El ensayo filosófico es una composición textual en prosa en la que se aborda, analiza y argumenta de manera reflexiva un problema propio del campo de la filosofía y su incidencia en otras áreas del saber. Los temas en esta área abarcan casi la totalidad de las preocupaciones del ser humano por su existencia, su origen y los aspectos trascendentales de la vida, es decir lo que está más allá de las apariencias, como el amor, la amistad, la muerte, la moral, el comportamiento humano, la trascendencia del ser, entre otros. Por ejemplo: La resistencia, de Ernesto Sábato.
Este tipo de ensayo consiste en presentar de forma estructurada una argumentación lógica a favor o en contra de alguna tesis, enlazando datos que apoyan los postulados del autor. Es decir, que el ensayo filosófico es transparente en cuanto a mostrar la ideología de quien escribe. Su ordenamiento y la relación entre las ideas deben ser sumamente claros y coherentes.
Los ensayos filosóficos han sido de gran importancia a lo largo de la historia porque han establecido bases para la formación moral, ética, política, social y científica del hombre, siendo estos temas aplicados en todas las ramas del conocimiento. Es así como se estima que obras clásicas de filósofos como Platón, Santo Tomás de Aquino, Tomás Moro, Karl Marx, Bertrand Russell, Adam Smith, San Agustín, entre muchos otros, siguen estando vigentes y siendo utilizados con gran asertividad sobre problemas actuales.
- Ver además: Tipos de ensayo
Características del ensayo filosófico
El ensayo filosófico busca exponer las ideas personales respecto a un tema apoyando una tesis, refutando o analizando de manera reflexiva dicha cuestión. Las características deseables en un ensayo filosófico son:
- Mirada original. El ensayo filosófico debe contener un tema o un aproximamiento singular. Al ser los temas filosóficos muy abordados a lo largo de la historia, uno que pretenda ser relevante debe tener una posición diferente a todo lo que se ha dicho anteriormente y que pueda aportar al campo del conocimiento y al progreso de las ciencias.
- Argumentación. El ensayo filosófico debe tener ideas con una base lógica y estricta, para sustentar la tesis expuesta. Además debe demostrar una alta calidad en cuanto al debate y a la exposición de argumentos que se proponga. Muchos ensayos de este tipo plantean el diálogo con ideas del pasado para refutarlas o actualizarlas según puntos de vista posteriores.
- Indagación bibliográfica. El ensayo filosófico debe poseer un abordaje teórico desde los marcos preexistentes. Si se quiere poner en debate la idea del amor romántico, se debe revisar la literatura sobre el tema y buscar marcos de reflexión que partan de modelos contemporáneos para dialogar e interactuar con ellos.
- Efectos en la actualidad. El ensayo filosófico debe establecer cómo afecta el tema tratado a las ideas en la actualidad. Aunque no es necesario otorgar un anclaje en la modernidad, una mirada desde el presente puede resultar en un enfoque propositivo que genere cambios en la realidad.
Ejemplos de ensayo filosófico
- Fragmento de un ensayo filosófico sobre la libertad
Una persona libre, en principio, es una persona que goza de la plenitud de sus derechos y cumple a cabalidad con sus responsabilidades. Entre las definiciones de libertad del diccionario están, por ejemplo, la ausencia de condiciones de esclavitud, prisión o coacción estatal, de modo que la libertad pasa necesariamente por el acuerdo con la voluntad propia. Sin embargo, no puede entenderse la libertad como el disfrute absoluto del propio deseo.
- Ver el artículo completo en: Ensayo filosófico sobre la libertad
- Fragmento de un ensayo filosófico sobre el amor
La explicación material y orgánica de un fenómeno psíquico deja poco margen para contemplar sus matices y su complejidad. ¿Es realmente el amor una sensación de bienestar y satisfacción? Habría que preguntárselo al celoso Otelo o a los amantes de Verona, Romeo y Julieta, dispuestos a morir antes que estar el uno sin el otro. La experiencia del amor, pues, no puede reducirse a su explicación fisiológica, tanto como no puede explicarse el paso de la materia organizada a la vida propiamente dicha.
- Ver el artículo completo en: Ensayo filosófico sobre el amor
- Fragmento de un ensayo filosófico sobre la belleza
Visto así, uno podría pensar que la belleza entonces no se encuentra en las dimensiones del objeto observado, sino en las consideraciones mentales, emocionales o culturales del sujeto que lo observa. Solo de ese modo se explica que un mismo objeto pueda ser hermoso en una cultura y desagradable en otra, o en una época y la siguiente. Los ejemplos abundan, pero tal vez ninguno sea tan evidente como el caso del arte abstracto: un cuadro del pintor estadounidense Jackson Pollock puede resultar muy agradable a la vista para quienes hoy apreciamos su aparente caoticidad y sus trazos ágiles, pero durante el Renacimiento hubiera sido impensable y posiblemente considerado como un lienzo desperdiciado.
- Ver el artículo completo en: Ensayo filosófico sobre la belleza
- Fragmento de un ensayo filosófico sobre la muerte
La experiencia más cercana a la muerte que tenemos ordinariamente es el sueño. O sea, la acción de dormir. Todos hemos experimentado el borroneo de la conciencia que conduce al mundo del sueño, y sabemos que en ocasiones esa vivencia del vacío puede no estar repleta de sueños y fantasías, sino ser simplemente la nada. La inconsciencia. La ausencia de las autopercepciones. Nadie está consciente de sí mismo y de sus alrededores mientras duerme, pero al mismo tiempo se entrega al sueño con la plena seguridad de que va a volverse a despertar (incluso si no lo hace, lo cual a menudo es una posibilidad). Entonces, ¿por qué no nos produce el sueño esa misma angustia que nos produce la muerte?
- Ver el artículo completo en: Ensayo filosófico sobre la muerte
- Fragmento del ensayo ¿Es útil la literatura?, de Georges Bataille
Nada es más común actualmente que la poesía política. Se despliega en la clandestinidad a la que se propone sobrevivir. Quisiera enunciar a continuación un primer principio. No es posible que haya nada humano que no deba ser intentado, que no merezca y pueda ser intentado felizmente. Tengo ante mí un poema inédito sobre la insurrección: todo lo que la rabia de la libertad hace pasar por una cabeza de dieciocho años clama en sus versos: Vamos a golpear con la cabeza el borde de los límites…
- Fragmento del ensayo El cerebro musical, de Daniel Levitin
Como dice el musicólogo David Hurón, la música se caracteriza tanto por su ubicuidad como por su antigüedad. No existe ninguna cultura, ni presente ni pasada, que carezca de música, y algunos de los objetos más antiguos que se han encontrado en excavaciones arqueológicas son instrumentos musicales. La música es importante en la vida cotidiana de mucha gente en todo el mundo, y lo ha sido a lo largo de toda la historia de la humanidad.
- Fragmento del ensayo La genealogía de la moral, de Friedrich Nietzsche
La rebelión de los esclavos en la moral comienza cuando el resentimiento mismo se vuelve creador y engendra valores: el resentimiento de aquellos seres a quienes les está vedada la auténtica reacción, la reacción de la acción, y que se desquitan únicamente con una venganza imaginaria. Mientras que toda moral noble nace de un triunfante sí dicho a sí mismo, la moral de los esclavos dice no, ya de antemano, a un “fuera”, a un “otro”, a un “no-yo”; y ese no es lo que constituye su acción creadora.
- Fragmento del ensayo En defensa del error, de Kathryn Schulz
Para ser justos, esta serena fe en que tenemos razón está a menudo justificada. La mayoría nos manejamos bastante bien en el día a día, lo cual indica que de forma rutinaria tenemos razón sobre muchas cosas. Y a veces no solo de forma normal sino espectacular: sobre la existencia de los átomos (postulada por pensadores de la Antigüedad miles de años antes de la aparición de la química moderna); sobre las propiedades curativas de la aspirina (reconocidas desde el año 3000 a. C. por lo menos); en haberle seguido la pista a aquella mujer que te sonrió en el café (ahora tu esposa desde hace veinte años).
- Fragmento del ensayo El hambre, de Martín Caparrós
Conocemos el hambre, estamos acostumbrados al hambre: sentimos hambre dos, tres veces al día. Pero entre ese hambre repetido, cotidiano, repetida y cotidianamente saciado que vivimos, y el hambre desesperante de quienes no pueden con él, hay un mundo. El hambre ha sido, desde siempre, la razón de cambios sociales, progresos técnicos, revoluciones, contrarrevoluciones. Nada ha influido más en la historia de la humanidad. Ninguna enfermedad, ninguna guerra ha matado más gente. Todavía, ninguna plaga es tan letal y, al mismo tiempo, tan evitable como el hambre.
- Fragmento del ensayo Tratado sobre la tolerancia, de Voltaire
De sobra se sabe todo lo que ha costado desde que los cristianos disputan sobre el dogma: ha corrido la sangre, ya sea en los patíbulos ya en los campos de batalla, desde el siglo IV hasta nuestros días. Limitémonos aquí a las guerras y a los horrores que las querellas de la Reforma han provocado y veamos cuál ha sido su fuente en Francia. Tal vez un cuadro resumido y fiel de tantas calamidades abrirá los ojos a algunas personas poco instruidas y conmoverá los corazones rectos
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