Una adivinanza es un tipo de acertijo con forma de enunciado, usualmente rimado, que describe algo en forma indirecta, figurada o críptica para que quien la escucha descifre de qué se trata. Para eso, la adivinanza contiene pistas y señales disimuladas, cuya recomposición dará con la clave para resolver el enigma.
Aunque no hay una estructura formal para este juego de palabras, la métrica de las adivinanzas en español suele componerse de versos octosílabos, con estrofas de dos o cuatro versos y rimas asonantes o consonantes.
Generalmente, las adivinanzas están dirigidas al público infantil, por lo que suelen tratar sobre objetos simples. Sin embargo, también existen las adivinanzas para adultos, que pueden ser más complejas.
- Ver además: Trabalenguas
Ejemplos de adivinanzas difíciles
Para conocer la solución de estas adivinanzas, presiona la flecha.
Adivinanzas
¿Qué cosa es, que a su paso el hierro oxida, el acero se rompe y la carne se pudre?
El tiempo
¿Qué cosa es, que la hacen cantando, la compran llorando y la usan sin saber?
El ataúd.
Entre pared y pared hay una flor colorada, llueva o no llueva siempre está mojada.
La lengua.
Mi comadre, la asustada, pega un grito en la quebrada.
La escopeta.
¿Qué cosa silba sin labios, corre sin pies, te pega en la espalda y aún no lo ves?
El viento.
¿Quién es algo y nada a la vez?
El pez.
Un platito de avellanas que de día se recogen y de noche se desparraman.
Las estrellas
¿Qué es eso que anda todo el día y nunca sale de su sitio?
El reloj.
Alto, alto como un pino, pesa menos que un comino.
El humo.
Una caja blanquita como la cal, todos la saben abrir, nadie la sabe cerrar.
El huevo.
Todos pasan por mí, yo nunca paso por nadie. Todos preguntan por mí, yo no pregunto por nadie.
La calle.
Es tul, pero no es tela; es pan, pero no se come. ¿Qué es?
El tulipán.
¿Qué es, qué es, que mientras más le quitas más grande es?
El agujero.
María va, María viene, y en un punto se detiene.
La puerta.
Existe una santa mujer que con un solo diente llama a la gente.
La campana
Si soy joven, joven quedo. Si soy viejo, viejo quedo. Tengo boca pero no hablo, tengo ojos pero no veo. ¿Qué soy?
Un retrato
Es del tamaño de una nuez, siempre sube la cuesta aunque no tenga pies. Sin salir de su casa, por todos los sitios pasa, y aunque siempre le dan col, nunca pone mala cara.
El caracol.
¿Qué cosa es, que cuanto más grande se pone, menos todavía lo ves?
La oscuridad.
Cien hermanitos en una sola tabla, si nadie los toca ninguno habla.
El piano.
¿Qué hay entre el río y la arena?
La letra Y.
Lana sube, lana baja. ¿Qué será?
La navaja.
Sobre la mesa me ponen, me doblan, me usan, pero no me comen. ¿Qué soy?
La servilleta.
Cuando nos atan salimos y cuando nos sueltan nos quedamos. ¿Quiénes somos?
Los zapatos.
Tengo ojos pero no veo, agua pero no bebo y barba pero no me afeito. ¿Quién soy?
El coco.
Nazco sin tener padre, muero y va naciendo mi madre. ¿Quién soy?
La nieve.
Me abrigo con paños blancos, tengo blanca cabellera y por mi causa llora hasta la mejor cocinera.
La cebolla.
Bebo agua con los pies y respiro al revés, ¿qué soy?
El árbol.
La madre de Rosa tenía cinco hijas: Lala, Lele, Lili, Lolo y ¿cómo se llamaba la última?
Rosa.
Fui por él y nunca lo traje.
El camino.
El burro me lleva a cuestas, me meten en un baúl, yo no lo tengo pero sí lo tienes tú.
La letra U.
Lo tienes tú, pero los demás lo usan.
El nombre.
Desde el momento en que nací, corro de día, corro de noche, corro sin parar, hasta morir en el mar. ¿Quién soy?
El río.
Soy pequeño como un botón, pero tengo energía como un campeón.
La batería o pila.
Adivina si te digo que soy negro y muy veloz, aunque corras y te escondas soy tu eterno seguidor.
La sombra.
¿Qué es blanco como una hoja y tiene dientes pero no muerde?
El ajo.
¿Qué cosa es, que si la nombras desaparece?
El silencio.
¿De qué se llena una caja, si cuanto más la llenas menos pesa?
De agujeros.
- Ver más en: 100 Ejemplos de adivinanzas (con respuesta)
El origen de las adivinanzas
Se ignora el origen de las adivinanzas, pero la mitología de las civilizaciones antiguas es abundante en enigmas y acertijos. Por ejemplo, la célebre Esfinge de Edipo (un animal fantástico de cabeza de mujer, cuerpo de león y alas de águila), que custodiaba la entrada de la ciudad de Tebas, le hacía una adivinanza a cada transeúnte y, si este fallaba en su respuesta, lo devoraba.
La adivinanza, que Edipo contestó correctamente, era la siguiente: ¿Cuál es el ser vivo que camina en cuatro patas al amanecer, en dos patas al mediodía y en tres al atardecer? Y la respuesta de Edipo fue: El hombre, pues en su infancia anda a gatas, durante su vida camina y en la vejez se apoya en un bastón para andar.
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