Entre los sistemas que dan forma al cuerpo humano (y el de todos los animales) existe uno conocido como el aparato locomotor, que es el capaz de dar consumación a la capacidad de moverse que existe en los seres humanos, sirviendo a su vez de protección para todo el resto de los órganos del cuerpo, responsables de las funciones vitales.
El movimiento se produce de muchas formas, pudiendo ser voluntario o involuntario, pero es inevitable para la supervivencia de una especie tener la capacidad de ponerlo en práctica y, sobre todo, la de controlarlo y ser consciente del aprovechamiento del movimiento. Por ejemplo: correr, hablar, llorar, parpadear.
El aparato locomotor está integrado de diversos sistemas, entre los que aparece el sistema nervioso, que provee la generación y la modulación de las órdenes para la movilidad. Fundamentalmente, se trata de un aparato compuesto por tres elementos:
- Huesos. Tejido firme, de formas muy variadas pero con una estructura interna muy compleja que da lugar al sistema esquelético del cuerpo. El armazón del cuerpo humano viene dado por los huesos, que deben tener una capacidad muy grande para regenerarse y reconstituirse ante eventuales problemas.
- Articulaciones. El punto de contacto entre dos huesos del cuerpo, constituido por una unión formada por un tejido que puede componerse de distinta materia. Proporcionan elasticidad y plasticidad al cuerpo, además de ser lugres de crecimiento.
- Músculos. Órganos contráctiles del cuerpo humano, compuesto por un tejido muscular que puede contraerse o expandirse, de acuerdo a los impulsos provenientes del sistema nervioso. Con él se producen los movimientos, se mantiene la postura y se logra la estabilidad articular.
Como se dijo, el sistema nervioso tiene un rol central en el movimiento de las personas. Las neuronas son el medio principal a través del cual la información se transmite en forma de electricidad a las diferentes partes del cuerpo, que inmediatamente ejecutan el movimiento: las personas no son conscientes de esa transmisión de la información, pues se piensa que los dos hechos transcurren al mismo tiempo. Sin embargo, a esta altura se puede hacer una distinción fundamental entre los movimientos.
- Puede servirte: Nivel tisular
Movimientos voluntarios del cuerpo
Sucede que las distintas partes del cerebro son las encargadas de ordenar los diferentes movimientos voluntarios que puede realizar el cuerpo: para coordinar el objetivo y los movimientos, la corteza motora recibe primero diferentes tipos de información de varios lóbulos del cerebro.
Los siguientes ejemplos constituyen una lista de ejemplos y casos de movimientos voluntarios del cuerpo humano, coordinados por el cerebro.
- Mover los brazos
- Pararse
- Mover las piernas
- Acostarse
- Correr
- Comer
- Hablar
- Saludar a alguien
- Nadar
- Apretar un botón
- Agacharse
- Sentarse
- Caminar
- Andar en bicicleta
- Todo lo relacionado con practicar algún deporte
- Ver además: Ritmos biológicos
Movimientos involuntarios del cuerpo
Los movimientos involuntarios son aquellos que son realizados sin la intermediación del cerebro, y por lo tanto sin la voluntad explícita y clara del animal que las realiza, aunque generalmente son pensadas para el cuerpo humano.
Una parte del sistema nervioso, diferente al núcleo que es el sistema nervioso central, se denomina sistema nervioso autónomo y se ocupa de esta clase de acciones. Por ellas es que el cuerpo se regula, y se mantiene en un equilibrio más allá de los impulsos externos.
El sistema nervioso autónomo se divide entre el sistema simpático (que cumple la función de mediar en la respuesta del estrés hormonal, produciendo todos los movimientos involuntarios ligados a las hormonas) y el sistema parasimpático (responsable de la regulación de los órganos internos).
Por otra parte, existe otra clase de movimientos involuntarios constituidos por los actos reflejos, que son diferentes pues son originados por la médula espinal: son movimientos involuntarios pero realizados inmediatamente a un estímulo externo.
La siguiente lista expone algunos ejemplos de movimientos del tipo involuntario:
- Retirar la mano cuando nos quemamos.
- Llorar.
- Parpadear.
- Contracción de los bronquios en los pulmones.
- Dilatación de la pupila.
- Respirar profundo antes de entrar al agua.
- Mover la pierna al darse un golpe en el ligamento rotuliano.
- Aumento o disminución del ritmo cardíaco (velocidad del latido del corazón).
- Dilatación de los bronquios.
- Cerrar los ojos al estornudar.
- Eyaculación.
- Estimulación de las glándulas sudoríparas.
- Aumento de la producción de saliva durante el sueño.
- Disminución de la frecuencia cardíaca durante el sueño.
- El párkinson, como afección, se vale de movimientos involuntarios.
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