El fenómeno lingüístico por el que en una sucesión de letras o fonemas se crea un quiebre sonoro notorio, asociado al encuentro de ciertas vocales que podrían conformar una sílaba, se conoce como hiato.
Lo que ocurre con el hiato y que obliga a la escisión o ruptura de la sílaba es la sucesión de ciertas vocales que forman diptongos. Pero no cualquier diptongo produce el llamado hiato artificial: este se genera únicamente en el caso de que coincidan dos vocales, una abierta y una cerrada, y que la acentuación esté fija en la vocal cerrada.
Recordemos que las vocales cerradas son ‘i’ y ‘u’, y las abiertas son ‘a’, ‘e’ y ‘o’, y que un diptongo se forma por la coincidencia de dos vocales en una misma sílaba, cualesquiera sean estas. No es relevante en un hiato artificial si primero se ubica la vocal abierta y después la cerrada o viceversa, lo esencial es que la pronunciación obligue a la ruptura, generando una nueva sílaba de una o más letras.
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Ejemplos de hiato artificial
La siguiente lista incluye treinta palabras con hiato artificial, a modo de ejemplo; se ubicaron en primer término las que llevan primero la vocal abierta y luego la vocal cerrada (-ai, -ei, -oi, -au, -eu, -ou), y en último término las que tienen la vocal cerrada primero (-ia, -ie, -io, -ua, -ue, -uo). Se subraya el hiato artificial.
- Caída
- Cafeína
- Asambleísta
- Ahínco (nótese que la ‘h’ aquí no juega rol alguno, se considera que existe hiato)
- Baúl
- Reúnen
- Leído
- Creído
- Oído
- Maíz
- Raúl
- Aúlla
- Ataúd
- Abstraído
- Río
- Evalúo
- Traía
- Maestría
- Remisería
- Mío
- Púa
- Estío
- Carnicería
- Florería
- Lío
- Decía
- Callaría
- Cantaríamos
- María
- Sabría
Hiatos naturales
El hiato artificial se opone al hiato natural, que es el que se produce con el encuentro de dos vocales abiertas, que pueden ser distintas o la misma repetida. El hiato obliga siempre a la separación en sílabas, tanto si es un hiato natural como si es un hiato artificial.
La separación entre hiatos artificiales y naturales no siempre es relevante. Sin embargo, sí lo es el concepto de que los hiatos naturales se tildarán o no de acuerdo a las reglas de acentuación generales, mientras que los hiatos artificiales lo harán en cualquier caso. Esto hace que en ciertas ocasiones, los hiatos artificiales obliguen a que las palabras se aparten de las normas ortográficas, como sucede, por ejemplo, con los verbos en el tiempo condicional (‘vendería’, ‘cosería’): la anteúltima sílaba es tónica y la palabra no debería llevar tilde (por ser palabra grave terminada en vocal), pero sí lo hace, precisamente, por el hiato artificial que se crea.
El hiato artificial adquiere particular importancia en poesía, pues ante la necesidad de construir rimas y métricas, la cantidad de sílabas de las palabras que contienen los versos y la sonoridad de las terminaciones son aliados esenciales para lograr la estética y armonía requerida en este género literario. Otro detalle interesante es que el hiato artificial se mantiene, aún si existe una hache (‘h’) entre la vocal cerrada y la abierta, ya que al ser una letra muda no afecta cuestiones sonoras.
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