La Ilustración fue un movimiento intelectual y cultural europeo que nació a mitad del siglo XVII, principalmente en Francia, Alemania e Inglaterra. En algunos casos se prolongó hasta el siglo XIX.
Su nombre proviene de la fe de sus impulsores en que la razón y el progreso fueran las fuerzas que debían iluminar la vida humana. Por esa razón se conoce al siglo XVIII, en el que la Ilustración tuvo su florecimiento, como el “Siglo de las Luces”.
La Ilustración, como movimiento, buscó promover la soberanía de la razón, la búsqueda de la felicidad, la libertad, la igualdad, la tolerancia y la fraternidad en pos de un progreso humanista y libre. Este espíritu imprimió su huella en la política, la ciencia, la economía, las artes y la sociedad europea de la época, y se abrió camino entre la burguesía y la aristocracia.
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Las ideas de la Ilustración
Las ideas características de la Ilustración pueden ejemplificarse en los siguientes puntos:
- Antropocentrismo. Como en el Renacimiento, la atención se volcó al hombre en lugar de a Dios. El ser humano se tornó organizador de su destino, lo que se tradujo en un orden laico, en el que el hombre era capaz de aprender lo necesario para vivir mejor. Con esto nació la noción de progreso.
- Racionalismo. Con una fe renovada en la razón, se dejó de manera progresiva a la fe y a las supersticiones como formas de explicar el mundo.
- Hipercriticismo. La Ilustración emprendió la revisión y reinterpretación del pasado, lo que condujo a un cierto reformismo político y social y, como consecuencia, el nacimiento de las utopías políticas. Ejemplo de ello fueron las obras de Rousseau y Montesquieu, claves en la formulación teórica de sociedades más igualitarias y fraternas.
- Pragmatismo. Se impuso un cierto criterio de utilitarismo al pensamiento, en el que se privilegió aquello que obedecía a transformar la sociedad. Entraron en crisis ciertos géneros literarios como la novela y se impusieron el ensayo, las novelas de aprendizaje y las sátiras, comedias o enciclopedias.
- Imitación. La fe en la razón y en el análisis condujo a pensar en la originalidad como un defecto (sobre todo en el neoclasicismo francés, sumamente restrictivo) y a pensar que podían obtenerse obras de arte simplemente deduciendo y reproduciendo la receta constitutiva del pasado. En este panorama estético se privilegió al buen gusto por sobre lo feo, lo grotesco y lo imperfecto.
- Elitismo. Cierto elitismo en este modelo de pensamiento rechazó lo vulgar. En materia de lenguaje se privilegió el habla culta y se persiguió el purismo.
- Universalismo. En contra de los valores nacionales y tradicionales que luego exaltó el Romanticismo, la Ilustración se declaró cosmopolita y asumió una cierta relatividad cultural. Se promovieron los libros de viajes y lo exótico como fuente de lo humano y lo universal. Así se impuso también la tradición grecorromana, al considerarla como “la más universal” de las existentes.
Importancia de la Ilustración
La Ilustración fue un movimiento decisivo en la historia del pensamiento occidental, ya que rompió con los preceptos tradicionales forjados durante el medioevo, y desplazó así a la religión, la monarquía feudal y la fe por la razón científica, la democracia burguesa y el laicismo y la secularización (el poder pasa a instancias civiles).
En esa medida, sentó las bases para el mundo contemporáneo y para el surgimiento de la Modernidad. La ciencia como discurso rector del mundo pasó a ser central, como lo evidencia la aparición de la enciclopedia, el repentino desarrollo en asuntos de la física, la óptica y las matemáticas, o la aparición en las bellas artes de un Neoclasicismo grecorromano.
Paradójicamente, estos fundamentos dieron pie a la aparición posterior del Romanticismo alemán, que opuso al modelo racionalista la emocionalidad desbocada del poeta como valor supremo de lo humano y de lo artístico.
Por otro lado, la Ilustración presenció el auge de la burguesía como la nueva clase social imperante, lo que se acentuó a lo largo del siguiente siglo, relegando a la aristocracia a un rol secundario. Gracias a ello empezó a hablarse de constituciones y de Liberalismo, y posteriormente surgió el contrato social (Jean Jacques Rousseau), el socialismo utópico, y la economía política, de la mano de Adam Smith y su texto La riqueza de las naciones (1776).
La cartografía del mundo se volvió un objetivo importante, ya que el mundo oscuro y secreto del medioevo religioso pasó a ser el mundo conocido de la razón. Asimismo, al pensamiento ilustrado se deben los primeros intentos de higienización y el desarrollo médico como un discurso de importancia social.
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