Existen distintos tipos de verbos, ya que estas palabras se clasifican según su terminación, su conjugación, según su significado, según si se componen con verbos auxiliares y según su flexión. Por ejemplo: verbos regulares, verbos transitivos, verbos simples.
Los verbos son palabras que hacen referencia a procesos, acciones y estados y suelen ser el núcleo del predicado en las oraciones o el núcleo de los sintagmas verbales. Por ejemplo: Ayer compré una mochila.
Los verbos pueden aparecer conjugados en persona, número, tiempo, modo y aspecto (dije, saludan, piensen), pero también pueden aparecer en formas no personales (decir, saludando, hecho).
Los verbos se conjugan de distintas maneras según su terminación, pero hay verbos que no son regulares porque sufren algunas modificaciones.
Verbos regulares. Son verbos que se conjugan de la misma manera que los verbos modelos. Por ejemplo: estudiar, barrer, dividir.
Verbos irregulares. Son verbos que en determinadas conjugaciones modifican su raíz o su terminación. Por ejemplo: tener/tiene, conducir/conduzco.
Tipos de verbos según su significado
Según el significado que tengan y según su comportamiento sintáctico, los verbos pueden ser:
Verbos transitivos. Son verbos que tienen objeto directo, es decir, que la acción recae directamente sobre algo. Por ejemplo: borrar, comprar, levantar.
Verbos intransitivos. Son verbos que no tienen objeto directo porque la acción no afecta a otra cosa. Por ejemplo: ir, volver, entrar.
Verbos copulativos. Son verbos que no hacen referencia a acciones, sino que se utilizan para expresar estados, condiciones y características. Suelen ir acompañados de sustantivos, adjetivos u otro tipo de construcciones. Por ejemplo: ser, estar, parecer.
Verbos reflexivos. Son verbos que hacen referencia a acciones que el sujeto realiza sobre sí mismo. Siempre van acompañados por un pronombre reflexivo (me, te, se, nos). Algunos de estos verbos también pueden ser transitivos. Por ejemplo: afeitarse, peinarse, maquillarse.
Verbos defectivos. Son verbos que no se pueden conjugar en todas las personas o todos los tiempos verbales del español. Los verbos impersonales propios, por ejemplo, son defectivos. Por ejemplo: acaecer, suceder, ocurrir.
Verbos recíprocos. Son verbos que hacen referencia a acciones que realizan y, al mismo tiempo, reciben su efecto dos o más personas, es decir, son acciones que suceden de manera recíproca. Se construyen con los pronombres reflexivos en plural (nos, se). Algunos verbos transitivos pueden funcionar como recíprocos. Por ejemplo: enamorarse, divorciarse, saludarse.
Verbos auxiliares. Son verbos que no hacen referencia a ninguna acción, proceso o estado y que complementan otro verbo (que aporta el valor semántico) porque brindan la información gramatical: persona, número, tiempo, modo, aspecto y voz. Se utilizan en verbos compuestos, en perífrasis verbales y en la voz pasiva. Por ejemplo: ha dicho, está cantando, fue estudiado.
Verbos predicativos. Son verbos que hacen referencia a acciones o procesos concretos o abstractos, es decir, que son los verbos transitivos y los intransitivos. Por ejemplo: cortar, creer, explicar.
Tipos de verbos según su composición
Los verbos se pueden clasificar según si se conjugan en una sola palabra o si se conjugan con un verbo auxiliar. De acuerdo con este criterio pueden ser:
Los verbos se pueden clasificar según si se pueden conjugar en todas las personas y tiempos verbales. De acuerdo con este criterio pueden ser:
Verbos personales. Son verbos que se pueden conjugar en todas las personas del español (primera [yo, nosotras, nosotros], segunda [tú, usted, ustedes] o tercera [él, ella, ellos, ellas], tanto singular como plural). Estos verbos funcionan como núcleo del predicado de una oración y, por eso, siempre concuerdan en persona y número con el sujeto. Por ejemplo: caminamos, había funcionado, estudias.
Verbos impersonales propios. Son verbos que no se pueden conjugar en todas las personas y que solo se conjugan en tercera persona singular. Estos verbos no concuerdan en persona y número con el sujeto, porque están en oraciones en las que no hay un sujeto que realice una acción. La mayoría de estos verbos designa fenómenos meteorológicos. Por ejemplo: llueve, nieva, graniza.
Verbos impersonales impropios. Son verbos que se pueden conjugar en todas las personas, pero que también pueden funcionar como impersonales porque aparecen en contextos en los que no hay un sujeto y, por lo tanto, se conjugan en tercera persona singular. Por ejemplo, el verbo «hacer» se puede conjugar en todas las personas (ellas hacen un pastel), pero también puede funcionar como impersonal (hace frío).
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