Los textos narrativos (cuentos, novelas, relatos) siguen un orden lógico para presentar los hechos que relatan. Estos textos suelen ordenar los sucesos en secuencias que hacen que la narración vaya avanzando.
En general, los textos narrativos se estructuran en tres partes:
- Introducción. Es la parte inicial de la narración. Se presenta el escenario, los personajes y sus propósitos. Se incluyen las bases para que el nudo tenga sentido. En la introducción se transmite la situación de “normalidad” inicial que será interrumpida por el nudo.
- Nudo. Se presenta el conflicto o el problema de la narración que el protagonista deberá resolver o sortear. Aquí ocurren los sucesos más importantes. Comienza con un acontecimiento que irrumpe esa “normalidad” planteada en la introducción.
- Desenlace. Tras haber llegado al punto de máxima tensión de la historia, sucede algún hecho que reordena los elementos y se recobra la “normalidad”, que puede o no ser similar a la de la introducción.
- Ver además: Tercera persona
Ejemplos de introducción, nudo y desenlace
- LOS TRES CERDITOS
Introducción
Había una vez tres chanchitos que se fueron a vivir solos al bosque, luego de que su madre les planteara que ya eran demasiado grandes para seguir viviendo en casa de sus padres y que había llegado la hora de conocer el mundo.
Así fue que, luego de caminar varias horas, los tres hermanos encontraron un espacio lo suficientemente despejado como para que cada uno pudiera construir su propia casa. El primero la hizo de paja: estaba apurado por terminarla y salir a jugar. El segundo chanchito tampoco le puso demasiado empeño, armó la suya con unas maderas que encontró y se fue a jugar con su hermano. El tercero era el más trabajador y responsable. Levantó su casa con ladrillos y cemento.
Nudo
Una vez que el hermano más responsable terminó su casa, se puso a jugar con sus hermanos en el bosque. Los cerditos no notaron la presencia de un lobo que, luego de espiarlos detrás de un árbol, aprovechó el momento en el que el más pequeño se alejó del resto para cazarlo.
Pero éste, apenas lo vio, huyó para esconderse en su casita de paja. Con apenas soplar, el lobo la derrumbó. A toda velocidad, el chanchito huyó hasta esconderse junto con su hermano en la casa de madera. Pero, luego de darle algunas patadas, el lobo también logró derrumbar esta casa.
Desesperados, los dos escaparon de las garras del lobo y se refugiaron en la casa de ladrillos, junto con su hermano mayor. El lobo intentó derribarla, pero no tuvo la misma suerte que antes. La casa se mantuvo intacta pese a los golpes y soplidos que el lobo le dedicó.
Harto de estos intentos fallidos, el lobo decidió trepar hasta el techo y meterse a la casa por la chimenea. Los hermanos, atentos a los ruidos, hirvieron agua en una olla y la dejaron al pie de la chimenea, a la espera de lo que suponían que iba a ocurrir. Así, cuando el lobo se arrojó, cayó de lleno a la olla.
Desenlace
Desesperado, el lobo huyó a los gritos de la casa.
Los dos hermanos más pequeños abrazaron al chanchito mayor y le agradecieron haber construido una casita tan firme donde se pudieron refugiar. Pusieron manos a la obra y construyeron sus propias casas, a base de ladrillos.
Según cuentan los que habitan ese bosque, el lobo nunca más quiso cazar un chanchito.
- LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO
Introducción
Había una vez una pareja de campesinos que fue de visita al mercado. Entre todos los productos y animales que se vendían allí, hubo uno que les llamó la atención: una gallina de gran tamaño. Luego de debatir un rato, el matrimonio decidió que esa sería la compra de la jornada: una gallina para el gallinero.
Nudo
A la mañana siguiente, cuando el señor granjero entró al gallinero para alimentar a los animales y a recolectar sus huevos, hubo algo que le llamó la atención: la flamante gallina había puesto ¡un huevo de oro!
Con las manos temblorosas, el campesino recogió el huevo y corrió hasta la cocina de su casa, para mostrárselo a su esposa.
Esa situación se repitió cada mañana.
El matrimonio comenzó a obsesionarse con la gallina de los huevos de oro. Su ambición fue tal que decidieron idear un plan para hacerse de la mayor cantidad de huevos en el menor tiempo posible. Luego de barajar distintas opciones, decidieron matar a la gallina. “Seguro que en su interior están albergados todos los huevos”, concluyeron los granjeros.
Desenlace
Al día siguiente, decidida, la pareja mató a la gallina.
Pero, al abrirla, se encontraron con que no había nada en su interior, ni siquiera el huevo que correspondía a esa jornada. Así, los campesinos se quedaron sin la gallina y sin los huevos de oro. Y aprendieron que la ambición no es una buena consejera y que la fortuna puede ser pasajera.
- LA CIGARRA Y LA HORMIGA
Introducción
Érase un caluroso verano, cuando la cigarra cantaba sin parar debajo de un árbol. Echada sin nada que hacer más que descansar, veía cómo su vecina, la hormiga, trabajaba sin cesar llevando a cuestas un enorme grano de trigo.
Con tono de burla, la cigarra le preguntó qué hacía trabajando con el bello día que hacía. Además, entre risas, le reprochó que no sabía divertirse.
La hormiga ni siquiera se detuvo a responderle y siguió trabajando. La escena de la hormiga trabajando y la cigarra burlándose se repitió durante todo el verano.
Nudo
Un buen día, llegó el invierno. Ese día, la hormiguita laboriosa se metió en su hormiguero, calentito y repleto de la comida que había ido almacenando durante todo el verano.
La cigarra, en cambio, muerta de hambre y de frío, no tenía a dónde ir. Se le vino a la mente la imagen de la hormiguita trabajadora y fue corriendo a tocarle la puerta de su hormiguero para pedirle asilo y comida.
Al escuchar el pedido desesperado de la cigarra, la hormiga se negó y le recordó lo holgazana que había sido durante todo el verano. Y rápidamente le cerró la puerta en la cara.
Desenlace
Ese fue el último invierno en que la cigarra pasó frío. El verano siguiente, la se dedicó a armar un refugio y a recolectar alimentos. Además, aprendió la lección y dejó de burlarse de los demás.
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