25 Ejemplos de
Poesía

La poesía es un género literario que se caracteriza por manifestar un sentimiento, una idea o una historia a través del lenguaje utilizado de una manera estética. Puede estar escrita en verso o en prosa, y suele valerse de recursos literarios para ganar expresividad o belleza. Por ejemplo:

El remanso del aire
bajo la rama del eco.
El remanso del agua
bajo fronda de luceros.
El remanso de tu boca
bajo espesura de besos.


Federico García Lorca, “Variación”

Muchos poemas están escritos en base a normativas de métrica y ritmo muy específicas. En la poesía más clásica, se suelen utilizar rimas, esto es, la repetición de los sonidos finales de las palabras a partir de la última vocal acentuada en dos o más versos. A su vez, los versos suelen agruparse en estrofas.

Algunas culturas antiguas crearon estilos poéticos propios y particulares, por lo general con poemas escritos en verso y con métrica y rima fijas (por ejemplo, los sonetos). Sin embargo, a partir de las vanguardias de principios del siglo XX, comenzó a utilizarse el verso libre (es decir, sin rima ni métrica preestablecidas), y su uso sigue siendo muy frecuente en la poesía moderna. Por ejemplo:

El poema es, sí, una combinación de palabras,
pero su armonía no depende
–solo–
de la naturaleza del sonido y de los timbres
ni del espacio vacío que desplaza,
depende, también,
de la nostalgia de infinito que despierte
y de la clase de revelación que sugiera.


Cristina Peri Rossi, Lingüística general, poema XXII

Ver más en:

Para tener en cuenta: Tradicionalmente, se ha denominado poesía a cada uno de los géneros en que se clasifican las obras literarias. Así, se han distinguido tres grandes géneros:

  • Poesía lírica. Expresa los sentimientos o las emociones del poeta, y su forma habitual es el poema.
  • Poesía épica. Narra acontecimientos legendarios, como las hazañas de héroes, desde un punto de vista externo y que se pretende objetivo.
  • Poesía dramática. Narra una historia o un conflicto a través de la interacción dialogada de personajes, y su finalidad es la representación frente al público.

En la actualidad, se usa el término poesía para referirse específicamente a la poesía lírica.

Características de la poesía

La poesía suele presentar las siguientes características:

Ver además:

Cuidado: Muchas veces los términos poesía y poema se utilizan como sinónimos, aunque estrictamente no significan lo mismo. El sustantivo poesía se refiere tanto al género literario como a las composiciones poéticas, mientras que el término poema solo designa los textos. Para evitar equívocos, se recomienda utilizar poesía solo para designar el género y poema para los textos poéticos.

Ejemplos de poesía

  1. “Las seis cuerdas”, de Federico García Lorca

La guitarra
hace llorar a los sueños.
El sollozo de las almas
perdidas
se escapa por su boca
redonda.
Y como la tarántula,
teje una gran estrella
para cazar suspiros,
que flotan en su negro
aljibe de madera.

  1. “Botella al mar”, de Mario Benedetti

Pongo estos seis versos en mi botella al mar
con el secreto designio de que algún día
llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
y en lugar de versos extraiga piedritas
y socorros y alertas y caracoles.

  1. “Lo fatal”, de Rubén Darío

Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror…
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
y no saber adónde vamos,
¡ni de dónde venimos!…

  1. “Aspecto”, de Alfonsina Storni

Vivo dentro de cuatro paredes matemáticas
alineadas a metro. Me rodean apáticas
almillas que no saben ni un ápice siquiera
de esta fiebre azulada que nutre mi quimera.

Uso una piel postiza que me la rayo en gris.
Cuervo que bajo el ala guarda una flor de lis.
Me causa cierta risa mi pico fiero y torvo
que yo misma me creo pura farsa y estorbo.

  1. “La luna”, de Jorge Luis Borges

A María Kodama
Hay tanta soledad en ese oro.
La luna de las noches no es la luna
que vio el primer Adán. Los largos siglos
de la vigilia humana la han colmado
de antiguo llanto. Mírala. Es tu espejo.

  1. “Zapatos”, de Charles Bukowski
    (Traducción de Rafael Díaz Borbón)

cuando eres joven
un par
de zapatos
femeninos
de tacón alto
inmóviles
solitarios
en el ropero
pueden encender
tus huesos;
cuando estás viejo
son solo
un par de zapatos
sin
nadie
en ellos
y
también.

  1. “A la estrella nocturna”, de William Blake
    (Traducción de Laura di Verso)

¡Tú, ángel rubio de la noche,
ahora, mientras el sol descansa en las montañas, enciende
tu brillante tea de amor! ¡Ponte la radiante corona
y sonríe a nuestro lecho nocturno!
Sonríe a nuestros amores y, mientras corres los
azules cortinajes del cielo, siembra tu rocío plateado
sobre todas las flores que cierran sus dulces ojos
al oportuno sueño. Que tu viento occidental duerma en
el lago. Di el silencio con el fulgor de tus ojos
y lava el polvo con plata. Presto, prestísimo,
te retiras; y entonces ladra, rabioso, por doquier el lobo
y el león echa fuego por los ojos en la oscura selva.
La lana de nuestras majadas se cubre con
tu sacro rocío; protégelas con tu favor.

  1. “La última inocencia”, de Alejandra Pizarnik

Partir
en cuerpo y alma
partir.

Partir
deshacerse de las miradas
piedras opresoras
que duermen en la garganta.

He de partir
no más inercia bajo el sol
no más sangre anonadada
no más fila para morir.

He de partir

Pero arremete ¡viajera!

  1. “El juego en que andamos”, de Juan Gelman

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.

Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.

  1. “Mirar”, de Rafael Cadenas

Veo otra ruta, la ruta del instante, la ruta de la atención, despierta, incisiva, ¡sagitaria! Pico de víscera, diamante extremo, halcón, ruta relámpago, ruta de mil ojos, ruta de magnificencia, ruta de línea que va al sol, reflejo del rayo vigilancia, del rayo ahora, del rayo esto, ruta real con su legión de frutos vivos cuyo remate es ese lugar en todas partes y ninguna.

  1. “Frente al mar”, de Octavio Paz

1
¿La ola no tiene forma?
En un instante se esculpe
y en otro se desmorona
en la que emerge, redonda.
Su movimiento es su forma.

2
Las olas se retiran
¿ancas, espaldas, nucas?
pero vuelven las olas
¿pechos, bocas, espumas?

3
Muere de sed el mar.
Se retuerce, sin nadie,
en su lecho de rocas.
Muere de sed de aire.

  1. “La poesía”, de Eugenio Montejo

La poesía cruza la tierra sola,
apoya su voz en el dolor del mundo
y nada pide
ni siquiera palabras.

Llega de lejos y sin hora, nunca avisa;
tiene la llave de la puerta.
Al entrar siempre se detiene a mirarnos.
Después abre su mano y nos entrega
una flor o un guijarro, algo secreto,
pero tan intenso que el corazón palpita
demasiado veloz. Y despertamos.

  1. “A veces me parece…”, de Roberto Juarroz

A veces me parece
que estamos en el centro
de la fiesta
sin embargo
en el centro de la fiesta
no hay nadie.

En el centro de la fiesta
está el vacío.

Pero en el centro del vacío
hay otra fiesta.

  1. “Silencio”, de Pablo Neruda

Yo que crecí dentro de un árbol
tendría mucho que decir,
pero aprendí tanto silencio
que tengo mucho que callar
y eso se conoce creciendo
sin otro goce que crecer,
sin más pasión que la substancia,
sin más acción que la inocencia,
y por dentro el tiempo dorado
hasta que la altura lo llama
para convertirlo en naranja.

  1. “Cartas a una desconocida”, de Nicanor Parra

Cuando pasen los años, cuando pasen
los años y el aire haya cavado un foso
entre tu alma y la mía; cuando pasen los años
y yo solo sea un hombre que amó,
un ser que se detuvo un instante frente a tus labios,
un pobre hombre cansado de andar por los jardines,
¿dónde estarás tú? ¡Dónde
estarás, oh hija de mis besos!

  1. “Después de la guerra”, de Jotamario Arbeláez

Un día
después de la guerra
si hay guerra
si después de la guerra hay un día
te tomaré en mis brazos
un día después de la guerra
si hay guerra
si después de la guerra hay un día
si después de la guerra tengo brazos
y te haré con amor el amor
un día después de la guerra
si hay guerra
si después de la guerra hay un día
si después de la guerra hay amor
y si hay con qué hacer el amor.

  1. “Cuerpo desnudo”, de José Lezama Lima

Cuerpo desnudo en la barca.
Pez duerme junto al desnudo
que huido del cuerpo vierte
un nuevo punto plateado.

Entre el boscaje y el punto
estática barca exhala.
Tiembla en mi cuello la brisa
y el ave se evaporaba.

El imán entre las hojas
teje una doble corona.
Solo una rama caída

ilesa la barca escoge
el árbol que rememora
sueño de sierpe a la sombra.

  1. “Jaula”, Juan Solá

Ese dolor en tu pecho
son tus barrotes rotos.

Si tanto amabas al pájaro
¿por qué fuiste su jaula?

  1. “Dos patrias”, de José Martí

Dos patrias tengo yo: Cuba y la noche.
¿O son una las dos? No bien retira
su majestad el sol, con largos velos
y un clavel en la mano, silenciosa
Cuba cual viuda triste me aparece.
¡Yo sé cuál es ese clavel sangriento
que en la mano le tiembla! Está vacío
mi pecho, destrozado está y vacío
en donde estaba el corazón. Ya es hora
de empezar a morir. La noche es buena
para decir adiós. La luz estorba
y la palabra humana. El universo
habla mejor que el hombre.
Cual bandera
que invita a batallar, la llama roja
de la vela flamea. Las ventanas
abro, ya estrecho en mí. Muda, rompiendo
las hojas del clavel, como una nube
que enturbia el cielo, Cuba, viuda, pasa…

  1. “Continúa el mismo asunto”, de Sor Juana Inés de la Cruz

Feliciano me adora y le aborrezco;
Lisardo me aborrece y yo le adoro;
por quien no me apetece ingrato, lloro,
y al que me llora tierno, no apetezco:

a quien más me desdora, el alma ofrezco;
a quien me ofrece víctimas, desdoro;
desprecio al que enriquece mi decoro
y al que le hace desprecios enriquezco;

si con mi ofensa al uno reconvengo,
me reconviene el otro a mí ofendido
y al padecer de todos modos vengo;

pues ambos atormentan mi sentido;
aqueste con pedir lo que no tengo
y aquel con no tener lo que le pido.

  1. “Aridandantemente”, de Oliverio Girondo

Sigo
solo
me sigo
y en otro absorto otro beodo lodo baldío
por neuroyertos rumbos horasopios desfondes
me persigo
junto a tan tantas otras bellas concas corolas erolocas
entre fugaces muertes sin memoria
y a tantos otros otros grasos ceros costrudos que me opan
mientras sigo y me sigo
y me recontrasigo
de un extremo a otro estero
aridandantemente
sin estar ya conmigo ni ser un otro otro

  1. “Scherzo”, de Susana Thénon

Tengo sueño.

(La noche no es más
que un azulejo roto).

Sueño con ser un perro.

(La noche es un gato dormido
que quiero comerme).

Un perro azul
aficionado al viento.

(Ponerle a la noche
un collar de cuentas).

Viento pequeño,
mascota de mi pecho.

(Noche transitada
por hombres).

Mi pecho y una dosis
de fiebre.

(La noche tiene miedo
al silencio).

Fiebre desnuda y rosa.

(Yo
      no
           quiero).

  1.  Cancionero y romancero de ausencias, poema 54, de Miguel Hernández

La libertad es algo
que solo en tus entrañas
bate como el relámpago.

  1. “Hablar del cielo y ser…”, de Enrique Lihn

Hablar del cielo y ser su nube reina,
hablar del sol y ser su diámetro,
hablar del mar y ser como una ola,
hablar del fuego con la lengua en llamas,
hablar de la mujer entre dos senos,
hablar del hombre siendo su esqueleto,
hablar de amor lanzando una saeta,
hablar de la locura enloquecido,
entristecerse hablando de tristezas,
hablar de lo mortal desde una fosa
y de la eternidad eternamente,
hablar de lo sabido hasta la médula,
callar: ser el silencio.

  1. “Rima L”, de Gustavo Adolfo Bécquer

Lo que el salvaje que con torpe mano
hace de un tronco a su capricho un dios,
y luego ante su obra se arrodilla,
eso hicimos tú y yo.

Dimos formas reales a un fantasma,
de la mente ridícula invención,
y hecho el ídolo ya, sacrificamos
en su altar nuestro amor.

Recursos poéticos

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Ribas, Natalia (25 de octubre de 2024). Poesía. Enciclopedia de Ejemplos. Recuperado el 30 de octubre de 2024 de https://www.ejemplos.co/20-ejemplos-de-poesia/.

Sobre el autor

Autor: Natalia Ribas

Licenciada en Letras (Universidad de Buenos Aires).

Fecha de publicación: 6 de abril de 2017
Última edición: 25 de octubre de 2024

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