos a las matemáticas como las aproximaciones o el redondeo.
El acto de redondear implica transformar un número en otro, que por las nociones matemáticas básicas de la regla numérica implicará transformarlo en un número mayor o menor que él. Los casos que admiten el redondeo suponen que los decimales que se omiten son menos importantes que la conveniencia práctica de que no aparezcan. Es por esto que, según el caso, será distinta la cantidad de decimales que se elijan omitir.
En cualquier circunstancia, sin embargo, el procedimiento para realizar el redondeo es el mismo: lo primero que debe hacerse es seleccionar la cantidad de decimales que querrá incluirse. Acto seguido, se observa el decimal posterior al último que se quiere dejar, y se lo coteja: si se trata de un número menor a 5, el decimal anterior persistirá igual (siendo el número redondeado menor al sin redondear), en cambio si el decimal observado es mayor o igual a 5 es que al anterior se lo incrementa en uno para devolverlo como redondeado. Esto implicará que el número redondeado será mayor al que no sufrió el proceso, y tiene una circunstancia particular: si el número que debe incrementarse en uno es 9, entonces pasa a 10 incrementándose en uno el digito anterior, y eliminando así un decimal más del el que se tenía intención mediante el redondeo.
Una circunstancia típica del redondeo es en el caso de los números periódicos. Allí, la infinitud en los dígitos decimales hace que excepto que se quiera utilizar el símbolo propio de los periódicos, necesariamente deba redondearse el número.
En el caso de la expresión de dos tercios, por ejemplo, el redondeo se produce eligiendo la cantidad de dígitos que querrá mostrarse y colocando hasta uno antes que ese el número seis, y en el último el 7, pues se trata de la sigla ‘6’ hacia el infinito. Si se quiere redondear sin ningún decimal, sin embargo, el redondeo dará 1.
Puede servirte:
Ejemplos de redondeo de decimales
- 3.9, expresado sin ningún decimal, 4.
- 7.1, expresado sin ningún decimal, 7.
- 0.5, expresado sin ningún decimal, 1.
- 512.312513513, expresado con seis decimales, 512.312514.
- 124.562, expresado sin ningún decimal, 125.
- 2002.5, expresado sin ningún decimal, 2003.
- 913.009, expresado con un decimal, 913.0 (el 0 se incluye por la búsqueda explícita de expresarlo con un decimal).
- 313.948, expresado con dos decimales, 313.95.
- 31.13, expresado con un decimal, 31.1.
- 0.94, expresado sin ningún decimal, 1.
- 88.19, expresado con un decimal, 88.2.
- 777.77777777, expresado sin ningún decimal, 778.
- 304.698, expresado con dos decimal, 305.70 (el 0 se incluye por la decisión de expresarlo con dos decimales)
- 32.49, expresado con un decimal, 32.5.
- 617.824917, expresado con cuatro decimales, 617.8249.
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