En biología, se conoce como cooperación a un cierto tipo de relaciones intraespecíficas (o sea, relaciones entre miembros de la misma especie), en las que los organismos individuales suman sus esfuerzos para conseguir una meta que les aporta un bienestar común, en lugar de competir entre sí por alcanzarla de manera egoísta. Es la capacidad de cooperar para obtener una recompensa mutua.
La cooperación es, por lo tanto, lo contrario a la competencia, y es propia de las especies animales gregarias, o sea, de aquellas que prefieren vivir en grupos y comunidades más o menos organizadas, como colonias y manadas. Al cooperar, los individuos aumentan las posibilidades de supervivencia (y, por lo tanto, de reproducción) del grupo entero, en lugar de las de un único individuo, y se benefician de manera colectiva.
Existen dos tipos de cooperación biológica:
- La cooperación mutuamente beneficiosa. Un individuo coopera con otro u otros para el beneficio del grupo, sacando de ello un provecho propio significativo.
- La cooperación altruista. Un individuo coopera con otro u otros para el beneficio del grupo, pero al hacerlo se expone a sí mismo a un mayor margen de riesgo o sacrifica su bienestar propio.
La cooperación a menudo da origen a distintos tipos de comunidades como:
- Asociaciones familiares, es decir, la convivencia estrecha de miembros de una misma familia.
- Asociaciones gregarias, o sea, la existencia conjunta de miembros de distintas familias.
- Asociaciones coloniales, en las que no existe la noción de familia porque los organismos operan bajo una organización colectiva tan estrecha, que la reproducción se delega a ciertos individuos (generalmente, las reinas de la colmena).
Por último, este tipo de dinámicas de cooperación se da en animales, plantas, microorganismos y entre los seres humanos. Se piensa, de hecho, que nuestra capacidad de organización y cooperación fue un factor clave en el éxito evolutivo de nuestra especie, en lo cual jugó un rol fundamental nuestra capacidad para construir un lenguaje complejo.
- Ver además: Competencia en animales
Ejemplos de cooperación entre especies animales
Algunos ejemplos de cooperación en especies animales:
- Las hormigas viven en colonias altamente organizadas y jerarquizadas, en las que el trabajo se reparte entre las miles de obreras que cavan túneles, buscan alimento y cuidan a la hormiga reina, única capaz de poner huevos y mantener viva la colonia. Este intercambio de labores exige una altísima capacidad de colaboración, ya que las hormigas son capaces de sacrificarse para proteger a su reina y al hormiguero.
- Las ardillas poseen mecanismos de comunicación sonora para advertir a las demás cercanas sobre la presencia de un peligro en el área. Al hacerlo, sin embargo, se exponen a sí mismas al llamar la atención del potencial depredador.
- Ciertos cardúmenes de peces se mueven en el agua como si fueran un solo individuo, manteniéndose juntos y dispersándose solo momentáneamente, para de esa manera cuidarse los unos a los otros de los depredadores y favorecer sus posibilidades de supervivencia: cientos de ojos miran más que solo dos.
- Los lobos y otros depredadores sociales suelen cazar de manera cooperativa, es decir, atacando animales más grandes y poderosos en manada, de modo que entre todos puedan matarlo y alimentarse. Un lobo solitario, en cambio, no tendría nunca la más mínima oportunidad frente a un animal mucho más grande.
Sigue con:
Referencias
- “Cooperación (evolución)” en Wikipedia.
- “Relaciones intraespecíficas” en el Portal Académico CCH de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
- “Cooperación” en Contenidos Ceibal (Uruguay).
- “Cooperación y reciprocidad en animales” por Rosaura Ruiz en El Universal (México).
- “Entendiendo la cooperación animal” en La Prensa.
¿Te fue útil esta información?
Sí No¡Genial! gracias por visitarnos :)