La palabra “amistad” proviene del latín amicitas, derivado de amicus (“amigo”), palabra compuesta por el verbo amare (“querer”, “amar”) y el sufijo -icus, que otorga cualidades, por lo que se puede entender como “aquel que es querido”. Es decir, que la amistad es una relación afectuosa entre dos personas que se profesan distinto grado de respeto, consideración, lealtad y compañerismo.
Para el antiguo filósofo griego Aristóteles (384-322 a. C.), existían tres tipos de amistades posibles entre los seres humanos: la amistad por interés, cuando los amigos esperan obtener algo beneficioso de la relación; la amistad por diversión, que se basa en la obtención de placer mutuo por parte de los amigos; y la amistad virtuosa, de la que no se espera sacar provecho y que se basa en compartir una visión de la vida y de la virtud, o sea, de compartir ciertos valores trascendentales.
Si tuviéramos que identificar los cinco rasgos básicos de la amistad, estos serían:
- Es una relación dual, pues involucra la interacción entre dos individuos específicos.
- Es recíproca, pues ambos individuos se sienten amigos del otro e identifican la amistad como tal.
- Es voluntaria, o sea, no se puede obligar a alguien a ser amigo, ni se puede tampoco impedir que alguien deje de serlo.
- Es normalmente igualitaria, o sea, los amigos se perciben el uno al otro como iguales o equivalentes, sin que exista una relación jerárquica o de poder.
- Es acompañada comúnmente por actividades conjuntas, en las que se refuerza el compañerismo, la intimidad y se brinda cierto apoyo emocional.
La naturaleza de la amistad varía en las distintas etapas de la vida, tal y como lo hacen todas las relaciones sociales. Así, en las etapas de la infancia es común que la amistad se restrinja al disfrute de actividades similares (juegos, comidas, por ejemplo), mientras que en la adolescencia la amistad forma parte clave del desarrollo de la identidad (grupal e individual) y es a menudo fuente de intimidad y apoyo emotivo, por lo que suele aparecer entre individuos del mismo sexo únicamente. En la etapa adulta, en cambio, la amistad tiende al sosiego y a los intereses compartidos (profesionales, estéticos, etc.), sin distinción de sexo y con una importante cuota de respeto por la vida y las decisiones del otro.
Existe abundante literatura sobre las grandes amistades de la humanidad, reales o imaginarias, como la del Quijote y su escudero Sancho Panza, la de Sherlock Holmes y su compañero Watson, la que unía a los tres mosqueteros, o la amistad de las famosas fugitivas del cine, Thelma y Louise. En general, estas amistades se dan, crecen y se fortalecen a lo largo de las aventuras de los personajes, y a menudo son puestas a prueba.
La amistad también puede darse entre el ser humano y ciertos animales domésticos, razón por la cual se conoce al perro como el “mejor amigo del hombre”. Sin embargo, en estos casos la relación tiende a ser más familiar y menos racional, más basada en la costumbre y la lealtad propia de una manada. En el caso de los seres humanos, la complejidad de las relaciones y las diferentes maneras de ser (la personalidad) hacen que la amistad sea un fenómeno complejo, diverso y con muchos tipos diferentes: hay amistades por correspondencia (o sea, a la distancia), amistades con derecho (o sea, con permiso para tener relaciones sexuales o eróticas), amistades intermitentes, etcétera.
En el mundo entero se celebra el Día del amigo o el Día de la amistad, como una forma de agradecer estas relaciones positivas en nuestras vidas. Sin embargo, esta conmemoración se lleva a cabo en días distintos según cada país o región: en Argentina, Brasil, España y Uruguay se celebra el 20 de julio, en Paraguay el 30 de julio, en Bolivia el 23 de julio, y en otros países se celebra junto con el día del amor, el 14 de febrero. Sin embargo, la Asamblea General de las Naciones Unidas propuso en 2011 que fuera el 30 de julio la fecha oficial para el Día Internacional de la Amistad.
La amistad no es un vínculo estático sino que es dinámico y cambiante. La amistad puede atravesar tres etapas distintas: la etapa de formación, en la que los individuos pasan de ser extraños a ser conocidos y luego a reconocerse como amigos, sometiéndose a experiencias mutuas con el fin de conocerse y establecer el vínculo afectivo; luego la etapa de conservación de la amistad, en la que los individuos comparten actividades cotidianas y se muestran mutuamente el mundo interior, de modo tal que a mayor tiempo compartido, mayor profundidad hay en el vínculo amistoso; y finalmente la etapa de disolución, en la que el vínculo se debilita y disuelve, a veces de manera traumática o dolorosa, otras simplemente de manera imperceptible.
En 1958,nació en Paraguay la llamada “Cruzada mundial de la amistad”, una organización civil e iniciativa internacional que busca celebrar la amistad entre los pueblos y dar realce a la cultura de paz. Creada en la ciudad de Puerto Pinasco, a 527 km de Asunción, el 20 de junio de 1958, fue la principal promotora del Día Mundial de la Amistad, mucho antes de su reconocimiento por parte de las Naciones Unidas.
La amistad puede ser una fuente de felicidad y alegría en nuestras vidas, siempre que sepamos elegir a aquellos que nos acompañarán durante distintas etapas de nuestras vidas. El respeto mutuo, la lealtad y la compasión son algunos de los pilares fundamentales de este vínculo, que según el escritor francés Albert Camus se reconoce porque “un amigo llega cuando todos se han ido”.
Referencias
- “Amistad” en Wikipedia.
- “Los tres tipos de amistad” (video) en BBVA Aprendamos Juntos.
- “Amistad” en el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española.
- “Friendship” en The Encyclopaedia Britannica.
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