En economía, se conoce como bienes inferiores a aquellos bienes cuyo consumo se ve reducido ante el aumento de los ingresos del consumidor. Dicho de otro modo, son los bienes que menos se consumen a medida que se dispone de más dinero para gastar. Esto no se debe a que sean necesariamente bienes defectuosos o de baja calidad, sino a que tienen bienes sustitutivos de mayor calidad en el mercado.
En general, los bienes inferiores son de tipo simple y son adecuados para servir su propósito, pero son inferiores comparativamente con otros bienes y servicios del mismo rubro que ofrecen mayor calidad, mayor variedad o mayor satisfacción, y que por lo tanto son preferidos cuando así lo permiten las rentas del consumidor. Por ejemplo: la margarina es un producto alimenticio inferior, que tiende a ser desplazado tan pronto como el consumidor posee mayores ingresos, en favor de mantequilla o manteca.
No existen, de hecho, bienes que sean inferiores para la totalidad de los consumidores, ya que muchos de ellos son preferidos a pesar de que existan opciones disponibles de mayor calidad. Por ejemplo, el transporte público sigue siendo utilizado por la mayoría de las personas, a pesar de que existe una forma más cómoda y costosa de viajar, el taxi.
Es importante no confundir los bienes inferiores con los llamados “bienes Giffen”, que son un tipo de bienes inferiores que presentan un comportamiento particular, desafiando la ley de la demanda: cuando el precio de los bienes Giffen aumenta, su demanda también aumenta proporcionalmente.
- Ver además: Bienes normales e inferiores
Diferencia entre bienes inferiores y bienes normales
La diferencia fundamental entre bienes inferiores y bienes normales tiene que ver con su comportamiento frente al aumento de la renta del consumidor. Por un lado, los bienes inferiores tienden a ser reemplazados por bienes de mayor calidad tan pronto como las posibilidades económicas del consumidor aumentan, es decir, su demanda tiende a desplomarse. En cambio, los bienes normales tienden a incrementar su demanda cuando aumentan las rentas del consumidor.
Por ejemplo: un consumidor compra mensualmente un paquete de pan y una mermelada para desayunar. Su presupuesto le permite aspirar a una mermelada de bajo costo y media docena de panes. Con el tiempo, el consumidor recibe un aumento salarial y decide que puede comprar una mejor mermelada y en lugar de media docena de panes, compra una docena completa. En este caso, la mermelada de bajo costo actuó como un bien inferior, y fue prontamente reemplazada, mientras que el pan actuó como un bien normal, y aumentó su demanda conforme aumentó el dinero disponible.
Es importante notar que los bienes normales pueden convertirse fácilmente en bienes inferiores y viceversa.
Ejemplos de bienes inferiores
Si bien la inferioridad de un bien depende de las opciones de reemplazo disponibles, los siguientes son casos de bienes típicamente inferiores:
- Comida rápida y callejera, sustituible por comidas en restaurantes o de mayor valor nutricional.
- Alimentos básicos de precios regulados (generalmente arroz, pasta, papas, aceites mezclados, etc.).
- Ropa de segunda mano y otros bienes reutilizados o reciclados.
- Servicios públicos subsidiados o de cuota.
- Artefactos y utensilios que han sobrepasado su vida útil.
Sigue con:
- Bienes de lujo
- Bienes superiores
- Bienes libres y económicos
- Bienes durables y no durables
- Bienes esenciales o de necesidad
Referencias
- “Bien inferior” en Wikipedia.
- “Bien normal” en Wikipedia.
- “Bienes inferiores” en Wolters Kluwer.
- “Bienes inferiores” en La Economía (México).
- “Bienes normales e inferiores” (video) en Khan Academy.
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