La palabra “vaya” corresponde a la primera y tercera persona del singular del presente del subjuntivo del verbo “ir”. Por ejemplo: Le pedí que vaya a verla.
También se aplica a la segunda persona de cortesía del modo imperativo. Por ejemplo: Vaya usted adelante.
Además, puede referirse a la interjección que expresa sorpresa, satisfacción o decepción. Por ejemplo: ¡Vaya suerte la suya!
Como sustantivo, la palabra “vaya” indica una burla o mofa que se hace de uno. Por ejemplo: Le dio una vaya.
No debe confundirse con sus homófonas valla, ‘vallado o cerca’, o baya, ‘fruto carnoso con varias semillas en su interior que están envueltas directamente por la pulpa’.
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Oraciones con la palabra «vaya»
- No puedo creer que se vaya del país tan rápido.
- ¡Vaya auto que te han comprado tus padres!
- Vaya con cuidado porque está oscuro y el camino es peligroso.
- Capaz vaya a cenar con ella.
- Espero que no vaya a romper la tapa de tanto uso.
- ¡Vaya, vaya, qué tenemos por aquí!
- Su hermana hizo vaya de él.
- ¡Vaya él a saber!
- Hasta que mi madre no vaya, no podremos hacerlo nosotros.
- Hoy en el colegio, le han dado una vaya de muy mal gusto a la profesora de Inglés.
- ¡Vaya fiesta de bienvenida que les hicieron!
- Le pido que vaya a la carnicería a comprar la cena de esta noche.
- ¡Vaya uno a entender qué pasó por su mente aquel funesto día!
- Le gusta pensar su novela como aquella que vaya captando la atención del lector de a poco.
- Por más que vaya a otro médico, siempre le dirán lo mismo.
- ¡No hay nada que le vaya bien a mi jefe!
- Deseamos que les vaya bien en el viaje en barco.
- No se vaya antes de comer el postre.
- Pensó en ir a la reunión según quién vaya.
- Si tiene frío de noche, vaya al ropero y en el segundo estante encontrará una frazada abrigada.
- Es fundamental que vaya con el documento sellado previamente.
- Nos alegraría mucho que vaya con una pareja esta Navidad.
- Parece que nos están dando una vaya en este lugar tan espantoso.
- ¡Vaya idea que se te ocurrió, Felipe!
- Tal vez vaya con mi familia a la playa este verano.
- Vaya, hijo, creo que podrías tener razón.
- No le permitiré que vaya por ahí montando en una bicicleta destartalada.
- ¿Por qué no quieres que vaya contigo a la farmacia?
- Espero que no vaya a creer que quiero ocupar su puesto en esta compañía.
- Antes de que me vaya, voy a hacerle saber lo que siento en realidad.
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