La tmesis es una figura literaria o retórica que consiste en intercalar una palabra o un grupo de palabras en medio de otra palabra u otro grupo de palabras. Por ejemplo: Él vendrá antes, me lo dijo Pablo, de lo esperado.
En relación con un grupo de palabras, la tmesis se produce cuando se fragmenta una construcción que constituye una unidad sintáctica. Por ejemplo: La casa, todos lo sabían, verde estaba en la cima de la montaña. En este caso, la unidad sintáctica es “la casa verde”, pero se fragmentó, porque se intercaló un grupo de palabras: “todos lo sabían”.
En relación con la fragmentación de una palabra, hay dos posibilidades para que se produzca la tmesis:
- Una palabra se separa en dos y se introduce otra palabra o frase en el medio. Por ejemplo: El día es especta– brillante –cular. En este caso, se fragmentó la palabra “espectacular” y se intercaló la palabra “brillante”.
- En poesía, una palabra se separa en dos para continuar en el verso siguiente. Por ejemplo:
El conta–
ba la historia que hace
varios se remonta
En este caso se fragmentó la palabra contaba, para que “conta” rime con “remonta”, pero no se introdujo nada en el medio.
- Ver también: Énfasis
Características de la tmesis
- Se utiliza, generalmente, en poesía para mantener el ritmo, la rima y la métrica, pero también se puede utilizar en prosa, es decir, en novelas y cuentos.
- Se utiliza para resaltar aquello que aparece en otro lugar de la frase.
- Se utiliza para producir un efecto estético, es decir, una forma distinta de escribir que hace que el lector perciba de una forma diferente el objeto al que se hace referencia.
- Es un tipo de hipérbaton, porque se cambia el orden de los elementos de una oración.
Ejemplos de tmesis
- El señor señaló hacia, con toda su mano no solo con un dedo, el cielo.
- Ella eligió lenta–
mente la vestimenta
para la cena - Todo era grandioso: el paisaje, los pájaros y la músi– clásica –ca.
- Pero de repente se escuchó un, que también se vio, rayo.
- Va a ser un día her– y creo que no puedes negarlo –moso.
- Todo cambió de un día, y no más que uno, para el otro.
- Una hermosa tarde era
tanto que las horas se acelera–
ron en este día de primavera - Mira a todos los caba– marrones –llos correr por el campo.
- La instructora les, por tercera vez, recomendó que no subieran la montaña en ese día tan lluvioso.
- No había seña– y recién me doy cuenta ahora –les de ningún tipo.
- Todos los días recordaba
la antigua caba–
ña de su familia - Andaban por el campo la mamá, y sus gatitos, gata.
- El ladrón entró a, sin que nadie lo viera y sin que sonara la alarma, la tienda de joyas.
- El celes– cielo –te, el ver– pasto –de y la blan– nieve –ca: todo eso era el paisaje.
- No lo, con tanta interferencia, escuchó y se dio cuenta de que se había perdido la comunicación.
- Todos los participantes se lleva– bueno no todos solo algunos –ron un premio.
- Fue una lucha intergalác– espacial –tica.
- Súbita– apareció –mente el sol.
- El hombre, al que todos conocían, anciano caminaba y leía en voz alta.
- El caballero creía que la misión era impo– difícil –sible.
- Ella estaba so–
la esperando a que alguien se aso–
mara por el camino de la aldea - La corrien– del río –te impulsaba el bote.
- Pero ese, con las mismas exactas palabras, comentario ya se lo había escuchado decir a otra persona.
- La espera le provocaba una mezcla de sentimientos: feli– angustia –cidad.
- Una verde, lugar por donde pasaban muchos viajeros, colina.
- Es como si el tiempo, segundo a segundo, pasara muy lentamente.
- El agua crista– verde, azul, celeste y turquesa –lina del mar.
- El campo era, en toda su extensión, de todos los miembros de la familia.
- El pañue– de seda o de algodón –lo verde y violeta.
- La ca– el hogar –sa era lo más importante para Juliana.
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