El reciclaje es el proceso fisioquímico o mecánico con el que una materia ya utilizada se somete a un ciclo de tratamiento que permite obtener una nueva materia prima o un nuevo producto.
Gracias al reciclaje se previene el desuso de materiales que pueden ser potencialmente útiles, al mismo tiempo que se reduce el consumo de una nueva materia prima cuando pueden conseguirse nuevos productos. De esta manera, la producción de basura en el mundo se reduce en dos sentidos cuando el proceso de reciclaje se realiza.
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Historia del reciclaje
Los orígenes del reciclaje se remontan a muchos años antes de Cristo, en la medida que la basura ha existido desde el momento en el que el ser humano apareció en el planeta: desde las primeras civilizaciones es que la acumulación de residuos ha sido un problema que ha ido incrementándose.
Indudablemente, uno de los momentos que cambiaron la historia del reciclaje fue la Revolución Industrial, el momento en el que se abarató muchísimo la producción de nuevos bienes, lo que permitió que muchas compañías produjeran en masa sus materiales por primera vez.
Sin embargo, las dificultades financieras dadas por la crisis de 1929, y luego por la Segunda Guerra Mundial, hicieron que la cantidad de desperdicios se limitara al mínimo indispensable, cosa que fue disminuyendo hasta los años ’70: en ese entonces comenzó el interés público por el reciclaje, y las medidas en pos de incentivar esta práctica.
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Reciclaje mecánico y en la fuente
El reciclaje es una acción fundamental en el proceso comercial y el industrial, así como en el ámbito del hogar. El reciclado más difundido es el reciclaje mecánico, un proceso físico por el que elementos como el plástico son recuperados para su posterior utilización.
Sin embargo, existe también el reciclado en la fuente, que es dedicarse a la investigación, desarrollo y producción de objetos utilizando menos recursos: al utilizar menos materia prima, se producen menos residuos y se aprovechan mejor los recursos naturales.
Separación de residuos
Uno de los elementos esenciales para el reciclaje es la separación de residuos, en la medida que no todos los productos son igualmente aptos para encarar el proceso de recomposición: se le llaman materiales reciclables a los que sí se pueden reutilizar.
En este sentido, generalizar la separación de los desechos es una acción indispensable que desde el sector público debe hacerse, para lo que se realizó una diferenciación entre los colores de los contenedores: el color azul está destinado principalmente para papel y cartón, el amarillo para plásticos y latas, el verde para vidrio, el rojo para desechos peligrosos, el naranja para desechos orgánicos, y el gris para el resto de los residuos que no pertenecen a esos grupos.
Ejemplos de materiales reciclables
Cajas de transporte | Formularios |
Envases de alimentos | Carpetas |
Papeles, tanto impresos como no impresos | Envases de cartón |
Sobres de cartas comunes | Envases de perfumes y cosmética |
Aluminios | Telas de algodón |
Envases de transporte de la industria alimenticia | Telas de lino |
Vasos, platos y cubiertos desechables | Tejidos de origen 100 % natural |
Macetas | Latas y envases de refrescos |
Botellas de bebidas alcohólicas | Hojas arrancadas de cuadernos |
Metales ferrosos | Periódicos |
Envases provenientes de comida y bebida | Revistas |
Botes de cosmética | Sillas de plástico (así como más elementos de mobiliario de este material) |
Facturas |
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