La autobiografía es un género literario que consiste en un relato que hace una persona sobre su propia vida. En él incluye los acontecimientos más relevantes y determinantes de su historia, como la fecha de nacimiento, la publicación de una obra, las anécdotas, los pasatiempos, el recibimiento de un premio, la muerte de algún familiar, su boda, el nacimiento de un hijo, entre muchos otros.
Estas narraciones suelen escribirse en primera persona y los acontecimientos que se relatan están circunscriptos a la vida de su autor. En ellas prevalece la figura del “yo”. El autor, el protagonista y el narrador convergen en una única persona.
A pesar de que las autobiografías cuentan una historia de vida, no siempre deben respetar el orden cronológico. Pueden abarcar gran parte de la vida del autor o narrar algún episodio puntual o periodo determinado, como su infancia o adolescencia. Pueden incluir hechos y acontecimientos trascendentes, la descripción del ambiente y contexto, proyectos, objetivos, metas y aspiraciones, siempre desde un punto de vista subjetivo, es decir, desde la perspectiva del autor.
Las autobiografías suelen estar escritas en prosa, aunque no existen normas sobre su estructura ni extensión. Al ser un género literario, utiliza los recursos poéticos propios de la literatura, como figuras retóricas, descripciones y hasta la ficcionalización de algunos sucesos. Es un género emparentado con los diarios íntimos y las memorias (estas últimas suelen ser tratadas como un sinónimo).
Cuidado: No deben confundirse las autobiografías con las biografías, que son relatos sobre la vida de una persona escritos por otro individuo. Por ejemplo, la biografía de María Antonieta, escrita por Stefan Zweig.
- Ver además: Biografías
Ejemplos de autobiografías
- Autobiografía, de Charles Darwin (fragmento)
(trad. Julio Gómez de la Serna)
Nací el 16 de abril de 1889, a las ocho de la noche, en East Lane, Walworth. Poco después nos mudamos a West Square, St. George’s Road, Lambeth. Según mi madre mi mundo era feliz. Nuestra situación era, hasta cierto punto, acomodada; vivíamos en tres habitaciones amuebladas con gusto. Entre mis recuerdos más tempranos se cuenta uno en el que todas las noches, antes de que mi madre se fuera al teatro, nos metían a Sydney y a mí en una cómoda cama y quedábamos al cuidado de la criada. En mi mundo de tres años y medio todo era posible; si Sydney, que era cuatro años mayor que yo, podía hacer juegos de manos y tragarse una moneda, haciendo que apareciese luego por la nuca, yo podía hacer lo mismo; por eso un día me tragué una moneda de medio penique, y mi madre tuvo que llamar al médico.
- Autobiografía, de Agatha Christie (fragmento)
(trad. Diorki)
Es difícil saber cuál es el primer recuerdo que una conserva. Me acuerdo con claridad del día en que cumplí los tres años. Nació en mí la sensación de ser importante. Estábamos tomando el té en el jardín, en el lugar donde más adelante se mecería una hamaca entre dos árboles.
Había una mesa de té cubierta de pasteles, con mi tarta de cumpleaños toda bañada en azúcar y con velitas en el medio. Tres velitas. Y luego un hecho significativo: una minúscula araña roja, tan pequeña que apenas podía verla, recorrió el mantel; mi madre exclamó:
—Es la araña de la suerte, Agatha, la araña de la suerte para tu cumpleaños…
Luego la memoria se desvanece, salvo el vago recuerdo de una porfía interminable de mi hermano sobre la cantidad de pastelillos que podía comer.
¡Estupendo y emocionante mundo de la niñez! Quizá lo que más me interesaba era el jardín. Año tras año fue cobrando mayor importancia para mí. Llegué a conocer y dar a cada uno de los árboles un significado especial. Desde muy temprano mi mente lo dividió en tres partes distintas.
- El largo camino hacia la libertad, de Nelson Mandela (fragmento)
(trad. Antonio Resines y Herminia Bevia)
Tras visitar Dublín viajé a Londres, donde mantuve una entrevista de tres horas de duración con la señora Thatcher. Había cogido frío mientras charlaba con los inuits. El día que debía ver a la señora Thatcher era un día invernal y lluvioso, y cuando salíamos Winnie me dijo que me pusiera un impermeable. Estábamos ya en la recepción del hotel y si volvía a la habitación a buscarlo llegaríamos tarde. Soy muy puntilloso en lo que se refiere a la puntualidad, no sólo porque creo que es una muestra de respeto a la persona con la que uno ha quedado citado, sino también porque es un modo de combatir el estereotipo occidental de que los africanos somos irremediablemente impuntuales. Le dije a Winnie que no teníamos tiempo, y en lugar de ir a buscar el impermeable permanecí bajo la lluvia firmando autógrafos a algunos niños. Cuando llegué a ver a la señora Thatcher me sentía bastante mal, y posteriormente me diagnosticaron una ligera neumonía.
- Vivir para contarla, de Gabriel García Márquez (fragmento)
Quienes me conocieron a los cuatro años dicen que era pálido y ensimismado, y que sólo hablaba para contar disparates, pero mis relatos eran en gran parte episodios simples de la vida diaria, que yo hacía más atractivos con detalles fantásticos para que los adultos me hicieran caso. Mi mejor fuente de inspiración eran las conversaciones que los mayores sostenían delante de mí, porque pensaban que no las entendía, o las que cifraban aposta para que no las entendiera. Y era todo lo contrario: yo las absorbía como una esponja, las desmontaba en piezas, las trastocaba para escamotear el origen, y cuando se las contaba a los mismos que las habían contado se quedaban perplejos por las coincidencias entre lo que yo decía y lo que ellos pensaban.
- 5. Autobiografía, de Charles Darwin (fragmento)
(trad. Aarón Cahen)
El 7 de marzo de 1837 trasladé mi residencia a Great Marlborough Street, en Londres, donde permanecí casi dos años, hasta que contraje matrimonio. Durante estos dos años terminé mi diario, di varias charlas en la Geological Society, empecé a preparar el manuscrito de Geological Observations 14 y gestioné la publicación de Zoology of the Voyage of the Beagle. 15 En julio inicié mi primer cuaderno de notas sobre datos relacionados con El origen de las especies, tema sobre el que había reflexionado durante largo tiempo y en el que trabajé sin cesar durante los veinte años siguientes.
Más ejemplos de autobiografías de personalidades
- Confesiones, Agustín de Hipona.
- La historia de mis experimentos con la verdad, Mahatma Gandhi.
- Memorias de una joven formal, Simone de Beauvoir.
- El primer hombre, Albert Camus.
- Si esto es un hombre, Primo Levi.
- Historia de mi vida, Giacomo Casanova.
- El pez en el agua, Mario Vargas Llosa.
- Las cenizas de Ángela, Frank McCourt.
- París era una fiesta, Ernest Hemingway.
- Habla, Memoria: Una autobiografía revisitada, Vladimir Nabokov.
- Memorias, Tennessee Williams.
- Orwell en España, George Orwell.
- Poesía y verdad, Johann Wolfgang von Goethe.
- Infancia, adolescencia y juventud, León Tolstói.
- Las palabras, Jean Paul Sartre.
- Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es, Friedrich Nietzsche.
- Mi juventud, Winston Churchill.
- La historia de mi vida, Helen Keller.
- Una historia de amor y oscuridad, Amos Oz.
- La linterna mágica, Ingmar Bergman.
- La peor parte, Fernando Savater.
- Mi vida. Intento autobiográfico, León Trotsky.
- Una tierra prometida, Barack Obama.
- Breve historia de mi vida, Stephen Hawking.
- Los hechos, Philip Roth.
¿Cómo escribir una autobiografía?
Aunque se pueden usar diferentes métodos y estructuras para la redacción de una autobiografía, existen algunos pasos a tener en cuenta:
- Elegir qué es aquello que se quiere contar. En un primer paso, es importante definir aquel recorte o situación de la vida que se quiere compartir. Es decir, si se quiere relatar gran parte de la vida, si se quieren incluir diferentes acontecimientos de forma cronológica, si se quiere centrar la redacción en unos pocos eventos, entre otros aspectos.
- Documentarse. Una vez que se decidió la situación o época que se quiere relatar, se deberá utilizar tanto la memoria propia como los documentos, las anotaciones, las fotografías o los diarios de los que se disponga para tomar nota sobre hechos, sensaciones, vivencias a transmitir. También puede ser útil recurrir a personas cercanas que puedan brindar datos o anécdotas sobre algún periodo de la vida personal.
- Ordenar la información. De toda la información recolectada, habrá que decidir qué se incluirá y qué no. También es importante determinar en esta instancia en qué orden se relatarán los sucesos.
- Redactar el borrador. Al comenzar con la redacción, se deben tomar algunas decisiones, por ejemplo, si se mantendrán los nombres originales de las personas que aparezcan en la autobiografía, de qué forma se escribirá el texto, con qué tono y registro, qué tipo de lenguaje se usará. Es importante mencionar que la autobiografía suele escribirse para un tercero, por lo que es recomendable que se redacte de una forma que resulte atractiva para el lector.
Sigue con:
- Biografía de Frida Kahlo
- Biografía de Porfirio Díaz
- Biografía de Benito Juárez
- Biografía de Miguel Hidalgo
Referencias
- “Autobiografía de Charles Chaplin” en https://webooks.co/.
- “Autobiografía de Agatha Christie” en https://www.epedagogia.com.br/.
- “Autobiografía de Charles Darwin” en https://repositorios.cihac.fcs.ucr.ac.cr/.
- “Vivir para contarla” en https://www.unilibrebaq.edu.co/.
- “Un largo camino hacia la libertad” en https://archive.org/.
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