Los poemas para mamá son aquellas composiciones poéticas en las que un autor expresa lo importante que es su madre. Muchos reconocidos escritores, como Antonio Machado y Hersilia Ramos de Argote, han realizado este tipo de composiciones.
Los poemas son textos literarios que pertenecen al género de la poesía y que pueden estar escritos en verso o en prosa. Estas composiciones se utilizan para expresar sentimientos y, en este caso, se manifiesta el cariño que se siente por una madre.
Pero esta expresión no se realiza utilizando el lenguaje corriente, sino que se hace de manera estética y para eso se incluyen figuras retóricas o rimas.
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Ejemplos de poemas para mamá
- “Madre mía”, de Rafael Escobar Roa
Cuando los ojos a la vida abría,
al comenzar mi terrenal carrera,
la hermosa luz que vi por vez primera
fue la luz de tus ojos, ¡madre mía!Y hoy que, siguiendo mi escarpada vía,
espesas sombras hallo por doquiera,
la luz de tu mirada placentera
ilumina mi senda todavía.Mírame, ¡oh madre!, en la postrera hora
cuando a las sombras de mi noche oscura
avance ya con vacilante paso.Quiero que el sol que iluminó mi aurora
sea el mismo sol que con su lumbre pura
desvanezca las brumas de mi ocaso.
- “A mi madre”, de Hersilia Ramos de Argote
Yo te quiero tanto
madrecita mía
que para mi afecto
nunca habrá medidaCuando me sonríes
y cuando me besas,
toda, toda el alma
de dicha se llena.
- “Ya escribo Mamá”, de Hersilia Ramos de Argote
Qué inmensa alegría
qué felicidad!
al fin he podido
escribir Mamá.Y esa palabrita
tan dulce y tan tierna,
la escribí muy clara,
muy limpia y correcta.Y con cuánto orgullo
me gané en la escuela
un cinco muy grande
por esta tarea.
- “Renacimiento”, de Antonio Machado
¡El alma niña!
Su clara luz risueña;
y la pequeña historia,
y la alegría de la vida nueva
¡Ah, volver a nacer, y andar camino,
ya recobrada la perdida senda!
Y volver a sentir en nuestra mano
aquel latido de la mano buena
de nuestra madre.
Y caminar en sueños
por amor de la mano que nos guía.
- “A mi madre”, de Ernesto Noboa y Caamaño
Para calmar las horas graves
del calvario del corazón
tengo tus tristes manos suaves
que se posan como dos aves
sobre la cruz de mi aflicción.Para aliviar las horas tristes
de mi callada soledad
me basta… ¡saber que tú existes!
y me acompañas y me asistes
y me infundes serenidad.Cuando el áspid del hastío me roe,
tengo unos libros que son en
las horas cruentas mirra, aloe,
de mi alma débil el sostén:
Heine, Samain, Laforgue, Poe
y, sobre todo, ¡mi Verlaine!Y así mi vida se desliza
—sin objeto ni orientación—
doliente, callada, sumisa,
con una triste resignación,
entre un suspiro, una sonrisa,
alguna ternura imprecisa
y algún verdadero dolor…
- “Madre”, de Carlos Oquendo de Amat
Tu nombre viene lento como las músicas humildes
y de tus manos vuelan palomas blancas.
Mi recuerdo te viste siempre de blanco
como un recreo de niños que los hombres miran desde aquí distante.
Un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura.
A tu lado el cariño se abre como una flor cuando pienso.
Entre ti y el horizonte
mi palabra está primitiva como la lluvia o como los himnos
porque ante ti callan las rosas y la canción.
- “Amor filial”, de Amado Nervo
Yo adoro a mi madre querida,
yo adoro a mi padre también;
ninguno me quiere en la vida
como ellos me saben querer.Si duermo; ellos velan mí sueño;
si lloro, están triste los dos;
si río su rostro es risueño:
mi risa es para ellos el sol.Me enseñan los dos con inmensa
ternura a ser humano y feliz.
mi padre para mi lucha y piensa,
mi madre ora siempre por mí.Yo adoro a mi madre querida.
yo adoro a mi padre también;
ninguno me quiere en la vida
como ellos me saben querer.
- “Tú eres…”
Quien me enseñó a soñar
Quien me enseñó a confiar en mí
Quien me enseñó a ser humilde
Quien me enseñó a compartirQuien la vida me ha dado
Quien siempre me ha cuidado
Quien a mi lado siempre ha estado
Quien nunca me ha fallado
- “Gracias”
Gracias por tu amor,
que siempre me mantuvo lejos del dolorGracias por tu sonrisa,
que siempre me simpatizaGracias por tus consejos,
que de los males me mantienen lejosGracias por compartir conmigo tu sabiduría,
que me ayuda cada día
- “¡Feliz día!”
Madre, hoy quiero decirte feliz día
con esta poesía
porque siempre me transmites alegría
porque eres, para mí, en la vida una guía
porque tus palabras son armonía
y porque de tus enseñanzas jamás me olvidaría
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