15 Ejemplos de
Artículos de opinión

Un artículo de opinión es un texto periodístico argumentativo que aborda una temática de interés para la opinión pública, a partir de las consideraciones personales del autor.

Es un texto personal y, a diferencia de un editorial, va firmado siempre por su autor, que utiliza argumentos y valoraciones para sostener su opinión sobre un tema determinado.

Estos artículos buscan despertar en sus lectores un sentimiento crítico en torno al tema, destacando aspectos y consideraciones para acotar el debate a su punto de vista. Para ello suelen valerse de narraciones, comparaciones e incluso cierto grado de escritura poética.

Los artículos de opinión suelen reforzar la línea editorial del medio en el que se difunden. Constituyen una de las secciones más leídas de una publicación periodística ya que suele convocarse a personalidades del mundo político, cultural o mediático para que compartan su punto de vista y opinión.

Características del artículo de opinión

Las principales características de un artículo de opinión son:

  • Pertenece al género periodístico.
  • Es redactado por un autor que firma el escrito y que expresa su opinión sobre un determinado tema.
  • Suele tratar temas de la actualidad política, deportiva, económica, social o cultural de una sociedad.
  • Suele ser un escrito breve que incluye los puntos de vista del autor.
  • Se basa en argumentos y puede incluir datos e información chequeada.
  • Es publicado en una revista o periódico, tanto en formato papel como en portales online.
  • Es redactado por periodistas, estudiosos o profesionales en determinadas materias.
  • Está dirigido a un público amplio por lo que es redactado en un lenguaje simple y accesible.
  • Está formado por un título, que busca captar la atención del lector, una introducción, un nudo y la conclusión.

Estructura del artículo de opinión

La estructura tradicional de un artículo de opinión comprende:

  • Una exposición de motivos o razones, con los que el autor ilustra su abordaje al tema y expone al lector su punto de vista.
  • Un cierre donde ofrece las conclusiones para convencer al lector, y que convierten a un artículo de opinión en un texto argumentativo.

Ejemplos de artículos de opinión

  1. Nuestra deuda impagable con el medioambiente

A lo largo de más de doscientos años de industrialización, la humanidad ha contraído una deuda con el medio ambiente que la vio nacer: hemos tomado materiales y sustancias a nuestro antojo, las hemos modificado y luego arrojado sin importarnos cómo ni cuánto le toma a la naturaleza recuperar su balance, ni cuáles puedan ser las consecuencias a largo plazo de nuestros modelos de producción. Y como todo el mundo sabe a estas alturas, es posible que esté próxima la fecha de pago.

  1. Debemos pensar de un modo ético la creciente lista de animales en riesgo de extinción

La extinción, como sabemos, es un fenómeno muy común y frecuente en la naturaleza. Hemos visto sus huellas en el registro fósil que nos revela la geografía: en épocas muy antiguas hubo eventos cataclísmicos que, al cambiar radicalmente el medio ambiente, empujaron hacia la desaparición a un amplio porcentaje de las especies que existían en cierto momento. Y además lo hemos visto ocurrir, a escala mucho más pequeña, en nuestros días: numerosas especies han desaparecido por efecto de la especie dominante del planeta, la humanidad.

  1. La dolorosa ilusión de las redes sociales

No hay que ser un genio para darse cuenta del impacto trascendental que la irrupción de las redes sociales tiene en el mundo contemporáneo. En poco más de una década de existencia, estos espacios virtuales han pasado de ser una excentricidad juvenil y una herramienta útil para contactar a viejos amigos, a ser el lugar por excelencia donde ocurren transacciones de todo tipo: desde compras y ventas de productos, y publicaciones de anuncios de bienes y servicios, hasta el enamoramiento y la difusión de contenidos personales. Todo está centralizado en sus páginas digitales, al punto tal de que es raro ya pedirle a alguien el número de teléfono, pues en realidad queremos su autorización para sumarnos a su vasta red de contactos.

  1. Los videojuegos: esa manera moderna de contarnos historias

Muchos antropólogos están de acuerdo en que contarnos historias es uno de los gestos más humanos que existen, algo que hacemos desde tiempos remotos, cuando nos sentábamos al borde del fuego para escuchar de los ancianos de la tribu relatos de dioses terribles y cacerías mitológicas. Una función que, a lo largo de los años, ha ido desempeñando un sinfín de invenciones humanas, que van desde el libro y la revista, hasta el cine, la televisión y, en épocas más recientes, los videojuegos.

  1. Las clases virtuales: ¿mal necesario o nuevo paradigma?

Un debate importante ha tenido lugar en el seno de la pandemia del Covid19 y tiene que ver con la educación a distancia o educación virtual. Se trata de una idea que cuenta con muchos detractores a la vez que muchos promotores, aunque en realidad quienes la defienden, en su mayoría, la consideran poco más que un mal necesario. ¿Significa eso que cuando, eventualmente, la pandemia termine volverá todo a ser como era antes? Es muy poco probable.

  1. Romper el techo de cristal

Más de 40 años han transcurrido desde que la feminista Marilyn Loden denunció en un discurso la existencia de un “techo de cristal” que impide el ascenso profesional de las mujeres en el trabajo, y esa sigue siendo una realidad para millones de mujeres en Occidente, especialmente en los países del llamado “tercer mundo”.

  1. Conspiranoia: esa pandemia dentro de la pandemia

El internet en casa dejó de funcionar, cosa grave en estos tiempos de “home office”. La empresa proveedora me dijo que el módem requería un reemplazo, así que al día siguiente envió a un técnico para realizar el trabajo: un tipo parlanchín, simpático, que durante los cuarenta y cinco minutos de su visita no atinó a ponerse bien el tapabocas (dejaba afuera la nariz), y que ante mi clara incomodidad al respecto insistió en que no hacía falta preocuparse: el Covid-19 en realidad no existía. Era todo un invento de los medios, una fachada para intentar implementar un nuevo orden mundial.

  1. La inmoralidad del consumo y el maltrato animal

Mahatma Gandhi afirmaba que “la grandeza de una nación y su progreso moral pueden juzgarse por la forma en la que trata a los animales”, queriendo decir con ello que la manera en que nos relacionamos con las demás especies es reflejo del grado de refinamiento cultural de nuestras sociedades. Y aunque en principio es fácil estar de acuerdo con el líder indio, no lo es tanto cuando ello implica un cambio radical en nuestros hábitos de vida, como la alimentación, el entretenimiento o el consumo.

  1. La indignante impunidad de los delitos ambientales

Son pocos los países que carecen de una legislación específica en materia ambiental, pero son incluso menos aún los que la ejercen con el peso entero de la ley. El delito ambiental, por lo visto, constituye para el grueso de nuestras sociedades un delito menor, sin dolientes, excusable sobre todo si quien lo comete es una poderosa corporación transnacional o, peor aún, una empresa perteneciente al mismo Estado.

  1. “Los flecos de la Guerra Civil siguen contando” por José Andrés Rojo.

Publicado en el diario El País de España, el 21 de noviembre de 2016.

El afán de saber lo que pasó reúne a gentes de muy distintas ideologías

No va a cambiar el mundo si a estas alturas nos enteramos de que hubo unos cuantos espabilados del bando franquista que cruzaron el río Manzanares unos días antes de la fecha que los historiadores han dado hasta ahora por buena, y que llegaron incluso hasta Argüelles, donde hubo escaramuzas con las fuerzas republicanas. Lo que se ha venido explicando, lo que está más o menos fijado por los estudiosos de la Guerra Civil, es que las tropas de los militares rebeldes solo consiguieron cruzar el río tras haber conquistado la Casa de Campo, y que recién lo hicieron el 15 de noviembre de 1936, unos meses después del infame golpe de julio. No les sirvió de mucho. Madrid consiguió resistir, y la guerra se prolongó.

Pero resulta que hay unos cuantos papeles que dan cuenta de que hubo un asalto anterior, tal como contaba este diario ayer en sus páginas de Cultura. Un asalto que no llegó muy lejos y que no logró fijar una posición sólida, como ocurrió después cuando las fuerzas franquistas llegaron a la Ciudad Universitaria y se enquistaron ahí hasta el final de la guerra. ¿Es esto relevante y llegará a cambiar el relato sobre la batalla de Madrid? Seguramente no, salvo que aparezcan otras evidencias de mayor peso, pero lo que de verdad importa es el hecho de volver sobre los documentos, de seguir tirando de manera incansable de los flecos, de continuar explorando. El pasado es siempre un vasto territorio desconocido, y muchos tratan de él como el que toca una compleja partitura de oído.

Lo que seguramente muestran estos papeles es que, así en la paz como en la guerra, muchas veces se esconde la verdad: porque no conviene, porque complica las cosas, porque da una imagen distinta de la que queremos proyectar. A los republicanos no les venía bien que se supiera que los franquistas habían llegado tan lejos tan pronto, muy poco después de iniciar esa ofensiva sobre la capital que pretendían fuera la definitiva. Y a los franquistas les fastidiaba que (esos zaparrastrosos) los hubieran obligado a retirarse. Fue una llamarada, habituales en una guerra; como se apagó, ya nadie puso mayor interés.

Salvo esos cuantos que siguen escarbando, y que siguen preguntando, y que persiguen incansables todas las pistas para que el relato de lo que ocurrió se ajuste cada vez mejor a lo que de verdad sucedió en aquellos aciagos (y caóticos) días. Muchos de esos infatigables curiosos forman parte del Grupo de Estudios del Frente de Madrid (Gefrema).

No está de más subrayar que lo que importa en ese grupo es el afán de conocer lo que pasó, e investigar y profundizar en todo aquello que queda por descubrir y explicar. Algunos proceden de familias que estuvieron en la guerra con los rebeldes y otros son descendientes de los defensores de la República o de los que andaban como locos para hacer la revolución. El saber los hermana más allá de sus respectivas ideologías y, bueno, es una manera inteligente de volver al pasado. No para ajustar cuentas pendientes: para conocerlo mejor.

  1. “El peso de las incertidumbres” de Gustavo Roosen.

Publicado en el diario El Nacional de Venezuela, el 20 de noviembre de 2016.

Colombia y el plebiscito sobre el acuerdo de paz, Inglaterra y la decisión de dejar la Unión Europea, Estados Unidos y la elección presidencial son apenas tres casos en los que la sorpresa ha superado la presunción, pero son además, y muy especialmente, tres demostraciones de la distancia creciente entre la lógica política y la gente, entre el dibujo de las encuestas y el cuadro de las percepciones y aspiraciones reales y profundas de la sociedad. El resultado de esta brecha, alimentada por el olvido o el desconocimiento de la gente, no es otro que el surgimiento de la desconfianza, el abandono de las responsabilidades de ciudadano en la acción política y el florecimiento de muy variadas formas de anarquía y demagogia.

Pocas cosas hay posiblemente más peligrosas para la libertad y la democracia que la pérdida de confianza en los políticos, la sensación de la gente de no ser comprendida o de ser incluso engañada por quienes aspiran a representarla o dirigirla. En Venezuela, en concreto, unos sienten que las propuestas no responden a sus aspiraciones de país; otros, que la atención se ha concentrado en el juego político con desmedro de los verdaderos intereses de la población. En cualquier caso, crecen más las dudas que las certidumbres.

A raíz de los primeros acuerdos entre el gobierno y los representantes de la oposición organizada en la Mesa de la Unidad estos sentimientos han cobrado fuerza inesperada. Pese al intento de explicar la estrategia y las intenciones se percibe que la representación política de la oposición no expresa con la fuerza que debería la gravedad de la situación y la urgencia de las soluciones; que no alcanza las objetivos políticos que propone y se propone; que declara plazos y metas que no puede sostener; que desperdicia su capital político y de apoyo popular; que no está haciendo lo que debería para mantener el entusiasmo; que hay un discurso hacia el interior de las mesas del diálogo y otro para la calle; que las explicaciones sobre el tono y la estrategia no suenan suficientemente convincentes. La gente entiende que se negocie, pero quiere ver que se avance. La gente espera que se resuelvan los puntos que están sobre la mesa, no porque crea que sean únicos, pero sí porque los percibe como inmediatos, como de emergencia.

El resultado de esta pérdida de confianza comienza a acelerar un proceso en el cual no se puede correr más la arruga de la esperanza. Quien puso límites para su plan B, siente ahora que no puede seguir postergándolo. De allí el aumento de la emigración. De allí, por ejemplo, el número creciente de médicos venezolanos rindiendo prueba en Chile para trabajar en la red pública de ese país. El año pasado fueron 338, este año son ya 847. Y como estos médicos, miles de otros profesionales y de emprendedores que cancelan su sueño de oportunidades en el país para buscarlas fuera. El desconcierto no permite a muchos correr más la arruga. Llega un momento en el que las razones reales, las de la economía y las personales, no dan para más. Prolongar la situación agota la esperanza de la gente. Y frente a eso, no basta con recordarla consigna de que el que se cansa pierde.

El ejercicio de la política tiene hoy más que nunca el imperativo de agudizar la percepción sobre la gente, sus motivaciones, sus aspiraciones, sobre lo más inmediato y visible pero especialmente sobre lo profundo, lo que se dice y lo que se calla, lo que se declara en público y lo que se sostiene en privado, lo que se descubre frente a los demás y lo que se guarda en el fuero interno. Interpretar correctamente a la gente, comprender sus aspiraciones, sus motivaciones, sus temores, sus expectativas es, por  lo mismo, el único camino para llegar a la sociedad y para hacerse comprender por ella. Lo ha dicho Luis Ugalde: “A los demócratas les falta informar y escuchar a la gente para que en la cabeza y el corazón de las negociaciones estén los dolores y esperanzas de la población”. Si lo que se pretende es alimentar la confianza y la esperanza, esa buena comunicación es, sin duda, condición obligante.

  1. “Gastar menos no es ahorrar” de Bárbara Anderson.

Publicado en el diario Milenio de México, el 23 de diciembre de 2019.

Estamos cerrando el año con un subejercicio del gobierno federal. Bajo el mandato de la austeridad (o austericidio, como le llaman algunos empresarios), las dependencias estatales se sentaron sobre sus presupuestos y eso, además de ser una señal de ‘seguimos el mandato presidencial’ se ha convertido en un freno para el resto de la economía. Según el reporte trimestral que publica México Evalúa, el gasto gubernamental en los primeros 10 meses del año fue 160 mil mdp menos que el aprobado en el presupuesto. De ese total, 106 mil 200 mdp corresponden a subejercicios de organismos del gobierno federal y 54 mil 200 mdp de Pemex, CFE, IMSS e Issste.

Hasta finales de octubre fue Pemex quien mostró el mayor subejercicio (13% menos, equivalente a 64 mil mdp), las participaciones federal (-5% o -37 mil mdp), Educación (-22 mil mdp) e intereses de la deuda pública (-32 mil mdp). En un año donde hubo desabasto en medicinas y reclamos de pago a médicos y fondos para los institutos de salud, este fue el sector con el peor subejercicio: hasta octubre sumaba -35 mil mdp (-6% de lo presupuestado) si sumamos a la Secretaría de Salud, el IMSS y el Issste.

En muchos organismos la razón ha sido una ejecución lenta (por falta de personal especializado en cada entidad, algo que siempre ocurre en un cambio de administración tan radical en su primer año) y en otros a procesos administrativos en stand by o a media marcha. “Siempre hay subejercicios en el primer año de gobierno, porque hay cambios institucionales, pero comparado con los tres primeros trimestres del año de la administración anterior el subejercicio fue mucho mayor”, dijo días atrás Carlos Serrano, jefe economista de BBVA. AMLO versus EPN: en el primer año hay un subejercicio cuatro veces mayor.

Gastar menos de lo presupuestado no es un ejemplo de buena administración, sobre todo cuando se trata de un presupuesto que ya había sufrido recortes y cuando se aprueba en el camino otro presupuesto (2020), sin tomar en cuenta que la realidad ‘contante y sonante’ se ha separado de lo propuesto y aprobado por el Congreso en su momento.

Se puede ahorrar en gasto corriente, pero eso no significa congelar el uso del dinero asignado a cada organismo, secretaría, comisión o empresa paraestatal: no gastar lo que se había calculado redunda en menos inversión pública, obras planeadas que no se hicieron, programas que no se pusieron en marcha, servicios que no se dieron, beneficiarios que no recibieron lo que se les prometió. Cuando el gobierno no gasta también hay menos empleos, menos circulación de dinero en el mercado interno. Si a eso le sumamos el ambiente de incertidumbre que bajó la inversión de la IP y a los nubarrones externos de caída del crecimiento y dilatado cierre del T-MEC, el resultado es un país en pausa que se quedó con un crecimiento de 0%.

En la administración pública no es lo mismo ahorrar que no usar el dinero asignado, aunque algunas dependencias crean que hacen lo mismo en nombre de la austeridad.

  1. “La familia: lugar de esperanza para la sociedad” de Lorena Bolzon.

Publicado en el diario Clarín de Argentina, el 15 de mayo de 2021.

Es imposible pensar en una sociedad que pueda darse sin familias, porque es allí donde el ser humano se humaniza, donde inicia su proceso de personalización. La familia constituye el hogar, verdadero centro de la existencia humana, donde, desde la afectividad, forjamos nuestras actitudes, motivaciones y hábitos. Espacio donde se nos ama solo y por nuestra valoración personal, y no cuantitativa.

Naciones Unidas instituyó el Día Internacional de la Familia en 1993 con el objeto de aumentar la concientización acerca de los temas relacionados con ella y fomentar los lazos familiares. Una forma de recordarnos anualmente aquel reconocimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) que presenta a la familia como el elemento natural y fundamental de la sociedad, que tiene derecho a la protección de la sociedad y el Estado.

Es frecuente la alusión a la familia como órgano fundamental de la sociedad. Pero es una realidad mucho más profunda, arraigada esencialmente en la naturaleza humana y, por ello, fuente de potencialidades inagotables para el crecimiento de las personas y el desarrollo de las sociedades. Las familias cumplen funciones estratégicas para la sociedad. Una función social, pues da origen a las nuevas generaciones y se ocupa de su crianza y educación; fomenta el respeto por la diversidad y la complementariedad; promueve la ayuda mutua, la solidaridad y la generosidad intergeneracional; conserva y transmite la cultura.

Una función económica, en tanto da dinamismo a la economía, promueve la producción y el consumo, genera capital humano y social. Y, finalmente, la función de contención, como espacio de protección y seguridad respecto del entorno, pero también en tanto control social de la persona, a fin de evitar conductas dañinas y perjudiciales para ella misma y para la sociedad toda. Históricamente, los estudios revelan una realidad innegable: cuando estas funciones fallan, o se debilitan los vínculos familiares, aparecen situaciones de gran impacto social.

El aumento de la criminalidad, el abuso de menores, la violencia familiar y social; los consumos problemáticos, problemas de comportamiento, un debilitamiento de funciones parentales y de la solidaridad intergeneracional; la disminución del rendimiento académico; un aumento de embarazos adolescentes; de la pobreza y de tasas crecientes de depresión y suicidio, especialmente en los jóvenes.

Resulta necesaria una profunda reflexión sobre el sentido de responsabilidad del Estado en relación con la familia, en el marco de un claro reconocimiento de su identidad, de sus funciones sociales estratégicas y de los importantísimos valores que representa en sí misma y que transmite al conjunto de la sociedad. Las familias no son abstracciones, sino realidades concretas, que, día a día, navegan las caudalosas aguas de la complejidad del mundo moderno, el cual las pone a prueba en cada recodo y las somete a nuevas exigencias.

Es preciso reconocer que toda desvalorización sobre la familia afecta a la sociedad en su conjunto, y de ella se derivan múltiples problemas de alto costo social, político y económico. Por eso, la ONU sostiene la necesidad de crear conciencia sobre la situación de la familia y de promover políticas y programas orientados a ella, así como de integrar la perspectiva familiar en las agendas de desarrollo sostenible de las naciones.

Debemos asumir un compromiso concreto con la promoción de la familia y la necesidad de profesionalizar su servicio y atención, de investigar sobre las distintas fortalezas y debilidades que se dan en este espacio vital. Por ello, vaya en este, su día, nuestro más profundo reconocimiento a los orientadores familiares, así como a todos los profesionales que desde su propia disciplina trabajan denodadamente por la protección y restauración de los vínculos familiares. Una tarea de profunda vocación humana y social.

Preservemos a la familia como lugar de esperanza, de amor incondicional. Recordemos siempre que quien tiene un verdadero hogar posee un seguro contra la desesperación y un refugio dispuesto al que siempre volver. Donde cada uno de nosotros vale, simplemente por ser nosotros, no por ser altos o bajos, ricos o pobres, varón o mujer, sino solo por ser.

  1. “Ricardo Gareca: el mejor técnico para Perú que no hace milagros” de Ricardo Montoya.

Publicado en el diario El Comercio de Perú, el 19 de junio de 2021.

Éramos pocos y ahora somos menos. Ricardo Gareca, con perdón del “Oso Marcos”, el mejor director técnico de la selección en su historia, ha sabido con un grupo reducido de jugadores escribir gestas inolvidables. El problema ahora, es que ese universo pequeño de futbolistas se ha estrechado aún más y los reemplazantes todavía no están a la altura de los que faltan. No aparece el recambio deseado. Otros países suplen con jerarquía sus ausencias. Nosotros no.

Línea por línea se evidencian las necesidades. En el arco, por ejemplo, Gallese no tiene sombras. Pedro lo hizo muy bien en Quito y evitó “la canasteada” en Brasil, pero no nos está salvando con la frecuencia que lo hacía antes. Frente a Colombia se equivoca claramente en el gol de Mina y contra Brasil el tanto de Neymar no era un remate inatajable. Sin competencia a la vista un atleta debe motivarse intrínsecamente para progresar. Encender ese fuego interno no es tan común en el deporte como se piensa.

En la defensa hemos perdido a Advíncula para la Copa y nos duele. Los enormes riñones de Corzo, su sustituto, no siempre pueden disimular sus carencias técnicas. Lucho, que está peleando el ascenso con el Rayo Vallecano, aun con ciertas limitaciones en la marca, ayuda a que Perú salga desde atrás y desdoble con frecuencia. Es una baja sensible.

Es coherente que Zambrano haya quedado fuera de la convocatoria. La perseverancia en el error merece penitencia. Lo que no es fácil de entender es por qué a él se le castiga y a otros no. Inquirido sobre Cueva, Gareca arguye que “son cosas privadas”. Privadas de equidad le falto completar al entrenador nacional. Lo que aplica para uno debería hacerse extensivo al resto.

Cuando enfrentamos a Brasil en Lima, Pedro Aquino fue uno de los puntos más altos. Luego su rendimiento cayó en los siguientes juegos de la selección, En el América ha seguido destacando. El jueves quedó claro cuan necesario es en el plantel. Perú urgía de alguien que se prodigue y raspe en la zona media y Aquino, pese a su bajón con la rojiblanca, cuenta con la experiencia suficiente para fortificar la volante. Una lástima que esa lesión inoportuna lo alejara del torneo.

Christofer Gonzales se había convertido en la manija de Cristal y fue uno de los pocos que destacó en la Libertadores. “Canchita” era una alternativa dúctil en el equipo: puede jugar de Cueva, de Peña o de Yotún según lo que requiera el técnico, Su ausencia, cuando la estaba rompiendo, es de las que más se siente.

Digámoslo sin eufemismos. Edison Flores tan influyente en las Eliminatorias pasadas, no ha sido el mismo este último tiempo. En los partidos de este año ha estado lejos del nivel al que nos tenía acostumbrados. De todas formas, hubiese sido una opción interesante en algún juego. Lesionado quedo al margen de la lista final.

Sin Guerrero y Farfán, Perú ha perdido armas en ataque y liderazgo en el campo. Cualquiera de los dos podía poner el pecho cuando cayeran las balas y rescatar al grupo con un gol fuera de contexto. Sin ellos, ya mayores, somos inocuos en ataque. Los dos tenían estirpe internacional. Son muy difíciles de reemplazar.

Así las cosas, los que viajaron y compiten tienen la obligación de elevar su nivel. En la Copa América hemos sido protagonistas desde hace varias ediciones. Si no crecen los rendimientos individuales, el colectivo lo va a sufrir y se va a romper la racha. Es hora que los referentes se pongan el equipo mal hombro. Gareca es un gran técnico, pero milagros no hace.

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Equipo editorial, Etecé (19 de agosto de 2024). Artículos de opinión. Enciclopedia de Ejemplos. Recuperado el 30 de octubre de 2024 de https://www.ejemplos.co/ejemplos-de-articulos-de-opinion/.

Sobre el autor

Fecha de publicación: 5 de diciembre de 2016
Última edición: 19 de agosto de 2024

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