Las enfermedades gastrointestinales o digestivas comprenden diversos trastornos del tracto gastrointestinal, que es aquel que nos permite alimentarnos en forma adecuada y estar bien nutridos. Por ejemplo: síndrome de colon irritable, pólipos intestinales, celiaquía.
Se cree que el estrés asociado al ritmo vertiginoso de las grandes ciudades y la composición de los alimentos que consumimos, al igual que los hábitos de vida, influyen en gran medida en el desarrollo de este tipo de enfermedades.
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Ejemplos de enfermedades gastrointestinales
| síndrome de colon irritable | pólipos intestinales |
| cáncer colorrectal | celiaquía |
| intolerancia a la lactosa | enfermedad de Crohn |
| cálculos biliares | colitis ulcerosa |
| hemorroides | diverticulosis |
| cáncer de esófago | reflujo gastroesofágico |
| hepatitis B | úlcera péptica |
| cirrosis | hernia de hiato |
| insuficiencia hepática | colecistitis |
| pancreatitis | síndrome del intestino corto |
Síntomas de las enfermedades gastrointestinales
En las enfermedades gastrointestinales pueden aparecer síntomas como sangrado al evacuar, distensión abdominal, estreñimiento, diarrea, acidez gástrica, náuseas, vómitos, dificultad para deglutir, incluso aumento o pérdida de peso repentinos.
Muchas enfermedades gastrointestinales son leves y se superan en pocos días, a menudo con una simple dieta; otras son graves y requieren atención médica inmediata.
Es importante estar alerta a los síntomas mencionados, ya que muchas de las enfermedades gastrointestinales mejoran notablemente su pronóstico si son diagnosticadas en sus fases más tempranas.
También hay que tener en cuenta que existen importantes enfermedades gastrointestinales congénitas. Tal vez los dos casos más conocidos en este sentido son la enfermedad celíaca y la intolerancia a la lactosa:
- Enfermedad celíaca. Se vincula con ciertas alteraciones en un conjunto de genes localizados en el cromosoma 6, que hacen que el organismo identifique a las proteínas del gluten, que digerimos al comer las harinas habituales, como agentes nocivos, lo que hace que el sistema inmunitario reaccione con producción de anticuerpos e inflamación del intestino delgado. Lo curioso y a la vez complejo es que solo el 2 % de las personas que tienen esta alteración genética son celíacas, de modo que sin duda existen otros procesos y genes implicados en el desarrollo de esta enfermedad.
- La intolerancia a la lactosa. Se sabe que el cuerpo necesita la enzima lactasa para digerir la lactosa; la intolerancia surge cuando el intestino delgado no produce suficiente cantidad de esta enzima, y existen indicios de que esto estaría ocasionado por mutaciones en algunas regiones del gen LCT.
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