La función emotiva, también llamada expresiva o sintomática, es una de las seis funciones del lenguaje y se centra en el emisor de la comunicación, puesto que le permite expresar sus realidades psíquicas o emocionales. Por ejemplo: ¡Qué alegría me da verte!
Esta función busca transmitir una actitud del hablante hacia lo que está diciendo. Así, es la que prevalece cuando el emisor manifiesta sus propios sentimientos, estados de ánimo, deseos, emociones, intereses, opiniones, sensaciones físicas, lamentos, preferencias, es decir, estados vinculados con su propia subjetividad. Por ejemplo: Me encanta el helado.
Para tener en cuenta: Si bien en la función emotiva suelen aparecer elementos referenciales, siempre prevalece la expresión de la subjetividad. Por ejemplo: si alguien dice que le gustó mucho un libro, probablemente dé cierta información acerca de este, pero lo que va a primar es la sensación que provocó en el hablante su lectura.
- Ver además: Comunicación asertiva
Recursos lingüísticos de la función emotiva
Cuando prevalece la función emotiva del lenguaje, se utilizan algunos recursos lingüísticos característicos:
- Verbos en primera persona. Estos verbos se usan para manifestar las acciones o los estados del emisor, elemento central en esta función. Por ejemplo: Sé que todo estará bien.
- Diminutivos y aumentativos. Estos sufijos modifican el significado de una palabra y le dan un matiz personal con cierta valoración. Por ejemplo: ¡Fue un partidazo!
- Adjetivos calificativos. Estos adjetivos señalan la cualidad de un sustantivo y permiten al emisor expresar determinadas opiniones. Por ejemplo: Me parece una excelente idea.
- Interjecciones. Estas palabras manifiestan sentimientos y sensaciones espontáneas del emisor. Por ejemplo: ¡Wow!
- Palabras connotativas. Estas palabras se usan en enunciados en sentido figurado y pueden ayudar a expresar determinados contenidos emotivos. Por ejemplo: Esa noticia me dejó el corazón destrozado.
- Oraciones exclamativas. Estas oraciones tienen una entonación particular que permite transmitir ciertos sentimientos o emociones. Por ejemplo: ¡Felicitaciones!
- Modo subjuntivo. Este modo permite formular expresiones de deseo y preferencias. Por ejemplo: Ojalá mañana no llueva.
Ejemplos de la función expresiva
- Te quiero.
- ¡Felicitaciones!
- ¡Qué obra de teatro magnífica!
- Me siento muy bien.
- Estoy muy agradecido por toda tu ayuda.
- ¡Bravo!
- Ojalá mañana salga el sol.
- Hacía un frío insoportable que me llegaba hasta los huesos.
- ¡Oh!
- Estamos desesperados por encontrarlo.
- Estoy enamorado desde el primer día.
- Ya no sé qué hacer.
- Es una idea espectacular.
- ¡Qué desgracia!
- El calor es agobiante, ya no lo aguanto.
- La belleza de sus playas es sorprendente.
- Espero que todo esté bien.
- ¡De ninguna manera!
- Estamos muy contentos por su llegada.
- Es una terrible desgracia.
- Me encanta esa película.
- Es una historia desgarradora.
- ¡Qué suerte!
- Él es muy bueno, creo que es demasiado confiado.
- Este es el mejor dulce que he probado.
- Es un paisaje bellísimo.
- Me muero de hambre.
- ¡Qué gusto, al fin nos conocemos!
- ¡Ya no lo soporto!
- Estoy agotado, no puedo dar ni un paso más.
Otras funciones del lenguaje
Las funciones del lenguaje fueron teorizadas por Roman Jakobson (1896-1982) y representan las diferentes finalidades que se le dan a la lengua durante la comunicación. En cada una de ellas se prioriza un aspecto determinado de la situación comunicativa.
Además de la función emotiva, existen otras cinco funciones del lenguaje:
- Función apelativa o conativa. Se busca incitar o motivar al interlocutor a que realice una acción. Está centrada en el receptor. Por ejemplo: ¡Corran!
- Función referencial, representativa o informativa. Se utiliza para transmitir información concreta acerca de la realidad, de un modo que tiende a la objetividad. Está centrada en el referente y el contexto de la comunicación. Por ejemplo: Hoy llovió todo el día.
- Función poética o estética. Se usa el lenguaje para provocar un efecto estético y se prioriza la forma en que se dice lo que se quiere transmitir. Está centrada en el mensaje. Por ejemplo: Pablito clavó un clavito, ¿qué clavito clavó Pablito?
- Función fática o de contacto. Se utiliza para comenzar, mantener o interrumpir una conversación. Está centrada en el canal, y sirve también para corroborar si este es idóneo y posibilita el intercambio. Por ejemplo: ¿Me escuchan bien?
- Función metalingüística. Se usa para explicar algún aspecto del lenguaje mismo. Está centrada en el código. Por ejemplo: El verbo vivir pertenece a la tercera conjugación.
Sigue con:
- Emisor, receptor, mensaje, canal, código, situación
- Comunicación oral y escrita
- Comunicación verbal y no verbal
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