El síndrome de abstinencia es el conjunto de las reacciones físicas que aparecen en una persona que deja de ingerir alguna sustancia a la que es adicto: esta puede ser una sustancia psicoactiva en los términos formales del lenguaje, o bien puede ser otra cosa a la que es adicto y el proceso por el que ingresa al cuerpo no es el de la introducción física. Por ejemplo: abstinencia al alcohol, abstinencia a la nicotina, abstinencia la cafeína.
Hay ocasiones en las que el síntoma del cuerpo tomando noción de que no puede acceder más a la sustancia se produce en cualquier momento y lugar, y otras en las que el síndrome se produce en determinadas circunstancias donde la persona solía consumir: esta es la distinción entre el síndrome de abstinencia tardío y el condicionado, que también se llama psicológico. En este último, la dependencia física no es tanta como la creada por el propio individuo.
De los síntomas del síndrome de abstinencia, el que puede llegar a ser el más nocivo es el del alcohol (paradójicamente, una de las pocas sustancias psicoactivas que están socialmente aceptadas y que no produce rechazo quien las consume). En ocasiones, la abstinencia del alcohol llega a producir un conjunto de alucinaciones conocidas como delírium trémens, que pueden llevar a la taquicardia, la hipertensión o los ataques de pánico: es muy importante prevenir esto, en el caso de las salidas de esta adicción.
Una particularidad del síndrome de abstinencia es que, por más de que tenga muchas manifestaciones físicas, no es considerado una enfermedad sino una condición conflictiva en la salud de las personas, pues en todo el proceso de cura y recuperación de las adicciones aparece este síndrome y no debe ser motivo de claudicación en la lucha contra el vicio, sino que ese es el momento de redoblar los esfuerzos.
No es ese el único caso de aparición del síndrome de abstinencia, pues son los síntomas del síndrome lo que hacen que, en el caso de algunas drogas, el usuario sienta la dependencia y la necesidad de volver a consumir.
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Manifestación de los síntomas
No existen reglas generales para las manifestaciones de los síntomas de abstinencia, pues son muy relativos a los niveles de consumo que tiene cada persona, para comprender qué es lo que sufrirá cuando ese consumo se vea drásticamente disminuido.
Sin embargo, es frecuente que los síntomas sean los inversos a lo que se buscaban mediante el consumo de la sustancia: así, cuando la dependencia que se corta es hacia sustancias depresoras la manifestación habitual es la ansiedad, mientras que cuando se corta una dependencia hacia sustancias estimulantes, la sensación es de desinterés y apatía.
Tratamiento del síndrome de abstinencia
El tratamiento del síndrome de abstinencia varía según el caso, con algunas diferencias sustanciales entre criterios: hay algunas adicciones para las que se permite el consumo y la reducción progresiva de la dependencia, mientras que en otros casos es necesario cortarlas de plano.
Cuando el síndrome de abstinencia produce problemas graves de depresión, es posible que se acuda a nuevas sustancias como los antidepresivos para evitar el riesgo de suicidio. Sin embargo, el procedimiento más inteligente es comprender el efecto que la droga produce y crear las condiciones para que no sea necesario acudir a él.
Ejemplos de síndrome de abstinencia
- Síndrome de abstinencia del alcohol.
- Síndrome de abstinencia de la nicotina.
- Síndrome de abstinencia a los ansiolíticos.
- Síndrome de abstinencia al cannabis.
- Síndrome de abstinencia a la cafeína.
- Síndrome de abstinencia a las anfetaminas.
- Síndrome de abstinencia a la heroína.
- Síndrome de abstinencia al opio.
- Síndrome de abstinencia a la cocaína.
- Síndrome de abstinencia al juego.
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