Los fenómenos físicos y químicos que suceden a nuestro alrededor han sido motivo de interés desde épocas muy pasadas, e importantes civilizaciones como la de los egipcios, la de los chinos y sobre todo la de los antiguos griegos pusieron especial atención en ellos, a fin de describirlos y de interpretarlos.
La diferencia entre los fenómenos físicos y los químicos radica en determinar si existe o no cambio en la naturaleza o propiedades características de los elementos involucrados:
- Fenómenos físicos. No se producen cambios en la composición de las sustancias, las moléculas no varían. Por ejemplo: el granizo, arrugar un papel, estirar un resorte.
- Fenómenos químicos. Sí se dan cambios y eventualmente aparecen nuevas sustancias. Por ejemplo: salinización de los suelos, mermeladas, fotosíntesis.
Además, en los fenómenos físicos las sustancias por lo general pueden volver a su estado original, en tanto que esto no es lo común en los fenómenos de tipo químico.
- Ver además: Fenómenos fisicoquímicos
Fenómenos peligrosos
Muchos fenómenos físicos naturales resultan devastadores para los seres humanos y las sociedades en general, y a menudo los países deben disponer de complejos sistemas de socorro para ayudar a las víctimas de desastres naturales.
A la vez que deben gastar muchos recursos materiales para que ciudades enteras se recuperen de los daños provocados por eventos naturales como terremotos, inundaciones o tsunamis.
También algunos fenómenos químicos de repente se convierten en catástrofes naturales: los incendios forestales son un claro ejemplo de ello.
Beneficios de los fenómenos físicos y químicos
Los fenómenos químicos, por otro lado, han permitido desarrollar una amplia gama de productos que el ser humano utiliza de diferentes formas.
La obtención de bebidas alcohólicas a partir de frutas o granos y de quesos se basa en el proceso químico de fermentación. Antes de que existiera la fotografía digital, las fotos se obtenían por un proceso que implicaba el uso de una sal de plata.
La luz procedente del espacio y la que se refleja en los cuerpos era dirigida a través del conjunto de lentes e incidía sobre una película fotográfica. La energía de los fotones provocaba una reacción química en esa sal de plata (bromuro o ioduro).
Muchos fenómenos físicos también son la base del funcionamiento de una cantidad de instrumentos o máquinas que hacen más sencilla la vida de las personas.
Pensemos en las palancas, las poleas, los aparejos y demás sistemas mecánicos, que han significado y aún hoy significan una enorme ayuda para mover objetos pesados, por ejemplo.
O en todos los instrumentos ópticos de los que hoy disponemos, desde los simples anteojos y lupas hasta aquellos más complejos, como microscopios y telescopios, que permiten ver objetos muy pequeños o muy lejanos, respectivamente, con enorme detalle.
Todos ellos aprovechan fenómenos físicos como la difracción, la reflexión o la refracción de la luz.
Ejemplos de fenómenos físicos y químicos cotidianos
Se dan a continuación algunos ejemplos de fenómenos físicos o químicos.
Físicos
- Condensación de agua sobre una ventana
- Manzana que cae del árbol
- Granizo
- Preparación de una infusión
- Erupciones volcánicas
- Preparación de cubitos de hielo a partir de agua
- Arrugar un papel
- Estirar un resorte
Químicos
- Corrosión de metales
- Digestión de alimentos en el cuerpo humano
- Purificadores de agua
- Leudado del pan
- Salinización de suelos
- Incendios
- Funcionamiento de una pila
- Baterías de auto
- Escabeches
- Mermeladas
- Conservación de aceitunas en salmuera
- Fotosíntesis
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