La diáfora, también llamada antanaclasis o equívoco, es un recurso literario o figura retórica de uso fónico que consiste en la repetición de una misma palabra con sentidos o matices diferentes. Utiliza la polisemia y la homonimia de ciertas palabras. Por ejemplo: Esta impresión (documento impreso) me dio buena impresión (me agradó).
La diáfora forma parte de las figuras retóricas de repetición, es decir, aquellas que reiteran algún elemento del texto escrito, como ser la anáfora, el polisíndeton, el paralelismo, el retruécano y la paronomasia. Por ejemplo: Mejor me siento (sentarse) porque no me siento bien (sentirse).
- Ver además: Recursos poéticos
Ejemplos de diáfora
- La muy lista me dio una lista con deberes y obligaciones.
- Son muy poco dados los dados a complacerme
- Soltó la cuerda y le dio cuerda al reloj.
- En la corte no hay quien se corte.
- En poco grado mi grado, se falla ser en mi ser.
(Juan de Mena) - Cruzados hacen cruzados,
escudos pintan escudos,
y tabúes muy desnudos
con dados ganan condados
ducados dejan ducados.
(Luis de Góngora y Argote) - Mora que en su pecho mora
(Romancero)
- En esta planta hay una hermosa planta.
- Ni se te ocurra echarle sal y sal de mi cocina.
-¿Usted no nada nada?
-Es que no traje traje.
(Dicho popular) - El cura todo lo cura.
- Trato de cerrar un trato
donde pongo la firma para sellar el contrato
porque ni los diamantes, pulseras
lo que pesa mi chequera
vale más que bailar contigo un vallenato.
(Wisin, Carlos Vives – “Nota de Amor”) - Es amor fuerza tan fuerte
que fuerza toda la razón.
(Jorge Manrique) - No siempre es rosa la rosa.
- Me saco el saco y me pongo el pongo.
(José Marrone)
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