Los dinosaurios fueron un grupo muy extenso y muy variado de reptiles prehistóricos que dominaron la Tierra hace millones de años, mucho antes de que el ser humano estuviera siquiera por aparecer. Estos animales poblaron todos los hábitats del planeta: los océanos, la tierra firme e incluso surcaron los aires, a lo largo de 135 millones de años, desde su aparición en el período Triásico superior hasta su extinción a finales del período Cretácico.
¿Cómo sabemos que los dinosaurios existieron?
Sabemos que los dinosaurios existieron porque hemos encontrado sus restos fósiles, esto es, sus esqueletos, sus huellas o partes de sus cuerpos, preservados en distintas sustancias minerales como la piedra o el ámbar.
Estos restos se obtienen bajo tierra y se vienen encontrando desde el siglo XIX, mostrándonos criaturas extintas pero muy parecidas a las que existen hoy en día. Así, a lo largo de dos siglos de estudio, es mucho lo que se sabe de estas criaturas tan antiguas.
¿Cómo eran los dinosaurios?
El término “dinosaurio” ya nos dice mucho de cómo eran estos animales: se compone de las voces griegas deinós (“terrible”) y sauros (“lagarto”), de donde podemos concluir que eran reptiles muy distintos a los que estamos acostumbrados. Ello se debe a que muchos de los primeros fósiles encontrados revelaban criaturas de gran tamaño, tanto así que muchos de sus primeros investigadores los tomaron por monstruos antiguos, como los que aparecen en la Biblia.
Lo cierto es que los dinosaurios fueron un grupo muy amplio y diverso de animales, de los que conocemos hoy más de mil especies distintas, provenientes de todos los rincones del planeta. Algunos caminaron en dos o en cuatro patas, fueron herbívoros, piscívoros, omnívoros o carnívoros, y compitieron con otras especies de reptiles prehistóricos marinos e incluso voladores, pero que no son considerados (estrictamente hablando) como dinosaurios.
Como los reptiles modernos, los dinosaurios ponían huevos y probablemente creaban nidos; pero a diferencia de ellos, los dinosaurios tenían una postura erguida, con sus piernas perpendiculares al cuerpo en vez de a sus costados. Y aunque se llegó a pensar que se trataba de seres lentos y de sangre fría, muchos hallazgos parecen indicar que eran animales mucho más activos y dinámicos.
¿Qué clases de dinosaurios conocemos?
La tarea de clasificar a los dinosaurios y tratar de reconstruir su historia evolutiva es de los paleontólogos, y no es una labor sencilla. En primer lugar, porque toda la información que tenemos sobre los dinosaurios proviene del registro fósil, de modo que en muchos casos es incompleta, fragmentaria.
Por suerte, su semejanza con las especies que hoy nos acompañan nos permite realizar comparaciones y deducciones, y así hemos podido establecer una clasificación de los dinosaurios conocidos.
Esta clasificación depende de la estructura de los huesos de la cadera de los fósiles hallados y distingue entre dos órdenes de dinosaurios: los saurisquios (Saurischia, que significa “pelvis de lagarto”), cuyos huesos son más parecidos a los de sus antecesores, y los ornitisquios (Ornithischia, que significa “pelvis de ave”), que poseen una estructura más moderna.
En cada uno de estos órdenes podemos hallar diferentes géneros y especies de dinosaurios, de la siguiente manera:
- Dinosaurios saurisquios:
- Terópodos. En su mayoría carnívoros bípedos, o sea, depredadores que caminaban sobre sus patas traseras, como el feroz Tyrannosaurus rex.
- Saurópodos. En su mayoría herbívoros cuadrúpedos de cuello largo y cuerpos muy voluminosos, como el gigantesco Apatosaurus ajax.
- Dinosaurios ornitisquios:
- Tireóforos. Herbívoros cuadrúpedos dotados de una potente armadura de hueso cuyas placas recubrían partes específicas del cuerpo, como el Stegosaurus armatus.
- Neornitisquios. Herbívoros cuadrúpedos que poseían un pico grueso de esmalte en su boca (como un pico de loro) y distintas formaciones defensivas en el cráneo, como el Triceratops horridus.
¿Por qué desaparecieron los dinosaurios?
Existen diferentes explicaciones posibles para la desaparición masiva y repentina de los dinosaurios, que tuvo lugar a finales de la era Mesozoica, hace 66 millones de años. En ese momento se perdió de golpe el 75 % de la vida sobre el planeta, en lo que se conoce como el evento de extinción masiva del Cretácico-Terciario (o KT).
Las hipótesis manejadas por los científicos apuntan a algún tipo de catástrofe climática global, producto de una repentina e intensa actividad sísmica y volcánica, o bien consecuencia del impacto de un asteroide o meteoro en la región que hoy conocemos como la península de Yucatán, en México. Esta última explicación es la que goza de mayor aceptación entre los especialistas.
¿Qué es un texto informativo?
Un texto informativo o expositivo es aquel cuyo cometido es brindar al lector datos, observaciones y otras informaciones de manera objetiva, concreta y formal, sin dar cabida a opiniones, argumentaciones o relatos en su contenido. Se trata de un tipo de texto muy común en el mundo educativo, por ejemplo, o en el divulgativo, como en las enciclopedias, los libros de texto o los artículos científicos.
Dependiendo del nivel de complejidad de su lenguaje, un texto informativo puede estar dirigido a cualquier tipo de personas (o sea, textos divulgativos) o bien a un sector profesional que maneja un conocimiento técnico (es decir, textos especializados).
Referencias
- “Dinosauria” en Wikipedia.
- “Texto informativo” en Wikipedia.
- “Los dinosaurios” en Educ.ar.
- “What are Dinosaurs?” en National History Museum (Reino Unido).
- “Dinosaur (fossil reptile)” en The Encyclopaedia Britannica.
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