El idioma español dispone de recursos morfológicos particulares para agregarle significaciones a las palabras. Los sufijos aumentativos son aquellos que permiten exagerar una cualidad, ya sea en el sentido literal o en sentido figurado. Por ejemplo: portazo, narigón, tazón.
El empleo de estos sufijos (partículas que se adicionan al final de la palabra), transforman a ciertos sustantivos o adjetivos comunes en aumentativos.
Pese a que los diccionarios no recogen siempre a todos los sustantivos aumentativos, los usuarios de la lengua saben que las palabras terminadas de cierta manera (por ejemplo, en “ón” o en “azo”) tienen por intención destacar el tamaño de algo, o bien su intensidad.
- Puede servirte: Adjetivos diminutivos, aumentativos y despectivos
Ejemplos de oraciones con aumentativos
- Lo borró de un plumazo.
- Le pegó con su tremenda manaza.
- El pibe ya está más que grandote.
- Se asomó un nubarrón oscuro.
- Semejante grandulón no sabe preparar la comida.
- Ella siempre tan mandona.
- Se fue dando un portazo.
- Compraron un perrazo para cuidar la casa.
- Se escribió un novelón de sesenta capítulos.
- Sale a cenar todos los jueves con sus amigotes.
- Se ve que tenía hambre: se devoró un platazo de fideos.
- Anda de aquí para allá con su carretón.
- Siempre sigue siendo el mismo pelmazo.
- Me gusta aunque es un poco narigón.
- El petizo orejudo fue un famoso asesino.
- Ver más en: Oraciones con sustantivos aumentativos
Características de los aumentativos
- Los aumentativos son típicos del registro coloquial, es decir, del habla corriente, de modo que difícilmente han de emplearse en ámbitos formales.
- Los sufijos aumentativos no forman una lista demasiado extensa, y tampoco existe un criterio único y bien definido para establecer de qué manera se debe formar el aumentativo de un sustantivo dado.
- Hay sustantivos que tienen más de una posible forma aumentativa.
- Se imponen por el habla. Así por ejemplo, decimos Amadeus es un peliculón y El de ayer fue un partidazo (y no decimos Amadeus es un peliculazo y El de ayer fue un partidón).
- Algunas palabras que incluyen aumentativos han adquirido identidad propia, es decir, se han lexicalizado con significaciones nuevas y es por ello que estas sí aparecen en los diccionarios. Por ejemplo: pizarrón (aumentativo de ‘pizarra’), tazón (aumentativo de ‘taza’) o telón (aumentativo de ‘tela’).
- A veces los aumentativos son aplicados a los adjetivos, y la función que pasan a tener se vuelve mucho más subjetiva: se agrega una suerte de afectividad al término. Por ejemplo: fortachón, buenazo o grandote.
Los diminutivos
Las palabras que conforman el grupo de los aumentativos tienen un vínculo inmediato con sus opuestos: los diminutivos, que asignar un tamaño o una intensidad reducida. En lo cotidiano los usamos muchísimo. Por ejemplo: minutito, ratito, florcita.
- Ver además: Oraciones con sustantivos diminutivos
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