Ejemplos de
Poemas sobre el amor

  1. “Amor”

Autor: Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)

Podrá nublarse el sol eternamente;

Podrá secarse en un instante el mar;

Podrá romperse el eje de la tierra

Como un débil cristal.

¡Todo sucederá! Podrá la muerte

Cubrirme con su fúnebre crespón;

Pero jamás en mí podrá apagarse

La llama de tu amor.

Sobre el autor y el poema

Gustavo Adolfo Bécquer fue un poeta y narrador español del siglo XIX, perteneciente a la corriente literaria del Posromanticismo. Su obra más famosa, Rimas y leyendas, es una compilación de sus poemas publicados en distintos periódicos madrileños de la época, publicada póstumamente, y es uno de los libros más leídos de la literatura hispana.

Este poema de amor forma parte de los textos más breves de Bécquer, quien solía decir que “la mejor poesía escrita es aquella que no se escribe”. En sus pocas líneas el poeta promete un amor eterno, comparando su fin con otras situaciones imposibles o remotas, e incluso con la muerte misma del poeta: todo ello ocurrirá antes de que su amor se extinga. También es un poema que evidencia el intimismo sencillo de la poesía del momento en que Bécquer escribió, cuando el Realismo era el movimiento literario dominante.

  1. “Que el amor no admite cuerdas reflexiones”

Autor: Rubén Darío (1867-1916)

Señora, Amor es violento,

y cuando nos transfigura

nos enciende el pensamiento

la locura.

No pidas paz a mis brazos

que a los tuyos tienen presos:

son de guerra mis abrazos

y son de incendio mis besos;

y sería vano intento

el tornar mi mente obscura

si me enciende el pensamiento

la locura.

Clara está la mente mía

de llamas de amor, señora,

como la tienda del día

o el palacio de la aurora.

Y el perfume de tu ungüento

te persigue mi ventura,

y me enciende el pensamiento

la locura.

Mi gozo tu paladar

rico panal conceptúa,

como en el santo Cantar:

Mel et lac sub lingua tua.

La delicia de tu aliento

en tan fino vaso apura,

y me enciende el pensamiento

la locura.

Sobre el autor y el poema

Rubén Darío es el seudónimo de Félix Rubén García Sarmiento, un poeta, periodista y diplomático nicaragüense nacido en 1867. Es el máximo representante del movimiento poético latinoamericano conocido como el Modernismo, que se caracterizó por su refinamiento y estilo elevado, con el cual buscaban renovar la poesía en español. La obra de Rubén Darío fue quizá la más conocida y celebrada del siglo XX en lo que a poesía en español se refiere, por lo que se le conoció como “el príncipe de las letras castellanas”.

En este poema, Rubén Darío caracteriza el amor como una guerra o un incendio, imágenes feroces e incontrolables, similar al modo de pensar el amor del Romanticismo (s. XVIII-XIX), que lo comparaba con el delirio y la locura. En el poema también pueden verse los cultismos típicos del Modernismo, incluso un verso en latín tomado del Cantar de los cantares y que puede traducirse como “miel y leche bajo tu lengua”.

  1. “Dos palabras”

Autor: Alfonsina Storni (1892-1938)

Esta noche al oído me has dicho dos palabras

comunes. Dos palabras cansadas

de ser dichas. Palabras

que de viejas son nuevas.

Dos palabras tan dulces que la luna que andaba

filtrando entre las ramas

se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras

que una hormiga pasea por mi cuello y no intento

moverme para echarla.

Tan dulces dos palabras

que digo sin quererlo -¡oh, qué bella, la vida!-

Tan dulces y tan mansas

que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.

Tan dulces y tan bellas

que nerviosos, mis dedos,

Se mueven hacia el cielo imitando tijeras.

Oh, mis dedos quisieran

cortar estrellas.

Sobre la autora y el poema

Alfonsina Storni fue una poeta y escritora argentina nacida en Suiza. Su obra, vinculada con la corriente del Modernismo, consistió en poemas, prosa y obras de teatro, y reflejó hasta cierto punto su pensamiento feminista. Storni fue amiga y amante del también escritor Horacio Quiroga, y se suicidó a sus 46 años arrojándose al mar en la ciudad de Mar del Plata. Su trágico final ha inspirado muchas obras posteriores, como la canción “Alfonsina y el mar”.

En este poema se describen dos palabras dichas por boca del amante, sin llegar a nombrarlas en ningún momento, pero dejando en claro para el lector atento que se trata de “te amo” o “te quiero”. También es importante notar en las primeras líneas la ruptura del verso, que denota una separación entre lo escrito y lo leído, entre la palabra y el sonido.

  1. “Amor”

Autor: Pablo Neruda (1904-1973)

Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte

la leche de los senos como de un manantial,

por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte

en la risa de oro y la voz de cristal.

Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos

y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,

porque tu ser pasara sin pena al lado mío

y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.

Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría

amarte, amarte como nadie supo jamás!

Morir y todavía

amarte más.

Y todavía

amarte más

y más.

Sobre el autor y el poema

Pablo Neruda es el seudónimo de Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, poeta máximo de Chile y uno de los autores más celebrados de la literatura en español. Dedicado en su país a la política y la diplomacia, Neruda fue militante comunista y amigo íntimo de Federico García Lorca. Su vasta obra abarca diferentes períodos estilísticos, algunos fuertemente comprometidos con el llamado Realismo socialista, y le mereció en 1971 el Premio Nobel de Literatura.

Este poema forma parte de los muchos poemas amorosos y eróticos que Neruda escribió, y pertenece a su poemario Crepusculario de 1923. En él pueden verse muchos de los recursos típicos de la obra de Neruda, como el uso de ciertos tiempos verbales (el pluscuamperfecto del subjuntivo en los versos iniciales) para expresar un deseo, un anhelo que no se puede satisfacer. En el poema también se confunden los límites entre el cuerpo del poeta y el de su amada, como buscando fusionarse, y acaba con la típica declaración de amor para toda la eternidad, o sea, más allá de la muerte.

  1. “Ausencia”

Autor: Jorge Luis Borges (1899-1986)

Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.

Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?

Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.

Sobre el autor y el poema

Jorge Luis Borges fue un escritor, poeta y ensayista argentino, considerado uno de los grandes autores no solo de la lengua española, sino de la literatura universal. Sus cuentos fantásticos, repletos de laberintos, sueños y referencias a libros y personajes históricos inventados marcaron un antes y un después en la literatura del siglo XX. A los 55 años quedó casi enteramente ciego, pero incluso así continuó creando, y fue un eterno nominado al Premio Nobel de Literatura, que sin embargo nunca recibió.

En este poema, Borges aborda el amor desde la perspectiva del abandonado, es decir, del despecho, y le canta ya no a la amada sino a su ausencia. La falta de su amada es percibida por el poeta como algo inmenso, abrumador, presente en todas las cosas: la música, los lugares, las palabras mismas con que escribe. A diferencia de muchos otros poemas de Borges, este se encuentra escrito en verso libre, sin respetar métricas ni estrofas, y haciendo énfasis en las metáforas que describen el modo en que el poeta vive lo descrito.

  1. “A veces”

Autor: Nicolás Guillén (1902-1989)

A veces tengo ganas de ser un cursi

para decir: La amo a usted con locura.

A veces tengo ganas de ser tonto

para gritar: ¡La quiero tanto!

A veces tengo ganas de ser un niño

para llorar acurrucado en su seno.

A veces tengo ganas de estar muerto

para sentir, bajo la tierra húmeda de mis jugos,

que me crece una flor rompiéndome el pecho,

una flor, y decir: Esta flor,

para usted.

Sobre el autor y el poema

Nicolás Guillén fue un poeta y periodista cubano, considerado el poeta nacional de su país. Su obra se centra en lo que llamó “el color cubano”, es decir, los complejos procesos de mestizaje y la herencia afroamericana que son propios de la cultura cubana y caribeña. También tiene mucha presencia en su poesía la cultura popular, por lo que muchos la entienden como una poesía comprometida con lo político y lo social.

En este poema de amor, el poeta acude al recurso de la repetición (“A veces” es el título y el inicio de cuatro versos) para insistir desde distintos puntos de vista en la descripción de su amor, así como al recurso de la oralidad, pues el poeta expresa lo que le gustaría decir, como si quisiera citarse a sí mismo. En sus versos finales aparece la muerte, esa imagen lúgubre y fabulosa al mismo tiempo que acompaña a los enamorados, ya que al poeta no le importaría morir y que de su cuerpo germinara una flor, siempre y cuando pudiera dársela a su amada.

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Equipo editorial, Etecé (16 de marzo de 2023). Poemas sobre el amor. Enciclopedia de Ejemplos. Recuperado el 26 de noviembre de 2024 de https://www.ejemplos.co/poemas-sobre-el-amor/.

Sobre el autor

Fecha de publicación: 13 de septiembre de 2021
Última edición: 16 de marzo de 2023

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