- En el cuerpo de todos los seres vivientes que existen o han existido, desde la bacteria más diminuta hasta el dinosaurio más gigantesco, el agua ha constituido un elemento central e indispensable. Fue en el agua de los mares donde se produjo el milagro de la vida, y en donde hoy en día proliferan numerosísimas especies de todo tipo. Incluso los seres mejor adaptados al desierto y la sequía la necesitan, eventualmente, para sostener sus procesos corporales.
- A pesar de que el agua es una sustancia inorgánica, es probablemente la más importante para toda la química de la vida. Entre un 70 % y 80 % del contenido de cualquier célula está compuesto por agua, y alrededor del 60 % del cuerpo humano está compuesto por agua. Cuando estos niveles de agua disminuyen, las funciones corporales ordinarias se interrumpen o disminuyen, y ponen en riesgo la vida.
- El agua es un elemento abundante en nuestro planeta: más de un 70 % de su superficie se encuentra cubierta por mares y océanos, es decir, por agua salada, no apta para el consumo humano directo. Eso significa, además, que apenas un 2 % del agua de nuestro planeta es agua dulce disponible para su uso, ya sea que provenga de ríos, lagos y lagunas, o de los hielos y nieves de las montañas y los polos.
- En nuestro planeta el agua se da en muy distintas presentaciones, no solo como el líquido que compone océanos, ríos y lagos sino también como el hielo polar y la nieve que hay en la cumbre de las montañas, y como un importante porcentaje de vapor de agua en la atmósfera. Su ciclo de transformaciones es vital para conservar la estabilidad climática del planeta, como se hace evidente en las regiones costeras, en las que los inviernos tienden a ser más suaves y los veranos a ser más frescos.
- Aunque el agua en principio es un recurso muy abundante en el planeta, para atender las necesidades básicas de consumo de toda la humanidad, su distribución no es ni uniforme ni equitativa. Hay regiones continentales en las que llueve poco o nada, y en las que este recurso se hace más preciado que el oro, ya que su ausencia imposibilita labores económicas básicas, como la agricultura. Se estima que en 2030 uno de cada cinco países en desarrollo tendrá problemas de escasez de agua.
- La humanidad extrae a diario unos 1.600 litros de agua dulce por habitante, o sea, unos 3.600 km3 de agua que destina tanto a su consumo directo (apenas el 10 %, unos 20 litros diarios por persona en promedio), como a la agricultura (70 %) y la industria (20 %). Esto significa que el agua se utiliza no solo para tomar y para limpiar, sino para regar los sembradíos, para tareas de refrigeración y como solvente de numerosas sustancias.
- El agua es un elemento culturalmente central en la totalidad de las religiones y tradiciones culturales de la humanidad en el mundo entero. Se la considera como un elemento purificador, razón por la cual muchas religiones, como la cristiana, la utilizan para sus ritos de ingreso a la feligresía, como el bautismo o como los lavados previos al rezo del islam. Por su parte, la filosofía la consideró desde tiempos antiguos como una de las sustancias básicas, junto al aire, el fuego y la tierra, que componen todas las cosas, y el psicoanálisis la interpreta, sobre todo en el caso de lagos y mares, como símbolo del inconsciente, de lo informe y lo primitivo que habita en nosotros.
- En el mundo contemporáneo, el agua es inseparable de la energía. No solo en los casos en que se emplea la tecnología hidroeléctrica (o sea, el empuje de las caídas de agua para generar electricidad), puesto que en otros métodos conocidos de generación de la electricidad, el vapor de agua en movimiento es lo que moviliza las turbinas. Y este último es obtenido calentando el agua líquida mediante la quema de diferentes combustibles: carbón, gas natural, incluso a través de fisiones nucleares controladas.
- Para evitar la deshidratación y sus efectos nocivos en el organismo, un ser humano promedio debe consumir a diario de 2,7 litros (una mujer) a 3,7 litros (un hombre), según la Plataforma de Alimentación y Nutrición del Consejo Nacional de Investigación de los Estados Unidos. Buena parte de esa cantidad se obtiene del propio consumo de alimentos, pero el resto debe consumirse aparte. Durante la lactancia, una mujer debe consumir todavía mucha más agua (alrededor de 3 litros diarios) para poder continuar produciendo leche materna.
- El ciclo hidrológico (o ciclo del agua) es un circuito vital para el intercambio de materia en el mundo. Las precipitaciones, la escorrentía y el filtramiento del agua desde la capa freática del subsuelo arrastran numerosos minerales y elementos que son consumidos por los seres vivientes, o que son requeridos para preservar la estabilidad físico-química de tanto los continentes como los océanos. Además, el efecto erosivo del agua sobre la piedra y el suelo moldean continuamente el relieve terrestre, haciendo circular elementos que de otra manera se acumularían en un solo rincón del planeta.
Referencias
- “Agua” en Wikipedia.
- “La importancia del agua para la vida” en la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (México).
- “Importancia del agua” en la Universidad de San Martín de Porres (Perú).
- “La importancia del agua para nuestro planeta” en la Dirección General de Escuelas de Mendoza (Argentina).
- “El agua como elemento vital en el desarrollo del hombre” en el Observatorio de Políticas Públicas de Derechos Humanos en el MERCOSUR.
Sigue con:
¿Te fue útil esta información?
Sí No¡Genial! gracias por visitarnos :)