Los párrafos literarios son aquellos párrafos que se utilizan en textos literarios, es decir, que se encuentran en textos en los que el lenguaje se utiliza de manera estética o poética. Estos párrafos se suelen utilizar sobre todo en textos narrativos, como novelas, cuentos, crónicas literarias, mitos, leyendas y ensayos.
Un párrafo es una unidad de un texto que está compuesta por una o varias oraciones, que comienza con una mayúscula y que termina con un punto y aparte. Los textos se organizan de manera tal que cada párrafo trata sobre una idea central. Sin embargo, en algunos textos literarios no se respeta esta forma de dividir los párrafos, porque se busca romper con la forma tradicional de escritura.
Los párrafos literarios pueden ser:
- Narrativos. Se cuenta una sucesión de hechos o de acciones de manera cronológica.
- Descriptivos. Se describe cómo es un lugar, un personaje, un objeto, un sentimiento, entre otros. En estos párrafos, se suelen utilizar distintas figuras retóricas, como el retrato, la metáfora y la analogía.
- De diálogo. Se representa la conversación entre dos o más personajes. Si el diálogo está en discurso directo, cada intervención de cada personaje constituye un párrafo; pero si el diálogo está en discurso indirecto, toda una conversación puede abarcar solo un párrafo.
Sin embargo, en un mismo párrafo puede haber elementos narrativos, descriptivos y de diálogos y, generalmente, estos párrafos están en un texto que relata una historia ficcional y en el que se utiliza el lenguaje con un sentido distinto del sentido del lenguaje corriente.
- Ver también: Discurso directo e indirecto
Ejemplos de párrafos literarios
- Los montañistas entraron en la cabaña. No era muy grande pero era acogedora, con sus grandes ventanales y sus sillones. Javier prendió la chimenea para que se calentara el ambiente y Sandra comenzó a preparar unos bocadillos. Cenaron sentados junto al fuego porque hacía mucho frío. (párrafo literario narrativo)
- Miguel nunca antes había visto un objeto así. Era una caja azul brillante que no parecía poder abrirse ya que no tenía fisuras o un lugar donde colocar una llave. Parecía ser hueca, porque él la golpeó y retumbó un poco. Parecía que no tenía nada dentro, porque él la agitó y no se escuchaba nada. Era una caja muy misteriosa y Miguel no entendía por qué se la habían dejado en la entrada de su casa. (párrafo literario descriptivo)
- Enzo le preguntó la hora a su colega, pero este no le respondió porque no lo había escuchado. Enzo le hizo la misma pregunta otra vez y su colega le contestó que eran las dos y media. Enzo le dijo que se tenían que apresurar para terminar el trabajo, porque tenían que presentárselo al jefe en menos de una hora, pero su colega, muy tranquilamente, le contestó que tendrían todo listo en diez minutos. (párrafo literario de diálogo)
- El marinero fue hacia la popa, se dio cuenta de que se avecinaba una tormenta y fue corriendo hasta donde estaba el capitán para avisarle que tenían que cambiar de rumbo. El capitán decidió que irían a una isla que conocía y que quedaba cerca del lugar donde estaban. Por suerte, el viento soplaba a favor del nuevo rumbo y no tardaron mucho en llegar. (párrafo literario narrativo)
- El campo estaba en un valle rodeado de montañas nevadas. Era muy colorido porque había plantaciones de muchos tipos de flores y, por eso, olía muy bien. A la izquierda del camino que cruzaba este extenso lugar había una cabaña que tenía una chimenea que echaba humo. Al lado de la cabaña había dos caballos que tomaban agua de un pequeño arroyo. No había personas fuera de la casa, pero la puerta estaba abierta. (párrafo literario descriptivo)
- —Buenos días, ¿sabe si este tren se dirige al norte? —le preguntó Carmen a un hombre en la estación. (párrafo literario de diálogo uno)
—No estoy seguro, no soy de este lugar, pero puede preguntar en esa ventanilla —dijo el hombre señalando a la boletería de la estación— sé que se detiene en la estación principal de París. (párrafo literario de diálogo dos)
—¡Qué bueno! Porque tengo que ir allí. Gracias. (párrafo literario de diálogo tres) - El cazador había perdido todas sus herramientas de caza, pero se dio cuenta de que no las necesitaba porque podía alimentarse de las frutas que crecían en los árboles. Se puso muy contento con esta determinación y decidió que, cuando llegara a la ciudad, les diría a sus amigos que no practicaría esta actividad nunca más, porque había aprendido a respetar a la naturaleza. (párrafo literario narrativo)
- Todas las personas caminaban rápido cuando pasaban por la entrada de la casa abandonada y realmente entiendo el porqué; la casa era aterradora. La entrada tenía una reja pintada de blanco, pero que estaba muy oxidada. En el jardín delantero el pasto estaba quemado y había un camino de piedras hasta la puerta. La puerta tenía dos hojas de madera de dos metros, que se notaba que en algún momento habían sido muy hermosas, pero ya no lo eran. Había cuatro ventanas, dos en la planta baja y dos en la planta alta, que estaban tapiadas. Nadie sabía de quién había sido la casa, era como si siempre hubiera estado así, abandonada. (párrafo literario descriptivo)
- Sonó el timbre y Estela atendió, preguntó quién era, pero nadie contestó. Después se oyó una voz que decía que era Pedro. Estela contestó que no conocía a ningún Pedro y que creía que se estaba confundiendo de timbre. Pedro le preguntó al encargado del edificio si allí vivía Marcos y el portero le contestó que no conocía a nadie con ese nombre que viviera en ese edificio. (párrafo literario de diálogo)
- Gabriela salió a caminar, hizo media cuadra y dobló a la derecha. Vio cómo abrían las tiendas y cómo el sol comenzaba a calentar el asfalto. Siguió caminando hacia el sur, donde se terminaba el asfalto y, por lo tanto, donde se terminaba el pueblo. Al pisar el pasto se sintió mejor porque sabía que ya le faltaba poco para llegar al bosque. Caminó un kilómetro más, hasta que vio los primeros árboles y la orilla del lago. (párrafo narrativo)
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