¿Es mejor el mundo desde que existe internet?
Como muchas cosas de nuestro mundo moderno, la existencia de internet cambió las cosas para siempre y marcó un antes y un después en nuestra manera de comprar, vender, trabajar, conocer gente e incluso de comprender el mundo. En general, internet le introdujo al mundo más rapidez, más agilidad y un alcance nunca antes visto en las comunicaciones humanas, pero también trajo consigo problemas que antes tenían más fácil solución o que, peor aún, no existían en absoluto. Aun así, en las siguientes líneas trataremos de demostrar que sus beneficios superan, con creces, a sus inconvenientes.
Comencemos, como se estila, por el principio. Internet es una red informática de inmenso alcance, capaz de vincular terminales ubicadas en extremos opuestos del mundo entero, a través de un conjunto de protocolos comunes. Dicho de otro modo, se trata de la red de redes de computadoras, tan vasta y veloz que es capaz de comunicar a las personas a lo largo de gigantescas distancias. Y esa, de por sí, es ya una enorme virtud: gracias a internet el ancho mundo se puso un poco más a nuestro alcance.
Consideremos la inmensa cantidad de mensajes que a través de internet se envían diariamente. Correos electrónicos, mensajes instantáneos, mensajes directos por redes sociales o, más recientemente, llamadas telefónicas y videollamadas. Dos o más personas ubicadas en regiones alejadas del planeta pueden enviar y recibir información, compartir archivos e incluso verse las caras gracias a la red de redes. Y lo que antiguamente requería una costosísima llamada telefónica, o un lento envío postal, hoy está a nuestra entera disposición a través de un computador o un teléfono inteligente.
Esta virtud se puede extender al mundo de los negocios. Es gigantesca la cantidad de operaciones comerciales que tienen lugar de manera virtual todos los días. Compras y ventas de bienes y servicios son ofrecidos, negociados y contratados de manera remota, rápida y eficiente gracias a internet, al punto tal que existe ya toda una economía digital (el llamado ecommerce) capaz de competir con la tradicional y posiblemente de superarla. Ir de shopping o contratar un cerrajero son opciones disponibles en la red, a apenas unos pocos clics de distancia.
Velocidad, facilidad y abundancia son valores muy presentes en el mundo de internet: un mundo casi tan grande como nuestro planeta, y casi tan complejo también. Es probable, de hecho, que para hacerle justicia a internet, debamos entender que se trata de un invento tan revolucionario y de tan amplio alcance, que únicamente se puede comparar con la masificación de la electricidad, o con la invención de la agricultura. Su impacto sobre nuestras vidas ha sido inmenso en apenas sesenta años de existencia, y eso es solo la punta del iceberg de un cambio profundo en nuestra manera de conformar la sociedad.
Problemas y algunas soluciones
El rol centralizador de internet en los procesos cotidianos, laborales y sociales demuestra su versatilidad, o sea, su enorme potencial para todas las cosas: no hay prácticamente nada que hagamos hoy sin el apoyo, así sea parcial, de internet. Y, al mismo tiempo, la mayoría de los inconvenientes asociados a internet tienen que ver con el uso que hacemos de ella, más que con la tecnología en sí misma: el surgimiento de nuevos delitos —hackeos, suplantación de identidad, correos engañosos, contenidos ilegales y perfiles falsos en redes sociales— habla más de nosotros y de nuestra cultura que de internet. A fin de cuentas, la tecnología es amoral: su uso benéfico o perjudicial depende enteramente de nosotros.
Sin embargo, también hay que decir que de la propia internet han surgido muchas de las soluciones a estos problemas. El software libre, desarrollado de manera colaborativa por quienes hacen vida en internet, es un buen ejemplo. Gracias a ello, no solo las grandes corporaciones pueden ofrecer programas útiles como antivirus o escudos contra el ransomware y el phishing, sino que existen iniciativas comunitarias, colaborativas, que abrazan ideas novedosas sobre el acceso a la información.
Internet, en conclusión, es probablemente el invento más revolucionario del último siglo, y así como sus aplicaciones reflejan las necesidades de la humanidad contemporánea, su destino y sus riesgos lo son de la moralidad de sus usuarios. Ni buena, ni mala, simplemente poderosa: el mismo juicio que puede hacerse sobre todos los grandes avances tecnológicos.
¿Qué es un texto argumentativo?
Un texto argumentativo es aquel que ofrece al lector un punto de vista, sustentado en argumentos, opiniones, ejemplos, justificaciones, razonamientos y otros recursos (muchos de ellos de tipo expositivo) que tienen el propósito de convencerlo. Se trata de textos que buscan formar una opinión específica en el lector, empujarlo a pensar de una manera sobre un tema.
Son típicos ejemplos de textos argumentativos: los ensayos literarios, los textos periodísticos de opinión (como los editoriales), algunos mensajes publicitarios o los textos de campaña electoral.
Sigue con:
Referencias
- “Texto argumentativo” en Wikipedia.
- “Internet” en Wikipedia.
- “Siete beneficios de internet que a veces olvidamos” en Revista Información (España).
- “¿Internet es bueno o malo?” en Revista Hacer familia.
¿Te fue útil esta información?
Sí No¡Genial! gracias por visitarnos :)