15 Ejemplos de
Homeostasis

La homeostasis es la capacidad de los seres vivos de mantener la estabilidad interior de sus cuerpos, en lo pertinente a la temperatura y el pH (balance entre acidez y alcalinidad), mediante el intercambio de materia y energía con el medio ambiente. Por ejemplo: hibernación, sudoración, vasodilatación.

Esto se produce gracias a diversos sistemas de autorregulación metabólica que sostienen el equilibrio dinámico necesario para la preservación de la vida.

Así, frente a la aparición de cambios en las condiciones de su entorno, los seres vivos pueden responder mediante alguna de las siguientes estrategias:

  • Evasión. Consiste en atenuar o disminuir el impacto interno de dichas variaciones ambientales mediante algún mecanismo de escape, como variar de hábitat a uno más conveniente o asumir formas resistentes al entorno.
  • Conformidad. El interior del ser viviente varía junto con el ambiente, dado que su regulación no es eficiente, por lo que éste deberá adecuarse de manera paulatina o “aclimatarse” a las nuevas condiciones.
  • Regulación. De cara al cambio ambiental, el ser viviente ejecuta acciones compensatorias que mantienen el interior de su cuerpo en una condición relativamente constante.

Los procesos homeostáticos, sin embargo, no operan del todo conforme a estas categorías, ya que ningún organismo puede ser un regulador o conformista absoluto. Lo más usual es que se produzca una mezcla de las tres estrategias, dependiendo del factor ambiental variante y a la naturaleza de la criatura.

También puede entenderse como una forma de homeostasis la regulación del equilibrio químico interno mediante mecanismos de excreción, o el mantenimiento de los niveles de glucosa mediante la secreción hormonal y la glucogénesis o glucogenólisis (en casos de abundancia o escasez respectivamente).

Ejemplos de homeostasis

reptil al sol - homeostasis
  1. Exponerse al sol. Es frecuente ver a los reptiles, animales incapaces de regular autónomamente su temperatura interior (animales de sangre fría), exponerse al sol para incrementar su temperatura corporal y energizar sus metabolismos.
  2. Hibernación. Los osos y otros mamíferos suelen rehuirle a las crudezas del invierno (nevadas, lluvias, bajas temperaturas, poco alimento) internándose en cuevas o madrigueras alejadas del impacto de los elementos. Allí enlentecen sus metabolismos y subsisten con un mínimo de consumo energético, sostenidos por las reservas lipídicas construidas previamente.
  3. Tiritar. De cara a una disminución repentina de la temperatura ambiental, el cuerpo de los otros animales homeotermos da una señal nerviosa a su musculatura para generar un temblor que genere calor muscular y permita contrarrestar un poco el frío.
  4. Regulación de la glucosa. Como dijimos antes, de cara a la disminución o la sobreabundancia de azúcares en sangre, el organismo humano activa un aparato hormonal destinado a acelerar la síntesis de la glucosa (y formación de lípidos de reserva) o para extraerla de dichos lípidos o, si fuera necesario, de las fibras musculares y otros tejidos, con tal de mantener los niveles dentro de lo adecuado. El órgano encargado de dichas labores es el páncreas.
  5. Rehuirle al sol. En condiciones de extrema exposición solar, como los desiertos o en temporadas de temperatura extrema, los reptiles y animales de sangre fría buscan refugio bajo hojarascas, rocas o incluso bajo tierra, persiguiendo la frescura de dichos ambientes para calmar el exceso de calor en sus cuerpos.
  6. Vasodilatación. Cuando entramos en ambientes de mucho calor, nuestro cuerpo ordena el ensanche de los capilares sanguíneos, incrementando la superficie de los mismos expuesta al ambiente, y permitiendo así la pérdida del exceso de calor y enfriando la sangre.
  7. Vasoconstricción. El caso contrario a la vasodilatación tiene lugar en ambientes de baja temperatura, en que los capilares se cierran para minimizar la cantidad de sangre expuesta al frío y conservar así el calor sanguíneo lo más posible.
  8. Erizamiento cutáneo. La llamada “piel de gallina” es otro mecanismo homeostático, pues permite erizar los vellos cutáneos y atenuar la cantidad de calor irradiada por la piel. Es un reflejo evolutivo que ha permanecido a pesar de la pérdida de algún tipo de pelaje que recubriera a nuestros ancestros biológicos.
piel y transpiracion - homeostasis
  1. Sudoración. Consiste en la secreción de sustancias líquidas sobre la piel, cuya evaporación la refresca y permite paliar el incremento de temperatura interior.
  2. Control del amoníaco. Si bien el amoníaco es una sustancia vinculada con nuestros procesos digestivos, que aporta el nitrógeno necesario para diversos aminoácidos y proteínas, sus niveles en el cuerpo humano deben ser vigilados por el hígado. Este órgano es capaz de convertir el excedente de amoníaco en urea y expulsarlo a través de la orina formada en los riñones. Caso contrario, el incremento del amoníaco conduciría a un deterioro del funcionamiento del organismo.
  3. La transpiración lingual de los perros. La usual imagen del perro con la lengua afuera se debe a que es la forma que tiene la especie de intercambiar calor con el medio ambiente, ya que la lengua del perro contiene numerosa irrigación sanguínea y permite un refrescamiento al ser extraída del cuerpo.
  4. La aceleración de la respiración. Cuando los mamíferos se encuentran en ambientes de baja concentración de oxígeno, o cuando los niveles del oxígeno en sangre son muy bajos para la demanda celular (cuando hacemos ejercicios, por ejemplo), surge una respuesta inmediata que acelera la respiración para aumentar la porción de aire respirado. Al mismo tiempo el corazón late más aprisa y aumenta la tensión sanguínea, propiciando una mejor irrigación de sangre oxigenada al cuerpo.
  5. La homeostasis celular. En el proceso de regulación de la presión interna de las células (presión osmótica), éstas liberan o absorben contenido circundante a través de la selectividad de sus membranas plasmáticas, hasta tener los niveles de concentración adecuados para su estabilidad.
  6. Regulación del pH sanguíneo. El metabolismo ordinario de nuestros cuerpos genera cantidades de desechos ácidos que atentan contra el nivel apropiado de acidez sanguínea, cuyas fronteras compatibles con la vida son entre 7.0 y 7.7, por lo que deben ser desechadas cuanto antes mediante diversos sistemas de vigilancia y control bioquímico.
  7. El sistema inmunológico. En tanto que mantiene a raya los elementos intrusivos que podrían generar inconvenientes al organismo, nuestro sistema inmune actúa como un mecanismo para preservar la homeostasis del sistema, perpetuando su estabilidad de cara a posibles infecciones o patologías, incluso cuando éstas ya han logrado penetrar al cuerpo.
sistema inmune humano - atacando virus

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Equipo editorial, Etecé (31 de agosto de 2022). Homeostasis. Enciclopedia de Ejemplos. Recuperado el 26 de noviembre de 2024 de https://www.ejemplos.co/15-ejemplos-de-homeostasis/.

Sobre el autor

Fecha de publicación: 3 de noviembre de 2016
Última edición: 31 de agosto de 2022

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