La contaminación del agua o contaminación hídrica refiere a la alteración de las propiedades químicas de ésta, por lo general producto directo o indirecto de las actividades humanas, volviéndola no apta para su consumo por animales y seres humanos, e incluso para el uso recreativo, industrial, agrícola y pesquero. Por ejemplo: hidrocarburos, desechos radioactivos, relaves mineros.
Son numerosas las fuentes contaminantes que asedian actualmente a ríos, mares y lagos, e incluso al agua de la lluvia, y que desbalancean los ciclos biológicos que tienen lugar adentro suyo, acarreando extinciones, mutaciones, migraciones y daños ecológicos irreversibles que, a su vez, conllevan otros daños ambientales secundarios.
Existen numerosas iniciativas de combate contra la polución hídrica, pero resultan insuficientes de cara a la diaria inyección de elementos contaminantes que sometemos al planeta.
Puede servirte:
Contaminantes del agua
- Hidrocarburos. No sólo los grandes y dramáticos derrames de petróleo, tragedias ecológicas absolutas que acaban con animales, plantas y microorganismos por igual, sino también las pequeñas emisiones de diésel, gasoil, aceites y otros combustibles derivados del petróleo empleados en el transporte automotor marítimo, hacen sentir su presencia en el balance químico de las aguas, a partir de la introducción de sustancias nocivas de difícil eliminación por las cadenas bióticas ordinarias de los mares.
- Vertidos urbanos. Todos los líquidos que desechamos de nuestras casas por el drenaje van a dar, tarde o temprano, a los ríos o al océano. En ese sentido, nuestro modo de vida cotidiano les arroja toneladas de desecho orgánico, de solventes industriales, de limpiadores químicos y de aceites de consumo, que a menudo desbalancean la cadena trófica de los mares, promoviendo la proliferación de ciertas especies por sobre otras, o cuya descomposición desoxigena el agua, impidiendo la reproducción de las especies más débiles.
- Materiales de construcción. La industria de la construcción y la cementera vierten a menudo materiales de desecho a las aguas (mediante rutinas de limpieza o de eliminación de residuos), lo cual conlleva a la suspensión de elementos tóxicos (metales, polvos densos) en el agua, alterando poco a poco sus niveles de pH y haciéndolos menos compatibles con la vida.
- Sustancias y desechos agrícolas. Mucho del material de desecho de la industria agrícola y ganadera es vertido a los ríos, que lo conducen al mar. Esto incluye materia orgánica, abono sobrante y, a menudo, pesticidas, plaguicidas y agroquímicos de naturaleza tóxica, que se filtran a las aguas del subsuelo o son lavados por la lluvia y luego envenenan el agua. Muchas de estas sustancias luego se hallan en el interior de peces y mariscos que gustosamente comemos.
- Vertidos de centrales eléctricas. Las aguas tomadas por las plantas de generación de electricidad a menudo se encuentran a temperaturas distintas a las del mar o los ríos. Una vez retornadas esas aguas a su curso, varían la temperatura total del medio, causando daños ecológicos a las especies que dependen directamente de la temperatura del agua, e indirectamente a las que de ellas se alimentan.
- Relaves mineros. A menudo fruto de actividades de minería ilegal y por ende difícil de controlar, el derrame en los ríos de mercurio y otras sustancias empleadas en la extracción de minerales preciosos surte un grave efecto en la fauna y flora local, amén de la que acarrea la destrucción del suelo y la tala indiscriminada, actividades comunes a este ámbito industrial ilegal.
- Desechos comerciales sólidos. Mucho del material que descartamos va al mar o a los lagos, en donde se convierte en un agente nocivo para la fauna y flora local, debido a sus propiedades químicas o físicas. Los metales, por ejemplo, se oxidan en el agua y reaccionan alterando el balance químico de la misma, mientras el plástico, difícil de biodegradar, se acumula y a menudo va a dar al interior del cuerpo de peces, tortugas y aves, ocasionándoles la muerte.
- Desechos radiactivos. El gran punto en contra de las centrales eléctricas nucleares es que generan material radiactivo altamente dañino para la vida en todas sus formas y que sólo puede contenerse en barriles de plomo. Muchos de ellos son luego desechados al agua en mares profundos o fosas oceánicas, donde el ciclo de oxidación del plomo los libera antes de que haya culminado su vida activa, esparciendo la radiactividad a todas las especies locales.
- Desechos químicos industriales. La mayoría de los procesos de manufactura y de obtención de materiales, subproduce sustancias que luego son desechadas al río o a los lagos, en donde reacciona de maneras incontroladas e imprevistas con los hábitats locales, pudiendo incluso contaminar a los habitantes indirectamente con sustancias cancerígenas, altamente tóxicas o simplemente destruyendo el balance químico local.
- Sustancias que producen la lluvia ácida. La polución de los aires y las aguas acarrea el fenómeno de la lluvia ácida, en la que sustancias tóxicas acompañan el agua en su ciclo o se integran a ella en la atmósfera y luego se precipitan junto con las gotas de lluvia, deteriorando la salud de las especies locales y a menudo de la población.
Sigue con:
¿Te fue útil esta información?
Sí No¡Genial! gracias por visitarnos :)