La caridad es la virtud que hace referencia a practicar el bien y tener actitudes solidarias con el padecimiento ajeno, sin esperar ningún tipo de retribución. Por ejemplo: dar una limosna o auxilio a las personas que lo necesitan.
La caridad es un concepto fundamental para la religión cristiana. Es una de las tres virtudes teologales, junto con la esperanza y la fe. Estas tres virtudes representan los hábitos infundidos por Dios en la voluntad de las personas. La caridad se destaca entre ellas porque es la que puede mantener unidos a los miembros de una comunidad, ya que implica el amor al prójimo.
El término “caridad” se utiliza muchas veces como sinónimo de beneficencia. En estos casos, se refiere a la actitud de hacer el bien a los demás. También, en el lenguaje cotidiano, puede significar amor, comprensión o generosidad. Por ejemplo: ser caritativo es comprender el sufrimiento de los demás.
- Ver además: Generosidad
¿Qué es un acto de caridad?
Un acto de caridad es una acción que se realiza de forma desinteresada para ayudar a otros. Surge ante las necesidades de los demás y se lleva a cabo de forma voluntaria. Por ejemplo: hacer una donación de útiles escolares a una escuela que cuenta con pocos recursos.
La caridad es una actitud sincera y generosa. Existen muchas instituciones que se dedican a organizar campañas para ayudar a personas y animales que necesitan algún tipo de asistencia, como organizaciones no gubernamentales, refugios o merenderos comunitarios. La caridad se ejerce sin distingo de ningún tipo, es decir, sin tener en cuenta religión, afiliación política ni lugar de nacimiento. Se define como universal porque se fundamenta en el amor a Dios expresado en el amor al prójimo.
Diferencias entre caridad y solidaridad
Un acto de caridad se diferencia de un acto de solidaridad. La solidaridad implica la colaboración entre personas y la generación de vínculos entre ellas. Se basa en el intercambio e implica trabajar para un bien común. En la solidaridad, está presente un sentimiento de confraternidad. Por ejemplo: ser voluntario en una organización cultural.
En cambio, la caridad es un acto unilateral en el que una persona ayuda a otra como forma de asistencia y desde un lugar diferenciado: alguien que tiene más asiste al que tiene menos. Por ejemplo: proporcionar comida a una persona desconocida.
- Más en: Solidaridad
Ejemplos de caridad
- Dar una limosna. Compartir el dinero que se tiene con alguien más necesitado, sin mirar de quién se trata, es considerado el acto caritativo por excelencia en la sociedad capitalista moderna. Por ejemplo: dar dinero a una persona que se encuentra en situación de calle.
- Dar comida al hambriento. Este gesto consiste en alimentar a los demás sin esperar pago ni retribución alguna, simplemente por hacer el bien. Por ejemplo: servir comida en una institución benéfica.
- Obsequiar ropa. Se trata de donar ropa en buenas condiciones a aquellos que la necesitan. Por ejemplo: llevar prendas y calzados a una iglesia.
- Socorrer a un extraño. La caridad dispone a las personas a sentir compasión por las situaciones de riesgo que pueda vivir alguien desconocido, y a brindar ayuda. Por ejemplo: asistir a una persona que se descompensa en un transporte público.
- Ayudar desinteresadamente. La caridad supone brindar una mano amable a quien lo necesite, sin esperar nada a cambio. Por ejemplo: ayudar a un anciano a cruzar la calle o ceder el asiento a una mujer embarazada.
- Servir a los demás. La caridad cristiana implica la renuncia a los egoísmos y la predisposición para brindar a los demás un servicio desinteresado. Por ejemplo: ayudar a alguien a trasladar un objeto pesado o a encontrar a un familiar extraviado.
- Colaborar con una asociación benéfica. Una forma de ejercer la caridad es realizar aportes económicos o materiales a una organización que se dedique a un fin social. Por ejemplo: donar dinero mensualmente a una ONG que defiende los derechos humanos.
- Contemplar a los demás. Se trata de actuar de manera responsable incluso con personas desconocidas. Implica mirar alrededor y prestar atención a los demás. Por ejemplo: recoger los restos de la mesa en un restaurante de comida rápida después de comer y dejarla limpia para la siguiente persona que la utilice.
- Visitar a los enfermos. Consiste en visitar a las personas heridas o enfermas y brindarles cuidados, apoyo afectivo o material, incluso si se trata de alguien ajeno a nuestro entorno familiar o íntimo. Por ejemplo: realizar las compras para un vecino que está enfermo.
- Apoyar una organización ambiental. La caridad también implica observar necesidades más allá de lo conocido o cercano. Una forma de hacerlo es ofrecer tiempo para colaborar en tareas de cuidado ambiental. Por ejemplo: plantar árboles o colaborar en la clasificación de los residuos reciclables.
- Escuchar. Un gesto de caridad importante es brindar tiempo, paciencia y consuelo a quienes se encuentran desalentados por estar atravesando una situación difícil o triste. Por ejemplo: escuchar a alguien que ha sufrido una pérdida.
- Organizar una colecta de juguetes. Es una forma de ejercer la caridad e involucrar a otras personas. Por ejemplo: recibir y clasificar juguetes en buen estado para niños que viven en un centro de protección.
- Educar. Se trata de brindar conocimientos a otras personas para que puedan utilizarlos y mejorar su calidad de vida. Por ejemplo: enseñar jardinería en un centro vecinal.
- Dar buen consejo. Una forma de ayudar a los demás consiste en brindar el mejor consejo posible a quien lo requiera, teniendo en cuenta su beneficio inmediato y futuro. Por ejemplo: aconsejar a un nuevo compañero de clase sobre cómo organizar sus horarios.
- Crear hábitos de donación. Consiste en realizar donaciones con regularidad. Por ejemplo: donar dinero a una ONG una vez por mes o donar ropa cada tres meses.
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Referencias
- Abbagnano, N. (Ed.). (2004). Diccionario de filosofía (4° ed.). Fondo de Cultura Económica
- Cáritas de Monterrey. (2018). Ejemplos de caridad para ayudar a los demás. https://www.caritas.org.mx/
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