Ejemplos de
Literatura barroca

La literatura barroca es el conjunto de obras literarias que se produjeron en el Barroco, el período histórico cultural que tuvo lugar en Europa e Hispanoamérica en el siglo XVII y comienzos del XVIII. Por ejemplo: El buscón, de Francisco de Quevedo.

El Barroco surgió después del Renacimiento y, si bien continuó valiéndose de algunos ideales clásicos del arte, supuso una ruptura con el período anterior, porque se caracterizó por reflejar una visión pesimista del mundo y por tener una estética artificiosa, sobrecargada, compleja y hermética.

Esta corriente artística se desarrolló en distintos países, pero tuvo mayor peso en España, ya que coincide con el final del Siglo de Oro español, es decir, con el período de mayor esplendor literario de este país.

• Ver además: Poemas barrocos

Características de la literatura barroca

Las principales características de la literatura barroca son:

• Contexto. El contexto se caracteriza por una profunda crisis demográfica, económica, social y política e influyó en la concepción que los artistas tenían del mundo y, por ende, en las obras literarias.
• Estilo. El estilo es ornamental, artificioso y sobrecargado, porque se buscaba experimentar con nuevas formas y evadir la realidad. Además, muchas obras tienen un tono satírico o sarcástico respecto a aquello que representan.
• Temas. Los temas son el pesimismo, la muerte, el paso del tiempo, la fugacidad de la vida, el desengaño, la mitología grecolatina, el mundo al revés, la historia, la honra, el honor, la oposición luz-oscuridad, el amor, la religión, la vida como un sueño, como la guerra o como un artificio, entre otros.
• Tópicos. Los tópicos fueron retomados del Renacimiento y de la Edad Media. Algunos de ellos son carpe diem (aprovecha el día), tempus fugit (el tiempo huye) y memento mori (recuerda que morirás).
• Lenguaje. El lenguaje literario de esta época fue renovado tanto en la sintaxis como en los términos utilizados con la inclusión de neologismos, extranjerismos y cultismos.
• Figuras retóricas. Las figuras retóricas más utilizadas son el hipérbaton, la hipérbole, la metáfora y la acumulación, porque permiten crear una obra sobrecargada, artificiosa y compleja.

Géneros de la literatura barroca

La literatura barroca comprende tres géneros: la poesía, el teatro y la narrativa.

Poesía barroca

La poesía barroca se caracteriza por la artificiosidad y la renovación y por no buscar imitar la naturaleza. En este periodo se continuaron utilizando composiciones del Renacimiento, como el soneto y la silva, pero se introdujeron otras, como el romance y la letrilla.

Además, las poesías se pueden clasificar en dos grandes corrientes estéticas, que no son tan diferentes, pero que tienen sus particularidades:

• El culteranismo. Es la corriente en la que predomina la renovación del estilo y de la estética, ya que se utilizan expresiones cultas, una sintaxis compleja y una gran cantidad de figuras retóricas. Por ejemplo: “Alegoría de la brevedad de las cosas humanas”, de Luis de Góngora.
• El conceptismo. Es la corriente en la que predomina la renovación de la expresión de las ideas, por eso, se modifica el significado de las palabras y la sintaxis es similar a la de la lengua corriente. Por ejemplo: “Alma es del mundo Amor; Amor es mente”, de Francisco de Quevedo.

• Ver además: Poemas barrocos

Teatro barroco

El teatro barroco se caracteriza por romper con los preceptos renacentistas. Este cambio fue propuesto por Lope de Vega en Arte nuevo de hacer comedias y supone:

• El abandono de las unidades clásicas aristotélicas. Las unidades de lugar, tiempo y acción se dejan de lado como sostenes del verosímil, ya que las obras pueden transcurrir en distintos momentos y lugares.
• La mezcla de lo trágico y lo cómico. Se abandona la división clásica de los subgéneros teatrales, ya que se combinan elementos de la tragedia y de la comedia, por ejemplo, en una obra puede haber personajes nobles y plebeyos.
• La disminución de la cantidad de actos. Los actos de la obra se reducen de cinco a tres y se corresponden con el inicio, el nudo y el desenlace de la trama.
• La adecuación al decoro. Cada personaje de la obra habla y se comporta según su estatus o su rol social.
• La utilización del verso. Casi todos los parlamentos están en verso de arte menor o de arte mayor según el género, el momento de la obra y el personaje que habla.

Narrativa barroca

En este período se destacan dos tipos de novelas:

• Las novelas cortas de tipo italiano. Son relatos cortos con un objetivo moralizante y pueden tratar sobre diversos temas de la realidad o el amor. Por ejemplo: Novelas ejemplares, de Miguel de Cervantes.
• Las novelas picarescas. Son más realistas que las otras novelas de la época, ya que narran de manera autobiográfica la vida de un pícaro y funcionan como sátira y crítica de la sociedad. Por ejemplo: La vida del Buscón, de Francisco de Quevedo.

Ejemplos de literatura barroca

Ejemplos de poesía barroca

1. Fragmento de “La Arcadia”, de Lope de Vega (1562-1635)

¡Oh libertad preciosa,
no comparada al oro
ni al bien mayor de la espaciosa tierra;
más rica y más gozosa
que el precioso tesoro
que el mar del sur entre su nácar cierra!
Con armas, sangre y guerra,
con las vidas y famas
conquistada en el mundo;
paz dulce, amor profundo,
que el mal apartas y a tu bien nos llamas:
en ti sola se anida
oro, tesoro, paz, bien, gloria y vida.

Cuando de las humanas
tinieblas, vi del cielo
la luz, principio de mis dulces días,
aquellas tres hermanas
que nuestro humano velo
tejiendo llevan por inciertas vías,
las duras penas mías
trocaron en la gloria
que en libertad poseo,
con siempre igual deseo,
donde verá por mi dichosa historia
quien más leyere en ella,
que es dulce libertad lo menos della.

1. “Soneto CDXLIX”, de Francisco de Quevedo (1580-1645)

Si caístes, don Blas, los serafines
cayeron de las altas jerarquías;
y cuantas fiestas hay caen en sus días;
y porque caen las rentas, hay cuatrines.

Pues ¿qué mucho que caigan tres rocines,
por lo manchado y por lo hambriento arpías?
Si queréis remediarlo, gasta en lías
lo que gastaste en lacayos ruines.

Como si ellos cayeran, los enfada
veros caer; y no hay balcón sin fallo,
que el toro le obligó a sacar la espada.

Callen y guarden, como aguardo y callo;
que caerá de su asno, si le agrada,
quien tantas cae de su caballo.

1. Fragmento de “En la pedregosa orilla”, de Luis de Góngora (1561-1627)

En la pedregosa orilla
del turbio Guadalmellato,
que al claro Guadalquivir
le paga el tributo en barro,
guardando unas flacas yeguas,
a la sombra de un peñasco,
con la mano en la muñeca
estaba el pastor Galayo;
pastor pobre y sin abrigo
para los hielos de mayo,
no más de por estar roto
desde el tronco a lo más alto.
Quejábase reciamente
del Amor, que lo ha matado
en la mitad de los lomos
con el arpón de un tejado,
por la linda Teresona,
ninfa que siempre ha guardado,
orillas de Vecinguerra,
animales vidrïados,
hija de padres que fueron
pastores de este ganado,
el uno, orilla de Esgueva,
el otro, orilla de Darro.
De esta, pues, Galayo andaba
tiesamente enamorado,
lanzando del pecho ardiente
regüeldos amartelados.
No siente tanto el desdén
con que della era tratado
cuanto la terrible ausencia
le comía medio lado;
aunque para consolarse
sacaba de rato en rato
un cordón de sus cabellos,
y tejido de su mano,
tan delicado y curioso,
tan curioso y delicado,
que si el cordón es tomiza
los cabellos son esparto.

1. Fragmento de “Hombres necios que acusáis”, de Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695)

Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si la incitáis al mal?

Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco
el niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo,
y siente que no esté claro?

Con el favor y desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

1. “Soneto del triunfo parténico”, de Carlos de Sigüenza y Góngora (1645-1700)

Si celeste, si cándida, si pura
es etérea azucena al Sol luciente,
cuando indultando a Delos por su Oriente
privilegia de intacta su hermosura,

¿cómo pudo el borrón de sombra impura
profanar su excepción? ¿Cómo indecente
villana espina horrorizar ardiente
la luz nevada que aun en Delos dura?

Si en la sombra no hay sombra, si en la idea
la mancha falta, no queriendo el Día
que menos que de luz su cuna sea,

¿cómo el Original? ¿Cómo podía
hallarse impuro con la culpa fea,
siendo de luz la sombra de María?

Ejemplos de teatro barroco

1. Fuenteovejuna, de Lope de Vega (1562-1635). En esta comedia se representa una historia de amor y de rebelión del pueblo y se realiza una crítica satírica a las personas con poder.
2. La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca (1600-1681). En esta obra se narra la historia de Segismundo, un príncipe que es privado de su libertad por orden de su padre, el rey, quien sospecha que su hijo será un tirano y que le robará el trono. Además, la obra se centra en resaltar el tópico de la vida como un sueño.
3. El burlador de Sevilla y convidado de piedra, de Tirso de Molina (1579-1648). En esta obra se narra la historia de don Juan, un joven que seduce, enamora y luego burla a las mujeres.
4. La verdad sospechosa, de Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza (1581-1639). Se narra la historia de un joven, don García, que con engaños quiere hacer que doña Jacinta, la joven a quien él ama, se enamore de él.
5. Entre bobos anda el juego, de Francisco de Rojas Zorrilla (1607-1648). En esta obra se narra una historia de enredo amoroso cuyo personaje principal es Don Lucas de Cigarral, un hombre poco honroso y muy rico.

Ejemplos de narrativa barroca

1. Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes (1547-1616). Esta novela se escribió en el Barroco, aunque algunos críticos literarios creen que pertenece al final del Renacimiento, y narra la historia de un hombre, Alonso Quijano, quien tras leer muchos libros de caballería, enloquece y cree que es un caballero.
2. Novelas ejemplares y amorosas o Decamerón español, de María de Zayas y Sotomayor (1590-1647). Esta obra es un conjunto de distintos relatos que permiten reflexionar sobre la realidad social y sobre el rol de la mujer.
3. El Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán (1547-1614). Esta novela picaresca narra la autobiografía de un hombre que desde que nació tuvo que superar situaciones y momentos difíciles. Además, esta obra tiene un tono de crítica social y moralizante.
4. La Dorotea, de Lope de Vega (1562-1635). Es una novela que está escrita en diálogos y que narra la fallida historia de amor de dos jóvenes, Fernando y Dorotea.
5. El Criticón, de Baltasar Gracián (1601-1658). Es una novela que narra la historia de Critilo y Andrenio con un tono satírico y moralizador. Los dos protagonistas se conocen cuando Critilo naufraga en la isla en la que se encuentra Andrenio. Después son rescatados y viajan por distintos lugares de Europa, donde superan distintas adversidades. 

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Sigue con:

• Tragicomedia
• Poemas líricos
• Género narrativo
• Corrientes literarias
• Obras de teatro cortas
• Poemas del Romanticismo

Referencias

• Garrido Jiménez, A. (22 de junio de 2021). La lírica barroca. Conceptismo y culteranismo. Procomún. Disponible en: Procomún
• Loprete, C. A. (1984). Literatura española. Plus Ultra.
• Torres Rodríguez, M. J. (22 de junio de 2021). Características del teatro en el Renacimiento y el Barroco: subgéneros y aspectos formales y temáticos. Procomún. Disponible en: Procomún