50 Ejemplos de
Oraciones para rezar

La liturgia cristiana reúne una importante cantidad de oraciones que los feligreses pronuncian en grupo o de manera individual a modo de rezo o plegaria; a todas ellas se las conoce genéricamente como oraciones cristianas. Estas rescatan valores como la fe, la esperanza, la paz y la solidaridad, todos ellos inspirados en la Eucaristía o Sagrada Comunión.

Tanto para la Iglesia Católica Apostólica romana como para la Iglesia Ortodoxa y la Copta, la eucaristía es el punto de partida y el de culminación de todo cristiano, signo de unidad y vínculo indisoluble con la caridad. Según la mayoría de las tradiciones del cristianismo, es el sacramento del cuerpo y de la sangre de Jesucristo, convertidos en pan y vino.

La oración como forma de comunicación entre Dios y los hombres es un hecho. Mediante la oración se glorifica y enaltece la palabra divina, se vuelven los ojos al Señor con humildad, despojado de toda vanidad.

Si bien cada persona puede orar con sus propias palabras, las que surjan de la pureza de su alma, también existen arraigadas en la tradición cristiana un conjunto de oraciones que se pronuncian de manera ordenada, las principales son las que forman parte del llamado Santo Rosario que los niños reciben en su Primera Comunión.

oraciones y rezos

Ejemplos de oraciones breves

Se transcriben a continuación doce oraciones cortas, fáciles de recordar y pronunciar:

  1. Ángel de la guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día; hasta que descanse en los brazos de Jesús, José y María.
  2. Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
  3. Oh, Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, manantial de misericordia para nosotros, en Ti confío.
  4. Padre Eterno, yo te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero.
  5. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
  6. A ti, Virgen María. Por tu inmensa bondad te ofrezco mi alma en flor, mi poesía. Sembraste caridad en mi tierra baldía con el milagro de tu cercanía.
  7. ¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a Vos; y en prueba de mi filial afecto os consagro, en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra: todo mi ser. Ya que soy todo vuestro, Madre de bondad, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra.
  8. Jesús, ilumina la vida de nuestras madres. Premia sus desvelos y trabajo. Da paz a las madres ya difuntas. Bendice a todos los hogares, y que los hijos sean siempre gloria y corona de las madres. Amén.
  9. Oh, San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha, sé nuestra a ayuda contra la maldad y acechanzas del demonio, Dios lo domine, lo pedimos suplicantes. Y tu Príncipe de la milicia celestial encadena en el infierno con el poder divino a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
  10. Que la Santa Cruz del Señor sea mi luz, No sea el demonio mi guía. Apártate Satanás, no sugieras cosas vanas pues maldad es lo que brindas Bebe tu mismo el veneno. amén.
  11. Padre de bondad, Padre de amor, te bendigo, te alabo y te doy gracias porque por amor nos diste a Jesús.
  12. Señor, te pedimos que al levantarnos mañana podamos mirar al mundo con ojos llenos de amor.

Compilado de oraciones para rezar

Se indican aquí doce oraciones para rezar, algunas de ellas en situaciones particulares (como frente a una enfermedad o durante un parto):

  1. La señal de la Santa Cruz. Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
  2. Credo. Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
  3. Acto de contrición. Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
  4. Padre nuestro. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación; mas líbranos del mal. Amén.
  5. Ave María. Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo bendita eres entre todas la mujeres y bendito el fruto de tu vientre Jesús Santa María, madre de Dios ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte Amén.
  6. Salve. Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!
  7. Oración a María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Omnipotente y sempiterno Dios, que con la cooperación del Espíritu Santo, preparaste el cuerpo y el alma de la gloriosa Virgen y Madre María para que fuese merecedora de ser digna morada de tu Hijo; concédenos que celebramos con alegría su conmemoración, por su piadosa intercesión seamos liberados de los males presentes y de la muerte eterna. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.
  8. Gloria. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
  9. Yo confieso. Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante vosotros hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén.
  10. Oración de San Miguel Arcángel. San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tu príncipe de la milicia celestial arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
  11. Oración de San Bernardo. ¡Acordaos, oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que haya acudido a Vos, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, oh Virgen, Madre de la vírgenes, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vuestra presencia Soberana. No desechéis oh purísima Madre de Dios mis humildes súplicas, antes bien, escuchadlas favorablemente. Así sea.
  12. Rezo del Ángelus. Infundid, Señor, vuestra gracia en nuestras almas, para que, pues hemos creído la Encarnación de vuestro Hijo y Señor nuestro Jesucristo anunciada por el Ángel, por los merecimientos de su Pasión y Muerte, alcancemos la gloria de la Resurrección. Amén.
  13. Dios todopoderoso, tú que inspiraste a la Virgen. Dios todopoderoso, tú que inspiraste a la Virgen María, cuando llevaba en su seno a tu Hijo, el deseo de visitar a su prima Isabel, concédenos, te rogamos, que, dóciles al soplo del Espíritu, podamos, con María, cantar tus maravillas durante toda nuestra vida. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
  14. Devociones al Sagrado Corazón de Jesús y María. Corazón Sagrado de Jesús, en Vos ponemos toda nuestra confianza, temiéndolo todo de nuestra fragilidad, esperándolo todo de vuestra bondad: sed el único objeto de nuestro amor, el protector de nuestra vida, el sostén en nuestra debilidad,  la reparación de nuestras faltas, la seguridad de nuestra salvación y  nuestro refugio en la hora de la muerte.  Amén.
  15. Señor mío Jesucristo. ¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
  16. Oración ante el Crucifijo. Miradme, ¡oh mi amado y buen Jesús!, postrado ante vuestra Santísima presencia; os ruego con el mayor fervor y compasión de que soy capaz imprimáis en mi corazón vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad. Verdadero dolor de mis pecados, propósito firmísimo de jamás ofenderos. Mientras que yo, con todo el amor de que soy capaz voy considerando vuestras cinco llagas, comenzando por aquello que dijo de Vos, oh buen Jesús, el santo profeta David: ¡«Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis huesos».
  17. Oración para bendecir los alimentos. Bendice Señor estos alimentos que vamos a recibir por tu misericordia, y bendice a quienes los han preparado. Da pan a los que tienen hambre, y hambre de justicia a los que tienen pan. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
  18. Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
  19. Virgen del Parto, protege y defiende con amor todos los niños, para que regenerados en el agua del bautismo e incorporados a la Iglesia, crezcan serenos, llenos de vida,  se conviertan en testimonios valientes de tu Hijo Jesús y perseveren, con la gracia del Espíritu Santo, en el camino de santidad. Amén.
  20. Glorioso San Ramón Nonato, te suplico tu intercesión. Tú llevaste una vida resplandeciente por la protección de tu Dios. Intercede ahora por mí y mis intenciones. Necesitamos niños que sepan mirar al mundo, con ojos llenos de amor, y que cierren sus ojos al odio y la maldad. Queremos hacer del mundo, una familia donde todos los hombres se amen y amen a Dios. Amén.
  21. Padre Dios Todopoderoso, fuente de la salud y del consuelo, que has dicho «Yo soy el que te da la salud». Acudimos  a ti en este momento en  el que por la enfermedad sentimos la fragilidad de nuestros cuerpos. Ten piedad Señor de los que estamos sin fuerza, devuélvenos la salud.
  22. Alégrate, Reina del Cielo, aleluya. Porque Aquél que mereciste llevar en tu seno, aleluya. Ha resucitado según lo predijo, aleluya. Ruega por nosotros a Dios, aleluya. Gózate y alégrate Virgen María, aleluya. Porque verdaderamente el Señor ha resucitado, aleluya.
  23. Conviértenos a ti, Dios salvador nuestro, y ayúdanos a progresar en el conocimiento de tu palabra, para que así la celebración de esta Cuaresma dé en nosotros fruto abundante. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quién contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
  24. Padre eterno, convierte hacia ti nuestros corazones, para que, viviendo consagrados a tu servicio, te busquemos siempre a ti, que eres lo único necesario, y practiquemos la caridad en todas nuestras acciones. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, quien contigo y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
  25. El ángel del Señor anunció a María y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo. Dios te salve María… He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra. Dios te salve María… Y el verbo se hizo carne. Y habitó entre nosotros. Dios te salve María…  Ruega por nosotros Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
  26. Nuestra Señora del Socorro, Gracias, porque escuchas siempre los ruegos de quienes ponen en ti su confianza. Nos acordamos cuando fuiste, presurosa, por las montañas de Judá,  a prestar ayuda a tu prima Isabel. Recordamos cómo acudiste maternalmente en socorro de los novios en las bodas de Caná. Amén.
  27. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
  28. Gracias Señor por tu infinita misericordia, en ti confío y es por ti que puedo seguir adelante porque eres mi sostén, esa mano que salva cuando estamos a la deriva. Te amo Señor y te doy gracias por lo malo, porque de ello aprendo y me convierto y también por lo bueno.
  29. Bendita sea tu pureza. Bendita sea tu pureza, y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti celestial princesa Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes Madre mía.
  30. Señor mío y Dios mío, Padre bueno, creador del cielo y de la tierra, sin yo merecerlo me regalas un nuevo día de vida ¡Muchas gracias! Tú sabes que soy pequeño, y que sin tu ayuda caigo a cada paso. ¡no me sueltes la mano! Ayúdame a descubrir, que todos los hombres son tus hijos y por tanto mis hermanos. Enséñame a disfrutar de la vida, a vivir con alegría y a ayudar a los demás. Amén.
  31. Señor, mira complacido a tu pueblo. Señor, mira complacido a tu pueblo, que con fervor desea entregarse a una vida santa, y, ya que con sus privaciones se esfuerza por dominar el cuerpo, que la práctica de las buenas obras transforme su alma. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quien contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
  32. Señor, Padre Santo. Señor, Padre santo, que nos has mandado escuchar a tu amado Hijo, aliméntanos con el gozo interior de tu palabra, para que, purificados por ella, podamos contemplar tu gloria con mirada limpia en la perfección de tus obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quién contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

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Equipo editorial, Etecé (19 de agosto de 2024). Oraciones para rezar. Enciclopedia de Ejemplos. Recuperado el 30 de octubre de 2024 de https://www.ejemplos.co/12-ejemplos-de-oraciones-para-rezar/.

Sobre el autor

Fecha de publicación: 8 de septiembre de 2015
Última edición: 19 de agosto de 2024

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