El encabalgamiento es una figura retórica que consiste en no terminar un enunciado al final del verso sino en el siguiente, es decir, las frases van «a caballo» entre dos versos. La parte de la frase que queda en el verso que le corresponde es el encabalgante y la parte que pasa al verso siguiente es el encabalgado. Por ejemplo: Sin armas. Ni las dulces / sonrisas, ni las llamas / rápidas de la ira (Pedro Salinas – “Sin voz, desnuda”).
El encabalgamiento forma parte del grupo de las figuras sintácticas. Es usual en poemas de verso libre, un tipo de versificación irregular que no obedece ni a la igualdad del número de sílabas ni a la uniformidad de los grupos rítmicos, debido a que no coincide la unidad sintáctica con la unidad métrica.
- Ver además: Recursos poéticos
Tipos de encabalgamiento
Existen dos tipos de encabalgamiento:
- Encabalgamiento brusco o abrupto. Se da cuando la pausa se produce antes de la quinta sílaba del verso encabalgado.
- Encabalgamiento suave. Se da cuando la pausa se produce más allá de la quinta sílaba del verso encabalgado.
Ejemplos de encabalgamiento
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.
(Antonio Machado)
Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando…
(Blas de Otero)
Oye cuánto ruido; el mundo tiembla
como un abril pisoteado. Advierte
de qué manera el hombre necesita
cantar su muerte con la voz del trueno.
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas…
(Miguel Hernández)
Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.
(Blas Otero – “Hombre”)
Bien como la ñudosa
carrasca, en alto risco desmochada
con hacha poderosa
de ser despedazada
del hierro, torna rica y esforzada..
Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando…
Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos
las polvorientas encinas!…
Bien como la ñudosa
carrasca, en alto risco desmochada
con hacha poderosa
de ser despedazada
del hierro, torna rica y esforzada…
(Fray Luís de León)
Creo que mi barba era
negra… Yo estaba vestido
de gris… Y mi barba es blanca
y estoy enlutado… ¿Es mío
este andar?
(Juan Ramón Jiménez – “Soy yo quien anda esta noche”)
Mañana cuando vuelva el aire
a cernirse sobre las flores, sobre las altas paredes
que custodian el mundo, (…)
(Ricardo E. Molinari – “No sé si cantando se seca el viento”)
Sigue con:
¿Te fue útil esta información?
Sí No¡Genial! gracias por visitarnos :)